Dynamite Fishing
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Desde hace milenios, los seres humanos nos dedicamos a la pesca como actividad base para nuestra alimentación. Desde entonces, lógicamente, las técnicas se han ido ampliando y evolucionando hasta llegar a día de hoy, en el que encontramos formatos de pesca tan variados como la pesca de arrastre, la almadraba, la pesca a palangre… y la pesca con dinamita.
No vamos a hacer apología de este formato de pesca en la vida real, ya que es una de las técnicas más destructivas para el ecosistema y para nada sería la más recomendable. Pero si hablamos de videojuegos… eso ya es otro cantar. Y Dynamite Fishing – World Games ha llegado a Xbox One para demostrarnos lo divertido que puede ser machacar peces a lo bestia al otro lado de la pantalla, sin contemplaciones y con un arsenal de lo más variado, original y potente.
Handy Games nos trae este juego que llegó el año pasado a Android y que ahora ha dado el salto a Xbox One. Uno de esos juegos sencillos que uno podría recibir con cierto escepticismo (¿un juego de pesca catalogado con el género de acción?), pero que, al poco de empezar a jugar, resulta ser más adictivo que algunos otros juegos más elaborados en apariencia. Los que lo hayáis probado ya en vuestros móviles o tablets sabréis de lo que hablo.
Apartado Técnico
Como suele suceder con este tipo de juegos más «ligeros», el apartado técnico se convierte en un aspecto prácticamente secundario, si bien siempre es importante que mantenga ciertos mínimos dentro de la sencillez. En este caso, podemos destacar unos gráficos muy coloridos y atractivos que llenan la pantalla de vitalidad y buen humor. Tonos de color muy intensos, personajes con un diseño de lo más simpático y armas tan originales como divertidas son los rasgos más representativos del apartado gráfico de Dynamite Fishing – World Games.
Los escenarios nos ambientan bastante bien en cada mundo, tanto a nivel general como con pequeños detalles como peces con máscaras de carnaval en Venecia o cactus submarinos que esconden a peces pistoleros en el Gran Cañón. La verdad es que muchos de estos detalles decorativos resultan bastante simpáticos. Tanto, que a veces da hasta pena bombardear a los pececillos que se divierten tocando el tambor en las profundidades, por poner un ejemplo. Sin embargo, y a pesar de todos estos detalles característicos de cada mundo, los niveles acaban resultando bastante similares entre sí por su diseño global: casi siempre son pantallas lineales en las que, como mucho, tenemos que saltar por un pequeño barranco (y del que, por cierto, caemos sin velocidad ninguna) y que tienen las mismas distancias entre coto y coto de pesca.
Pasa algo similar con la banda sonora. La música está bien, es graciosa y acorde a cada uno de los mundos… pero es la misma en las 5 fases de las que consta cada uno de ellos, y la verdad es que acaba siendo un poquito pesada aunque no esté mal. Los sonidos ambiente y las frases de los personajes también se repiten bastante, aunque aun así no dejan de dar un toque de animación a lo largo del juego.
En cuanto a los asuntos más técnicos, los tiempos de carga son normales y el juego avanza con bastante fluidez, salvo algún pequeño (pequeñísimo) parón cuando llenamos la pantalla de explosivos y petardazos. Nada que afecte realmente a la experiencia del juego.
Jugabilidad
Como comentaba en la introducción, lo que a priori podría parecer un juego más bien aburrido y repetitivo empieza a llamar la atención con los primeros petardazos y acaba absorbiéndote del todo a medida que se va volviendo más complicado vencer al contrincante.
Porque Dynamite Fishing – World Games es, ante todo, competencia y rivalidad. El objetivo final de cada pantalla es pescar más peces que nuestro adversario, y para conseguirlo contaremos con tres armas iniciales que escogeremos antes de comenzar cada partida y que podremos utilizar una sola vez. (Ojo con darle a la X sin querer, nada da más rabia en este juego que lanzar una de las armas a destiempo y ver cómo recorre grandes espacios de agua vacía…)
Por supuesto, estas tres armas iniciales no serán nuestra única baza para cazar peces a diestro y siniestro. También contaremos con dinamita ilimitada y, por supuesto, nuevas armas que iremos encontrando en cofres sumergidos y sellados, seguramente, desde tiempos inmemoriales. Pero ahí estamos nosotros y nuestra fuerza bruta para revelar sus secretos…
¿Y qué armas podemos utilizar contra los desprevenidos pececillos que nadan ajenos al peligro? Pues desde misiles hasta zapatillas malolientes, pasando por bombas de sushi en racimos, gatos desenfrenados y neveras…. Sea cual sea nuestra elección causará estragos en el entorno marino, aunque tenemos que saber cuándo utilizar cada una de ellas.
Además, tras algunos de los ataques más potentes, nos aparece la opción de lanzar una traca de misiles, pájaros asesinos o incluso unicornios que acabarán con todos los peces habidos y por haber. Eso sí, por más que consigamos suficiente pescado como para alimentar a 30 familias durante todo un mes, siempre tendremos al fondo la amenaza de nuestro contrincante, que no robará nada de nuestra pesca pero trabajará incansable a nuestra espalda. Una presión añadida que aumenta cuando nos entretenemos demasiado pescando y nos toma la delantera en el siguiente coto de pesca.
Por suerte, una barra indicadora en lo alto de la pantalla nos señala en todo momento la localización de cada uno, y de vez en cuando también se nos informa del número de peces que lleva nuestro adversario (el nuestro lo tenemos controlado de forma permanente en el recuadro de la derecha).
Pero no todo es pescar a lo bestia sin ton ni son (aunque sí la mayor parte del juego, ¡y qué divertido puede ser!). En cada pantalla tenemos también alguna misión añadida que, por lo general, consiste en pescar un número determinado de una especie concreta de pez. Y, además, nos encontraremos también con un pez mutante en cada pantalla que tendremos que matar en menos de un minuto. En estos casos, lanzar todo nuestro arsenal a la vez no siempre es suficiente, pero si conseguimos derrotarlo lograremos puntuación extra. Si no, se marchará por donde vino y nunca más sabremos de él…
Y aunque en el juego seamos nosotros los que tenemos que pescar, no tenemos que confiarnos porque también nosotros podemos acabar heridos. No todos los peces están desprevenidos y no todos son igual de pacíficos: de vez en cuando, peces pistoleros o pirañas hambrientas nos atacarán sin piedad (¡la misma que tenemos nosotros con ellas!). Sin embargo, no tiene que preocuparnos en exceso que podamos morir: por un módico precio de 5 monedas, tenemos la opción de resucitar desde el mismo punto y seguir adelante como si no hubiera pasado nada.
El ritmo frenético de Dynamite Fishing – World Games es, sin duda alguna, uno de los grandes alicientes del juego. El hecho de que ni la propia muerte del personaje pueda detener el ritmo de explosiones, caos y destrucción es un punto a favor que se vuelve mucho más satisfactorio en el modo «Jaleo Multijugador», en el que podremos batirnos contra un amigo en competición local. Lamentablemente, no podemos hacer lo mismo online, una carencia que hoy en día se nota más que nunca, y más en juego tan competitivo como este.
Duración
En Dynamite Fishing – World Games, cada mundo se compone de cinco fases relativamente cortas. En menos de 40 minutos puedes terminar las 5 con buenas puntuaciones, por lo que, teniendo en cuenta que hay 5 mundos principales, no sería un juego de gran duración. En unas tres horas podrían superarse todas las fases, aunque ese no tiene por qué ser el final del juego. Lo bueno de Dynamite Fishing – World Games es que es el típico juego que siempre te puede apetecer jugar. Cualquier rato muerto es bueno para echar una partida, y además hay muchas embarcaciones que desbloquear y muchos trofeos que ganar (no, no me he equivocado de consola, los premios del juego son trofeos de oro, plata y bronce). En definitiva, si os gustan este tipo de juegos podéis acabar exprimiéndolo de lo lindo por un precio más que asequible.
Conclusión
Un juego ameno, divertido y adictivo por 4.99€. Una buena opción para todos aquellos que disfruten de los videojuegos de mecánica sencilla y basados, sobre todo, en la destrucción indiscriminada. Aunque las pantallas no varían mucho, los amantes de caos disfrutarán con esta lucha encarnizada para conseguir ser el mejor pescador de la historia. ¡Y el más bruto también!
*Gracias a Handy Games por habernos proporcionado el material para la review.