Wuppo es un juego de plataformas incremental con un toque tierno e infantil que esconde una jugabilidad más profunda y compleja de lo que cabe esperar.
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Hay juegos que parecen dirigidos al público infantil, ya sea por su diseño, su estética y/o sus personajes. Wuppo es uno de ellos. Solo hace falta echar un fugaz vistazo a las capturas de pantalla del juego para hacerte una idea de ello. Sus colores vivos (y en ocasiones chillones), su sentido del humor blanco y sus simpáticos y ñoños personajes evocan ingenuidad y ternura al mismo tiempo. La historia, de hecho, ya arranca de un modo cuanto menos surrealista e infantiloide cuando nuestro protagonista, Wum, es desterrado del edificio donde vive por haberlo puesto todo perdido de helado. ¿No parece el argumento de uno de esos cuentos ilustrados para los más peques de la casa?
Pero que nadie se lleve a engaño con Wuppo. Esta primera impresión es la que prevalece durante los primeros compases de la aventura, sin embargo, tras la primera hora de juego, comienzas a entrar en una dinámica jugable que recuerda enormemente al laureado y adictivo Guacamelee! Super Turbo Championship Edition. En primer lugar por su colorido y en segundo término por la forma en la que el mundo del juego se expande a medida que vamos adquiriendo nuevas habilidades, según los ítems que vayamos encontrando, los cuales nos irán dando acceso a nuevas zonas a las que antes no teníamos acceso.
Para avanzar tendrás que utilizarlos con sabiduría, hay que tener paciencia y debes volver constantemente tras tus pasos y dialogar con los personajes que nos vayamos encontrando para alcanzar nuestros objetivos. Esta dinámica tan compleja consigue distanciar del título a los usuarios más novatos y para los más pequeños de la casa.
Apartado Técnico
Su simpleza no debe llevar a engaño. Vale, Wum es una especie de pelusa con patas, las edificaciones y los decorados parecen estar hechos con algodón de azúcar y los enemigos no van mucho más allá, pero eso no quita que reconozcamos el mérito que tiene crear un mundo que respira viveza con tan pocos recursos y elementos. Hay que tener en cuenta que en Wuppo todo está dibujado a mano, cosa que queda patente en cada trazo de color, siendo los jefes finales los que se llevan todo el mimo por parte de los diseñadores, ya no solo por cómo se plasman en pantalla sino también por sus tamaños colosales. Gracias también a este minimalismo de recursos el juego no se ve lastrado por ningún defecto técnico ni de rendimiento.
Un buen punto a favor del título es ña recreación del ciclo día-noche, que otorga una variedad importante a la hora de desplazarte por el entorno, ya que dependiendo de la hora del día en la que lo visites parece incluso que estés en un lugar diferente. También se han incluido efectos climáticos, como la lluvia, que puede irrumpir en cualquier momento u hora del día.
Musicalmente sí que consigue llegar más lejos, con unas melodías que parecen sacadas de las mejores superproducciones de animación cinematográficas y con unos efectos de sonido muy bien recreados e inspirados en los grandes clásicos de las plataformas. No hay doblaje, ya que los personajes hablan a través de bocadillos, como en los cómics. No obstante, quizás por ser un estudio modesto, nos llega sin localizar a nuestro idioma, lo cual le resta muchos enteros de cara al usuario español por el hecho de que el lenguaje empleado incluye muchos términos compuestos y coloquiales que hacen que seguir el hilo narrativo solo esté al alcance de los usuarios que tengan el inglés como lengua materna.
Jugabilidad
Enlazando con lo último que hemos comentado en el apartado anterior, la falta de una traducción al español afecta directamente a la jugabilidad. Los diálogos son constantes y es harto complicado saber qué hacer a continuación si no tienes un excelente dominio del inglés. Sentirse perdido ya es bastante habitual por la complejidad de algunos puzzles o por lo escondidas que están algunas rutas de acceso, con lo que es bastante frustrante el hecho de no poder seguirlo en condiciones por la falta de traducción. Además, con mucha frecuencia tendremos que acceder a tutoriales y a un menú en el que se nos detalla la función de cada ítem que recolectemos, que no son precisamente pocos.
Incluso es frecuente que nos topemos con elementos cuya descripción hayamos entendido pero que luego no sepamos llevar a la práctica en pantalla a causa de la falta de un buen tutorial de inicio que nos ilustrase sobre los conceptos básicos. A causa de ello, puede suceder que te pases dando vueltas durante horas cuando la solución estaba en frente de tus narices desde un primer momento.
Luego está su dificultad, no muy bien calibrada, con unos pasajes de plataformas enrevesados en su diseño pero que no ofrecen demasiado desafío y que se escarpa súbitamente cuando nos enfrentamos a los jefes finales. Parece como si el juego estuviese pensado para que los peques jueguen las fases de saltar y explorar y las contiendas con los jefes se hayan reservado para los papis más diestros con el pad. También acaba cayendo sobre él un leve y progresivo halo de monotonía, debido a la reiteración de algunas mecánicas y fórmulas jugables de algunos puzzles.
A nivel jugable el ciclo día-noche no afecta en absoluto al desarrollo del juego, lo que hace que se sienta desaprovechada su inclusión y el potencial que podría tener. Sobre los controles, decir que se sienten un tanto extraños en la primera toma de contacto, sobre todo por la distribución de botones que te obliga a saltar con el gatillo inferior derecho, pero a la larga acabas acostumbrándote.
Duración
No hay nada más flexible en un juego que la duración cuando esta depende de tantos factores, como el dominio del inglés del usuario o de su habilidad a los mandos. Recorrer cada rincón del mundo de Wuppo puede llevarte una buena decena de horas, siempre y cuando te tomes la aventura con calma y te propongas reunir todos o el mayor número posible de coleccionables.
Los más impacientes y habilidosos se lo pueden llegar a merendar en poco más de cinco o seis horas, pero para estos perfiles recomendamos elegir el modo de dificultad más elevado posible con el fin de dilatar la experiencia. Eso sí, tras pasarlo por primera vez, no hay ningún aliciente que incite al usuario a darle una segunda vuelta.
Conclusión
Wuppo es un juego de plataformas incremental con un toque tierno e infantil que esconde una jugabilidad más profunda y compleja de lo que cabe esperar. Su precio, 19,99 €, quizás no lo hace del todo apetecible para el gran público, pero sí que lo convierte en una propuesta recomendable para todo aquel que busque un título con el que poder jugar en familia o en compañía de los más peques de la casa. Su sentido del humor es blanco e inocente, con el que dibujará sonrisas en los labios a los mayores y los niños carcajearán a mandíbula batiente.
Su enrevesado sistema jugable, la cantidad de objetos a recolectar y su acceso al menú resulta un tanto ortopédico y resta agilidad a un juego que necesita precisamente más de eso. Para más inri, la ausencia de localización a nuestro idioma lo convierte en un producto exclusivo para avezados angloparlantes.
*Nota: Agradecemos a SOEDESCO Publishing el código del juego y material para esta review.