Spheroids es un entretenimiento desenfadado, ideal para los nostálgicos del histórico Pang.
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Eclipse Games, el estudio español responsables de títulos como Tachyon Project, el cual se saldó con un nada desdeñable 4 sobre 5 en su correspondiente análisis que podéis leer aquí, vuelve al ataque con un juego completamente nuevo. Nos referimos a Spheroids, una obra de aspecto retro que toma premisas de diferentes clásicos de los ochenta y noventa, las mezcla y el resultado nos lo sirven en bandeja para gozo y disfrute del personal. Sobre todo de los jugones ávidos de nuevas propuestas con tufillo a añejo.
Pero por encima de estos, los que más van a disfrutar con Spheroids serán los fans de la saga Pang. Para los que no os suene el nombre, estos eran juegos en los que un par de jovenzuelos se armaban con unas pistolas lanzacadenasconpincho que utilizaban para vencer a unas burbujas de colores que habían invadido nuestro planeta. Las burbujas se multiplicaban con cada impacto en bolas más pequeñas hasta que, alcanzado el tamaño mínimo, explotaban para siempre con el último de los disparos. Una vez eliminadas todas las burbujas, pasábamos a la siguiente pantalla. Y decimos pantalla literalmente, ya que la acción transcurría siempre en escenarios estáticos sin mayor movimiento que el que mostraban los protagonistas y las burbujas.
Ahora bien, consciente de que llevar la premisa a la práctica tal cual sería un burdo plagio, Eclipse Games ha optado por remozar el código con mecánicas de todo tipo, las cuales describiremos a lo largo y ancho del análisis, consiguiendo así un producto con reminiscencias de, pero con un carácter y unas peculiaridades propias que consiguen alejarlo de lo que podría denominarse como un mero clon.
Apartado Técnico
Hay expresiones patrias que sirven muy bien para calificar tanto situaciones como contextos o actitudes. Algunas son más o menos desenfadas, pero en esta ocasión, y tratándose de un estudio español, es de recibo tirar de refranero. El caso es que el apartado visual de Spheroids no ofrece ni chicha ni limoná. Se queda en un acaballo entre gráficos pixelares con los que el producto parece decantarse por los tiempos del Atari 2600 que asombrosamente se combinan con otros elementos con un aspecto más actual.
Nos explicamos: si observas con atención las capturas de pantalla del análisis, verás que, por ejemplo, los enemigos (las esferas, burbujas o como queráis llamarlas) muestran un aspecto muy trabajado. Tienen diferentes texturas, se les refleja el brillo de la iluminación e incluso muestran sombreado en su superficie. Y no solo eso, sino que sus caras son expresivas. Sin embargo, el protagonista está formado por un amasijo de píxeles, así como el entorno está confeccionado con texturas planas, colores vivos pero también planos y un nivel de detalle anecdótico.
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Este contraste entre unos elementos y otros genera una primera sensación de extrañeza que no termina de disiparse durante todo nuestra andadura en el juego, aunque también hay que especificar que tampoco es un defecto alarmante o que castigue al producto en exceso. Más allá de eso, se pueden destacar otros puntos favorables, como es el perfecto y suave scroll que acompaña a cada paso a nuestro protagonista, y técnicamente no adolece de ningún defecto a tener en cuenta.
En el apartado sonoro sí que queremos hacer hincapié en el lustroso trabajo que el estudio ha llevado a cabo con la composición de las melodías que amenizan y meten caña a la aventura. Geniales todas. Por su parte, los efectos de sonido no destacan especialmente pero tampoco es un juego que muestre un aspecto visual o mecánicas que requieran de artificios sonoros. Y un detalle que nos ha impactado es que el juego no se haya localizado al castellano.
Entendemos que Eclipse Games quiera tener una proyección internacional, pero es que otros estudios independientes de otros países sí que traducen los textos a nuestro idioma. Vale que el juego no tiene una historia enrevesada que obligue a entender las conversaciones y que los menús son simples e intuitivos, pero por eso mismo no era necesario una gran inversión en una traducción.
Jugabilidad
Spheroids ofrece diversión desenfada y sin complicaciones, algo de lo que muchos otros juegos querrían presumir, así que Eclipse Games cumple y con nota en este aspecto. Por desenfadado no nos referimos únicamente a su aspecto visual, sino también a unas mecánicas de juego adictivas que se comen las horas casi sin que nos demos cuenta. Explotar burbujas siempre ha sido un vicio de los duros. ¿Quién no se ha embrutecido alguna vez explotando las de los papales de embalaje de plástico hasta no dejar ni una?
Lo que nos ha dolido en alma es que no tenga multiplayer. Aunque solo fuese en pantalla partida, un modo cooperativo le habría sentado de maravilla. Este era el factor clave del éxito de Pang, y creemos que el hecho de que no se haya implementado ha sido un error. Se puede entender esta decisión por tratarse de un juego de plataformas lateral, sin embargo el juego exuda ese anhelo de un modo cooperativo y el jugador (sobre todo los veteranos) nota su ausencia.
Por otro lado, hay una serie de aciertos en el título que han sido muy bien aprovechados a nivel jugable. Uno es el de la compra de mejoras en las máquinas Not Polybius. El hecho de poder comprar aumentos para el personaje consigue que el jugador se esfuerce al máximo por reunir el mayor número posible de monedas de oro para canjearlas en la próxima máquina que nos encontremos. Otro acierto es que podremos avanzar por cada escenario pero también retroceder. Esto nos permite intentar volver a aquella zona en la que había un punto de guardado o una máquina y promueve la exploración en busca de atajos y áreas ocultas en las que poder encontrar más monedas.
Os adaptaréis a los controles de manera casi natural y el manejo del gancho y la levitación los asumiremos con la misma naturalidad, casi sin darnos cuenta. La jugabilidad está al servicio de la diversión y todo está pensado para que no nos tengamos que preocupar de nada más que no sea matar burbujas ceñudas. La dificultad también está muy bien calibrada, solo que el hecho de que no se nos penalice de ningún modo por morir y de que tengamos vidas infinitas no contribuye a que el jugador sea exigente y celoso de sus corazones de vida a la hora de encarar nuevas áreas. Encima, como los puntos de salvado automático de partida están tan cercanos los unos de los otros y de que los enemigos no reviven cuando vuelves a renacer tras morir, al final acabas jugando en plan kamikaze.
Duración
Esta es una de las flaquezas del juego. En nuestro caso, tomándonos el juego con calma, con el foco puesto en sacar todos los logros, explorando y sacando capturas de pantalla, hemos finalizado el juego en tres horas y media. Sin embargo, avanzando sin tantos miramientos puedes acabar todos los niveles en menos de tres horas.
Tampoco vas a tener demasiados alicientes para rejugarlo una vez terminado, puesto que no se desbloquean nuevas dificultades ni nuevos modos de juego. Tampoco tiene multijugador, así que es bastante probable que acabe desapareciendo del disco duro de tu consola tras llegar al final. A pesar de ello, Spheroids tiene un suculento precio de 7,99 €, con el que la corta duración sabe mucho menos amarga.
Conclusión
Spheroids es un entretenimiento desenfadado, ideal para los nostálgicos del histórico Pang. Sus potenciadores (dinamitas, reloj de arena, garfio doble y reloj para detener el tiempo) son los mismos que encontrábamos en el mítico juego de Capcom y Mitchell Corporation y el objetivo sigue siendo el mismo: reventar bolas sin parar. Aunque no solo es un homenaje en toda regla al susodicho título, sino que el estudio lo ha sabido aliñar con gadgets y poderes nuevos (como el gancho y la levitación) y una mecánica plataformera que le dan un aire fresco.
Si obviamos sus puntos flacos, como son la dificultad inexistente por la nula penalización por muerte, su escasa duración y su irregular apartado visual, nos encontramos con un juego muy ameno, con un regusto retro ideal para los fans de las recreativas y unas mecánicas jugables novedosas y divertidas que no te puedes perder.
*Gracias a Eclipse Games y a Xbox por proporcionarnos la copia para la review.
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