Después de demasiados años avanzando cada vez más a lo futurista, Call of Duty vuelve a sus raíces con WWII, pero, ¿estará a la altura?
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Como cada año, la nueva entrega de Call of Duty hace aparición en pleno apogeo de las ventas navideñas, en medio de un debate que lleva dividiendo a jugadores desde hace años, cuando la saga no dejaba de avanzar hacia el futuro: Black Ops 2 -> Ghosts -> Advanced Warfare -> Black Ops 3 -> Infinite Warfare. Aunque la historia de cada serie vaya por su propio lado y no estén relacionadas las distintas versiones, a la gente le empezó a cansar demasiado que la saga no se renovara lo suficiente, sumiéndose en un estancamiento que pagó con creces el último Infinite Warfare, que paradójicamente, tenía una de las mejores campañas de la saga Call of Duty.
Es obligado y necesario recordar esta racha, porque este año la han roto definitivamente, volviendo a lo que todo el mundo quería: La segunda guerra mundial. Por fin, Activision se decidió a darle un vuelco a la licencia y devolverla a sus orígenes. El público acogió muy bien la noticia, y donde el año pasado había dislikes esta vez eran likes. Por suerte, los pocos días que lleva a la venta el título de Sledgehammer está funcionando muy bien, reflejando la buena corriente de opinión en cifras.
Una experiencia cinematográfica increíble – Tuitea esto
Volviendo a lo que nos ocupa, Call of Duty: WWII realmente ofrece cambios importantes a los que los usuarios tendrán que acostumbrarse. Las armas modernas, el doble salto, correr por las paredes o deslizarse sobre el suelo, se pierde de un plumazo con toda esta nueva pero clásica ambientación. Es un cambio agradecido, como explicaremos más adelante. Sin embargo, mecánicas modernas para incentivar a los jugadores se entremezclan e incluso entorpecen el espíritu de Call of Duty. Evidentemente hablamos de las infames Loot Boxes. Hasta el mismísimo Destiny parece haber influenciado en el multijugador de este nuevo WWII.
Con respecto a la campaña, estad tranquilos. La historia que nos llevará desde el famoso día D en un desembarco de Normandía excepcionalmente épico, hasta la toma del río Rin, es una auténtica pasada cinematográfica, inspirada en los grandes blockbusters, como Salvar al Soldado Ryan o la serie Hermanos de Sangre. Todo este viaje girará entorno a nuestros compañeros de batalla y la relación que Daniels, nuestro tejano protagonista, establecerá con ellos. Un acierto que ya tuvieron en el anterior Infinite Warfare y ahora: hacer que los personajes que nos rodean importen al jugador.
Aunque no recordemos el nombre, están bien definidos: el sargento antipático, el teniente buena gente, el de las gafas, el chulito, etc… y si encima los podemos escuchar hablar en perfecto español, pues amplificamos ese efecto. Sin embargo, todo no es tan bueno como parece…
Apartado Técnico
Call of Duty: WWII tiene el gran honor de ser el primer juego de esta casa que analizamos en Xbox One X en profundidad, pero gran parte también lo hemos jugado en One S, así que os podemos contar nuestra experiencia. A grandes rasgos, la versión de One X de WWII deja en vergüenza absoluta a la de One S, sin ni siquiera necesitar un televisor 4K. A 1080p, obtendremos una experiencia casi perfecta, unas texturas muy definidas, una tasa de frames rocosa a 60fps hasta en las cinemáticas e incluso una distancia de dibujado superior.
Pero las comparaciones son odiosas, y aunque os interese saber lo que hace One X, es de recibo decir que no podemos esperar otra cosa con una máquina 4 veces más potente. Porque en Xbox One S, también se ve genial, a pesar de la evidente bajada de resolución, el juego sigue manteniendo esos 60fps, aunque con menos inconsistencia en campaña (en el multi son rocosos en ambas versiones) y algunos errores con las sombras, que parecen tener algún problema extraño de renderizado. Por suerte, la resolución dinámica nos permitirá admirar algunas bellas escenas con mucha calidad en las Xbox One estándar. Cualquiera de las dos versiones os sorprenderá gráficamente.
Seguimos con más polémicas; a pesar de sus problemas de lanzamiento, en pocos días, el multijugador funcionaba perfectamente y los jugadores han aumentado exponencialmente hasta alcanzar las cifras habituales: tiempos cortos de espera para encontrar partida, gente poblando cualquiera de los modos, buen ping, etc… una vez más, Call of Duty ofrece garantías suficientes para despreocuparnos de este aspecto. De hecho, el nuevo sistema social, funciona perfectamente, pudiendo movernos a nuestro antojo por la base mientras esperamos la carga de las nuevas partidas.
El placer auténtico con este Call of Duty no llegó cuando nos bajamos de la barquilla que nos llevaba a la playa, los cuerpos se amontonaban o la tierra de la arena parecía más real que nunca. El placer llegó con el archiconocido CLIC que hace el M1 Garand cuando se acaba su cargador de 8 balas y salta la tapa del cargador para poder meter directamente el siguiente. Hemos recorrido tantas veces y en tantos juegos los escenarios y las armas de la 2ª guerra mundial que nos resultan altamente conocidas, estéticamente y en sonido. Precisamente este aspecto es muy destacable y la guerra estará más presente que nunca, aunque aún se sitúa un nivel por debajo de lo visto en el atronador Battlefield 1, donde todo parecía más real y directo.
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La banda sonora no es nada remarcable, incluso diría que mejorable, ya que no ha habido ningún momento en el que recordemos que haya ayudado a la inmersión o incluso en el propio menú, resulta algo “extraña y molesta”, demasiado genérica. El doblaje en perfecto castellano, roza un buen nivel, sin embargo el personaje que interpreta Josh Duhamel (Transformers), nos ha dejado un poco fríos, cuando a todas luces, resulta ser el más interesante y reconocible de todos.
Técnicamente, a la franquicia de Activision le cuesta mucho quitarse ese halo de “videojuego”, de Call of Duty, que le haría llegar a un nuevo nivel.
Jugabilidad
Como viene sucediendo los últimos años, Call of Duty claramente son 3 juegos en uno y quizá este año se vuelva una condición mucho más especial y casi única. Una campaña de alta calidad cinematográfica y espectacular, un multijugador completo de modos e incentivos para el jugador y un particular modo horda que se reinventa cada año para ser cada vez más entretenido, que precisamente apareció por primera vez en el primer World At War y ahora viene en forma de “Nazi Zombies“.
Centrándonos en la campaña, podemos dar por seguro dos cosas: es imprescindible para los amantes de la 2ª guerra mundial, pero no es la mejor que hemos visto en un COD con la misma ambientación. Las innovaciones y la diversión jugable recaen casi totalmente en el multijugador. Call of Duty 2 con una campaña que cubría los tres frentes aliados (ruso, británico y americano), le da muchas vueltas a este nuevo trámite, que aun resultando espectacular y realista no consigue superar algo a lo que ya estábamos acostumbrados en la serie.
La progresión no se hace de manera continua, y a modo de mini-campañas iremos pasando por importantes eventos de guerra como la Batalla de las Ardenas, donde sufriremos el frío y la artillería antes de poder seguir avanzando. Aunque de esta manera se cubre más terreno te saca un poco de la situación el que cada vez que superemos una misión, vuelva a un menú de selección en vez de continuar directamente. Evidentemente la variedad de situaciones estará presente: misiones de escolta, de oleadas, de ataque, manejaremos vehículos, pero todo dentro de la espectacularidad entre raíles que ofrece Call of Duty.
Con respecto al gunplay, está muy claro que ha mejorado la diversión con respecto a Infinite Warfare, que se sentía muy mal a los mandos después de haber echado decenas de horas a Black Ops 3, y ahora cualquier arma nos resultará útil dependiendo de la ocasión. Por lo que hemos jugado, ninguna arma es susceptible de servir en algún momento indicado y conviene saber manejarlas para enfrentarse a las distintas situaciones. El problema es que hay algunas que matan con dos simples tiros en el pecho y hay automáticas a las que le puedes acoplar una mirilla que dudamos mucho que existiera en esa época, por lo que hace falta un poco de balanceo de las mismas.
Por ejemplo, la Division de Infantería comienza con un arma automática muy desacertada para aquellos que se inicien en el juego: cargador corto, poco daño y molesta en pantalla, parece un armatoste hasta que nos hacemos con ella. Lo que si que creemos que han acertado de pleno es con los complicados francotiradores. De momento, la clase está muy equilibrada, ofreciendo un peligro exponencial conforme más lejos nos encontremos de ellos y siendo muy vulnerables a los combates de corto alcance.
El gran cambio de Call of Duty: WWII, dejando atrás la ambientación y sus consecuencias, se da en el multijugador, con la nueva movilidad de nuestro personaje y el modo Guerra, al que al final no se le ha dado tanta importancia como se le requería. Como hemos comentado, se acabaron los movimientos extremos, volveremos a ser un soldado en el que nuestra habilidad para apuntar antes, conocernos los mapas, las capacidades de nuestras armas y como no, tener un buen nivel para desbloquear todos los accesorios y poder dar caña a los contrarios más rápidamente. Y en esta ocasión, para el multijugador tenemos un invento que no hemos logrado entender muy bien en que nos podría ayudar: El cuartel general como zona social.
Si amigos, como ocurre en Destiny, ahora en Call of Duty: WWII tenemos un espacio social donde entretenernos mientras buscamos partida, personalizamos a nuestro soldado o simplemente nos dedicamos a abrir cajas. Si muchos no entendían donde aparecían las cajas que caían del suelo -se llaman suministros-, es aquí, no en mitad de la batalla como muchos llegaron a creer. En esta zona social podrás invitar a quien quieras, con un límite de participantes y ellos si que podrán ver tu dropeo en directo, que sinceramente, resulta hasta entretenido.
Básicamente, esta nueva zona sirve para practicar unos tiros, ver lo que hacen las distintas rachas de bajas -¡Por una vez las podremos ver todas sin ser unos picados!- , ver películas o campeonatos del COD o jugar una amplia selección de mini juegos de Activision de hace más de dos décadas, como Pitfall, gastando un crédito de nuestra moneda virtual cada vez que jugamos.
Volviendo a los modos de juego multijugador, como ya os adelantamos en las impresiones de la beta, el modo Guerra es un gran aliciente que divertirá mucho a cualquier jugador menos hardcore de la franquicia. Al más puro estilo ataque-defensa, tendremos que ir cumpliendo objetivos para avanzar hasta hacer replegarse definitivamente al enemigo. No es ninguna novedad, pero si que lo es en la franquicia, y con la jugabilidad de esta, se vuelve como el modo más divertido para los más casuals, que se ven superados por el multijugador genérico poblado por los mejores jugadores. Aunque muchos señalen el nuevo sistema de Divisiones, como clases distintas para elegir, es cierto que no acabamos de ver como mejoran a los especialistas de Black Ops 3, que es de lo mejorcito que hemos visto en los ultimos años.
Para el resto, la mayoría que adquiere por costumbre o por vicio el Call of Duty anual, poco podrán aprender de esta review, más que saber que solo hemos encontrado algo de lag en algunas partidas y resto han ido super-fluidas, tanto en Xbox One S como en One X. El tiro a la cadera con respecto al apuntado sigue bien equilibrado. El hecho de que la cruceta se vuelva roja cuando hemos derribado a un enemigo y el marcador a la derecha con los puntos recibidos por ello son muy claros y menos confusos que anteriores ocasiones.
Las horas que hemos dedicado al multijugador, nos han servido para probar de sobra el tema de las cajas, algo que si bien son totalmente opcionales y se puede obtener gratuitamente, ahora Activision ha dado un paso más para ser más agresivo con ellas. En Xbox conocemos bien el tema, con la mayoría de los juegos exclusivos usándolas de manera sistemática y Call of Duty también parece dar un paso adelante para invadirnos con cientos de emblemas, diseños y un largo etcétera en vez de relegarse a un segundo plano, con vendedores misteriosos que nos ofrecían un boost en forma de cofre que lo hacían algo más “especial”. No decimos que antes no existieran, solo que ahora da la sensación de ser algo obligatorio.
Duración
Call of Duty: WWII también se empeña en traer un alto contenido jugable de base, aunque como pasa con el tema de las cajas, podríamos estar ante otro caso flagrante de “los DLCs que completan el juego”. Y es que la campaña, siendo muy entretenida y espectacular, es de las más cortas de los últimos años, en unas 6-7 horas nos la terminaremos, y para rejugarla solo tenemos un tipo de coleccionables como incentivo. El tema multijugador también viene bien cargado, aunque la variedad de mapas en los modos estándar deja clara su escasez a las pocas horas, quizá por la inclusión del modo Guerra, que cuenta con 4 mapas totalmente dedicados al modo, lo cual si que se agradece mucho. Por ejemplo, el mapa Carentan, uno de los mejores que hemos probado, solo era para algunas determinadas reservas o los compradores de la Deluxe Edition, una verdadera lástima que muchos se perderán.
Los rankings, misiones, armas, cofres y en general, todo lo desbloqueable, nos tendrán continuamente mirando que podemos modificar o cambiar y echar otra partida para mejorar nuestra puntuación, pero aún nos queda otro cartucho en la recámara: el modo Nazi Zombis.
En esta ocasión, siguiendo con la dinámica habitual y sin salirse del sistema de oleadas con enemigos cada vez más fuertes que te obligan a mejorar a tu personaje sobre la marcha, el mapa disponible para jugar este modo es enorme, lleno de posibilidades y con una serie de objetivos a seguir que nos irán desvelando su propia historia y desarrollo. Además, las animaciones y nivel gráfico de los nuevos zombis ha mejorado mucho e incluso nuestro ataque melee se tomará su tiempo para arrancarles la cabeza de cuajo.
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Todo está en perfecto castellano también narrado, así que la ambientación se vuelve ideal para refugiarte en un modo menos serio pero igual de entretenido que el resto. Además, los protagonistas con caras de actores reales siempre sirven para ayudar a la inmersión: Elodie Yung (Elektra en Daredevil), David Tennant (Killgrave en Jessica Jones), Katheryn Winnick (Ladgerda en Vikingos) y Ving Rhames (Luther en Misión Imposible). Quizá sería mucho pedir, pero un mapa más hubiera dado el broche de oro a este modo.
Conclusión
La vuelta a la segunda guerra mundial de la saga predilecta y vaca sagrada de Activision no está llena de contrariedades que la alejan de todo lo que podía haber sido. Que un apasionado de los shooters y de toda la parafernalia relacionada con la guerra de las guerras, no haya tenido un sentimiento de pasión con este Call of Duty resulta más que preocupante para la saga y para el género. Aquel que me conozca como redactor, sabe la ultra defensa que tengo que realizar año tras año a cada COD, diciendo lo divertido que es, lo bien que está hecho, o lo completo que resulta siempre, tocando todos los palos posibles para convertirse en una compra segura.
Sin embargo, el cada vez más lejano Black Ops 3 retumba en mi mente incluso más fuerte cuando veo las “novedades” de este año. Todo lo que se puede defender sigue estando ahí: Gráficos TOP, jugabilidad 10, valores de producción increíbles; pero que un tema tan clásico, tan de Call of Duty, tan de los videojuegos como la segunda guerra mundial, se vea mancillado por esta nueva generación de cajas y micropagos, me preocupa y me entristece.
Las animaciones in-game vuelven a ser brillantes, el tono cinematográfico es digno de elogio y el multijugador es más divertido y sencillo sin saltos dobles mágicos. El modo Guerra es un gran aliciente que deberían de pensar en no abandonar y potenciar para la saga y el modo Zombis sigue consolidándose año tras año. Además, aparte de algunos errores gráficos, la versión de Xbox One sigue mostrando unos 60fps constantes, con una versión muy buena, pero que palidece ante la todopoderosa Xbox One X, que parece marcar un antes y un después con cada parche que recibe. Sin exagerar, si os gustan los gráficotes, jugadlo en la X, porque os vais a llevar una grandiosa sorpresa.