Investigamos y recopilamos todos los datos sobre Xbox Game Pass. ¿Quieres saber cuál es su futuro y sus estadísticas? Nosotros te lo contamos.
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No hace mucho hablamos sobre el futuro del servicio Xbox Game Pass y sobre su encaje en el futuro sector del videojuego planeado por Microsoft. En esta ocasión queremos analizar el servicio desde una perspectiva más certera, con la exactitud marcada por las cifras que arrastra el programa desde su puesta de largo.
Sólo hace unas semanas la cuenta oficial de Game Pass en Twitter sacaba a la luz diversos datos que muestran el potencial de su oferta: 116 juegos añadidos en 2018, 65 partners activos colaborando con el servicio y hasta 17 juegos estrenándose en el mismo día de lanzamiento. Sin duda son unos detalles muy curiosos pero en Generación Xbox hemos querido ir más allá, bucear en una generosa base de datos y sacar a la luz otras conclusiones igual de interesantes. A continuación, presentamos los resultados, unos datos que pueden ayudar a dilucidar hacia dónde se dirige el sistema en el futuro.
Xbox Game Pass, un ecosistema en constante crecimiento
¨Over 100 games¨ fue la coletilla con la que se presentó el servicio allá por febrero de 2017, una frase comercial que ha quedado totalmente desfasada a la vista del explosivo crecimiento del servicio. Los 112 juegos iniciales han ido aumentando en un proceso constante, hasta dejar la cifra rozando los 210 en la segunda semana de Enero de este año.
Desde la puesta en marcha del servicio y haciendo un cálculo de sus actualizaciones periódicas, podemos afirmar que una media de 9,5 juegos ingresan en el servicio cada mes. Esta cifra es significativa por sí sola, pero aun podemos ofrecer otra que ofrece una imagen aún más nítida del crecimiento de Game Pass: teniendo en cuenta también a los juegos que dejan la suscripción, Game Pass incrementa su catálogo a un ritmo cercano a los 6 títulos mensuales.
Un sistema enfocado a la novedad
El estreno del servicio, allá por Mayo de 2017, dejó un basto catálogo a disposición del jugador. No se puede negar que era un conjunto sólido y lleno de títulos contrastados, pero en el que abundaban los juegos de la generación pasada. Gracias a la retrocompatibilidad, los títulos de Xbox 360 llegaron a ocupar casi dos tercios de la oferta de Game Pass, concretamente el 63,4 por ciento del catálogo. Por su parte, los juegos más novedosos correspondientes a la generación en curso, quedaban en un modesto 36,6 por ciento, tal y como se aprecia en el siguiente gráfico.
La situación actual, más de año y medio después, obliga a un cambio diametral en el gráfico. El esfuerzo de Microsoft por traer experiencias más novedosas se traduce en más títulos de esta generación y en numerosos juegos estrenándose dentro del servicio el mismo día de su lanzamiento. En concreto y como se puede ver en el siguiente diagrama, el porcentaje de juegos de Xbox One muestra una incontestable subida hasta un 71 por ciento, mientras que los de Xbox 360 se quedan en un 27, 5 por ciento. Los títulos de la Xbox original, que empezaron a llegar con cuentagotas en el último semestre de 2018, marcan un tímido 1,5 por ciento del total.
Centrado en la producción propia.
2018 se va a recordar como el año en que comenzó un exponencial crecimiento dentro de los estudios internos de la compañía. La promesa de un aumento en todo lo que se refiere al contenido ¨first party¨ coincide con la madurez del servicio Game Pass. Además, el anuncio cumplido a rajatabla de que todo exclusivo salido de Microsoft Studios llegará al servicio en su primer día de lanzamiento, no ha hecho sino aumentar el valor de la suscripción.
En la primera oleada de juegos que conformaron el estreno de Game Pass, pudimos ver hasta 27 juegos que de una forma u otra había tenido relación con Microsoft. Esta relación se podían encontrar juegos ¨first party¨ como Halo 5: Guardians, títulos financiados por Microsoft como D4 o propuestas de estudios que pertenecieron a los de Redmond en algún momento, como Splosion Man de los tejanos Twisted Pixel Games.
Si estudiamos la composición del programa a primeros de este mismo año podemos ver que este contenido consigue estar cerca de doblarse, hasta llegar a los 50 títulos. Esta cifra ha quedado pronto desfasada pues mientras se escribía este artículo, ¨We happy few¨ del estudio canadiense Compulsion Games, ya ha entrado dentro de la oferta del servicio. Por supuesto este año también dispondremos, desde el mismo día de lanzamiento, de títulos como Crackdown 3, Ori and the will of the wisps, Gears 5 y el esperado regreso de la saga Battletoads.
¿Cuánto tiempo duran los juegos en el servicio?
Muchos títulos en el catálogo, poco tiempo para jugarlos y siempre la misma duda: ¿dará tiempo a terminarlos todos? Pese a que su duración no suele ser conocida de antemano, desde los distintos canales de Xbox se informa puntualmente sobre los juegos que saldrán del sistema con, al menos, quince días de antelación. Con los datos en la mano datos y haciendo una media de todo ellos, podemos decir que hay tiempo de sobra: cada título retirado del sistema pasa 11,03 meses de media en él.
Pese a que se trata de un plazo de tiempo generoso, suele ser variable por títulos e incluso por compañías. Por ejemplo, la japonesa Konami suele ofrecer sus juegos en un plazo de tiempo significativamente menor que el resto. Si separamos los datos por plataformas, obtenemos que los juegos de Xbox 360 suelen tener una estancia en el servicio ligeramente mayor, con 11, 7 meses, mientras que los de Xbox One se quedan en los 10,3.
El contrato estándar de Game Pass
La recopilación de información sobre la duración de los títulos dentro del servicio ha proporcionado un dato del que no se suele hablar demasiado. Si revisamos el número de meses que los juegos salientes han permanecido programa Game Pass, encontramos un patrón coincidente. Prácticamente todos son múltiplos del número 3, siendo la cifra de 12 meses la que se repite con abrumadora periodicidad.
De hecho, el 68 por ciento de los juegos que han salido del servicio, lo han hecho tras un año exacto de su entrada. En Xbox 360 este dato se eleva hasta el 71 por ciento, mientras en Xbox One se queda en un sorprendente 65 por ciento. Esto nos lleva a pensar en una clase de contrato estándar, una permanencia por defecto que Microsoft ofrece a las compañías externas para que sus juegos ingresen dentro de la oferta de Game Pass. A tenor de estos datos y obviamos a los juegos de la propia Microsoft, podríamos concluir que la mayoría de los juegos que entren en la oferta del servicio deberían tener una duración similar.
Conclusiones
Mas cantidad, juegos más novedosos, más centrados en el contenido propio y con una considerable estancia en el servicio: así son las líneas maestras que muestra Game Pass con el paso de los meses. Los números resaltan el inequívoco aumento del valor del servicio, mostrando que el juego como servicio puede convivir con el modelo tradicional de distribución.
Game Pass no hace sino seguir la senda alcista de productos Microsoft, como el número de cuentas activas de Xbox Live que no cesa de crecer mes tras mes o el servicio de retransmisión Mixer, que ha superado los 10 millones de usuarios en 2017 hasta doblarlos en el pasado año. La expansión de estudios internos para seguir dotando de juegos propios al ecosistema es la última pieza de ese puzle llamado Xbox Scarlett, un puzle que tendremos que esperar hasta el año que viene para verlo completo.
Nota: La compilación de datos para este artículo terminó en la segunda semana de enero de 2019.