Hoy hablamos de Xbox Game Pass y la revolución que puede suponer este servicio para las arcas de Microsoft y Xbox. Así ha evolucionado.
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Convergencia, una palabra que los usuarios de Xbox empezamos a escuchar a partir de 2014 y que terminó por convertirse en un pilar para la Microsoft actual de Satya Nadella. Para algunos una pérdida de la exclusividad que históricamente han tenido las videoconsolas, para otros una forma de aportar un continuo valor añadido al jugador. Un concepto que ha ido madurando y creciendo hasta materializarse en apuestas como Xbox Game Pass. El servicio de suscripción de Xbox apareció por sorpresa para quedarse y puede que su llegada marque el futuro de la compañía más de lo que parece.
Todo el que viese el pasado X018 pudo darse cuenta de que el servicio Xbox Game Pass se ha convertido en una de las puntas de lanza de Microsoft a la hora de buscar nuevos clientes y de fidelizar a los existentes. Fueron muchos minutos de la retransmisión entregados a este servicio como para obviarlo, con jugosos títulos engrosando el servicio, desde PUBG y Hellblade, hasta el inminente Crackdown 3 o el esperado regreso de Ori. Resulta ahora curioso recordar cómo el servicio se presentó en un frió martes de febrero de 2017, sin filtraciones, preámbulos ni la fanfarria de las grandes conferencias de un E3. Un simple anuncio en el blog oficial y desde entonces, un continuo desfilar de grandes propuestas engrosando el servicio.
Xbox Game Pass es el futuro de Microsoft
El servicio por suscripción es el futuro, no lo podemos negar. La fórmula “come todo lo que puedas por un único pago” causó muchas indigestiones en los bufés de los ochenta, pero sigue resultando igualmente atractiva hoy en día, da igual en qué campo sea. ¿Quieres estar al día de todas las novedades en tus series favoritas? Ahí está el modelo Netflix. ¿Leer todos los últimos lanzamientos literarios? Prueba Kindle Unlimited. ¿Tener barra libre en todos los envíos? Pues Amazon Prime.
El largo camino hasta llegar a Game Pass no siempre ha sido fácil para la compañía, quizá no supieron explicar al usuario cual era la visión de proyecto, desconcertando a parte de su fanbase. La citada convergencia exigía compartir los buques insignias con la otrora Tienda de Windows, rompiendo el status–quo de exclusividad que siempre habían mantenido las videoconsolas. La retrocompatiilidad, el concepto “beyond generations”, o Xbox Play Anywhere, han sido pequeños pasos hacia el futuro en la hoja de ruta de la multinacional. Un futuro que ya se puede vislumbrar con la suficiente claridad, un futuro donde la propuesta de juego en streaming a través de Azure y los juegos como servicio convivirán con un hardware tradicional.
Quizás algunos usuarios puedan pensar que no deja de ser un servicio más, que es algo accesorio y que depende de cada jugador aceptar la propuesta o no. Podría ser así o, quizá, leyendo entre líneas y observando ciertas tendencias, podríamos llegar a afirmar que Xbox Game Pass puede marcar el devenir de la marca en los próximos años. Quiero matizar esto último comparándolo con el producto televisivo que más audiencia mueve. Un símil que mi compañero Alberto ya mencionaba en su artículo.
https://www.youtube.com/watch?v=uv-obCIpxcE
Ya no es extraño escuchar las ingentes cifras que mueven estas super producciones audiovisuales. Hace poco pudimos saber que Amazon invertirá 1000 millones de dólares en llevar el señor de los anillos al formato episódico, una cifra que triplicaría la inversión de muchos blockbuster para el formato cine. Esta fuerte apuesta no es exclusiva de Amazon, reflejando un escenario de dura competencia y estratosféricas inversiones por parte de los operadores, en vez de contratar productos de terceras productoras. Extrapolando esta situación a la realidad y, sobre todo al momento que atraviesa la marca Xbox, no es muy extraño sacar conclusiones.
La llegada de Xbox Game Pass coincide con un incremento exponencial en inversión sobre Xbox. Desde el anuncio del servicio en febrero del año pasado, seis nuevos estudios han sido adquiridos para la marca, mientras un séptimo se ha creado sin reparar en gastos a tenor del prestigio de los trabajadores incorporados. Además, ya sea mediante susurros o mensajes explícitos, muchos insiders y voces autorizadas de la industria han pronosticado que esta expansión podría ser aún mayor en el futuro.
Basado en el contenido propio en cualquiera de los dispositivos que te rodean. Xbox Game Pass promete marcar el futuro de Microsoft en su sección de videojuegos.
Y es que ya hay numerosas contrataciones de personal en los estudios existentes como Ninja Theory, podríamos estar hablando de equipos que manejasen dos proyectos al mismo tiempo o incluso hasta la posibilidad de tres para Playground Games. Todo esto da como resultado una producción ingente de software a unos años vista sin depender de estudios externos o sub-contratados. La política de contar con los grandes lanzamientos de la compañía desde el día de lanzamiento en la oferta de la suscripción, brindaría un torrente continuo de juegos y material suficiente para tener algo a lo que jugar por siempre. Esta llegada masiva de producto first party disminuye la necesidad de tener que contar con editoras externas y, por tanto, de repartir el porcentaje que estas se llevan del pago de la membresía.
Además tenemos que empezar a hacernos a la idea de la llegada del servicio a cualquier dispositivo en un futuro cercano, algo que ha ha sido garantizado en multitud de ocasiones por Microsoft. Impulsada sobre la poderosa red de servidores Azure, la compañía quiere hacer llegar su librería sin que el hardware sea obstáculo alguno. Ya se han hecho públicos prototipos de mandos con los que se puede jugar con la comodidad de una consola tradicional en formatos como los teléfonos móviles y tabletas.
First party, Xbox Anywhere, Beyond Generations… son conceptos que se han repetido hasta la saciedad en la etapa más tardía del mandato de Phil Spencer. Eslóganes que parecen materializarse en una nueva forma de entender el entretenimiento digital y que, finalmente, han tomado forma en un servicio como Xbox Game Pass. Mayor producción propia, juegos de todas las generaciones y libertad para jugarlos en cualquier lugar, son el futuro de la sección de Gaming de Microsoft, del que sólo hemos visto la punta del iceberg.