El nuevo Watch Dogs 2 ya está con nosotros, con un gameplay renovado y adictivo, dejándonos con uno de los mejores juegos del año.
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Ubisoft sentenció su vinculación con la nueva tecnología cuando en 2014 lanzó uno de sus juegos más ambiciosos hasta la época, Watch_Dogs. El título escaló desde lo más bajo hasta lo más alto de nuestro hype, en una campaña publicitaria extraordinaria y haciéndonos ver que el juego tenía una inmensa calidad de gameplay en un contexto inexplorado hasta la fecha: ser auténticos hackers.
No resultó ser tan bonito al final. La gran cantidad de expectativas generadas hacia el juego hizo que el resultado no fuese más que un juego lineal, con un apartado gráfico downgreado a lo que habíamos visto en las exposiciones de CGI y gameplay anteriores y mucho más. El descontento fue brutal para muchos, pero Watch Dogs supo ganarse el aliento de otros tantos, sobretodo cuando dejaron pasar la fiebre. Por suerte, el primer título supo asentarse, y su historia embaucó a más de uno, haciéndolo su juego favorito de 2014, y con razón.
Si pensáis que Watch Dogs 2 iba a estar en sintonía con su predecesor, estáis equivocados. Si el primer título de la saga es un buen juego, agarraros bien al asiento, porque Watch Dogs 2 es todo lo que debió ser Watch Dogs 1 y más. Ubisoft ha dejado preparado y listo su mejor juego del año, siendo estas unas palabras fuertes, sabiendo que en su line-up está Tom Clancy’s The Division o Far Cry Primal. El feedback hecho por los usuarios en 2014, respondiendo y creando preguntas y sobretodo la forma de ejecutarlas han sido la clave del éxito del juego que hoy tenemos delante. Watch Dogs 2 es inmersivo, no tan lineal como el primero, con multitud de acciones a completar, con una San Francisco arrebatadora, un apartado gráfico pulido y con una actitud moral ejemplar.
Nuestro protagonista es Marcus Holloway, un activista hacker experimentado, que quiere entrar en una asociación de hackers letales llamada DedSec. ¿Su intención? Desconectar por encima de todo el sistema de vigilancia principal que conecta toda la ciudad, regentado por Blume y su líder. Mientras su grupo y el propio Holloway se internan en los recovecos de la empresa de seguridad informática, comienzan a saber que controlan mucho más de lo que ellos pensaban. En Watch Dogs 1, la sed de venganza y justicia movían a Aiden Pierce en una triste Chicago, ahora, la saga ha tomado un estilo más desenfadado, donde más que la justicia individual, prima la sensación de estar haciendo algo para alguien, y de paso, pasándotelo bien hackeando hasta robots de cocina.
Os encantará la perfecta localización al castellano del juego en todos sus personajes y prácticamente hasta todos los NPC’s que podemos encontrarnos por San Francisco. Una pena que los subtítulos tengan problemas, si os gusta jugar con ellos, a pesar de que estén en español, veréis que en muchas ocasiones habrá fallos en ellos. ¿Listos para saber qué hay detrás de Watch Dogs 2? Bienvenido a San Francisco.
Apartado Técnico
Los precedentes de Watch Dogs eran ambigüos, el anterior juego fue vendido como una máquina y portento gráfico, y tuvimos un juego que acabó estando en la línea de lo que había en la generación, con acabados opacos en una Chicago lúgubre que parecía de todo menos tener vida. Cambiad el chip, porque la sensación al entrar en Watch Dogs 2 es totalmente distinta. San Francisco luce espectacular, la gama de colores elegidas como filtro para este juego ha sido acertada de lleno. Las primeras sensaciones son fantásticas atractivas a la vista y dan ganas constantes de hacer capturas para lucir paisaje con tus compañeros y amigos.
Pero si entramos en lo más técnico, deberíais saber que Watch Dogs 2 se presenta a una resolución de 900p con unos 30 fps en su modo campaña realmente estables. La sensación de estar ante un juego smooth -o fluído- se nota claramente con los primeros minutos de juego. A pesar de la estabilidad casi férrea de los 30 fps, vemos algo de popping, en muchas ocasiones de interacción con objetos hackeables o con personajes, sobretodo con el protagonista, Marcus Holloway. No es algo nuevo en Ubisoft pero quizás está muy presente. La parte más modesta se la lleva el tearing, que por desgracia puede verse en algún que otro momento de acción, aunque no os asustéis, quizás ni os dais cuenta, porque son apenas unos milimetros de descolocación, y normalmente estaréis ocupados mirando a vuestro blanco, aún así, es algo a tener en cuenta.
La peor parte se la llevan los efectos de luz, que aunque estén increíblemente bien trabajados, tienen un grave problema con las sombras. No nos hará falta ir muy lejos para ver que las sombras en Watch Dogs 2 son algo… toscas. Tríangulos generados de la nada, bordes de picos para estructuras lisas y un largo etcétera que podréis ver a simple vista. La dinamización de estas sombras es fantástica, pero el acabado en objetos estáticos o en algunos personajes cuenta con las características que os hemos contado. Esto no quita que el juego se vea bien, y la estancia en San Francisco es preciosa.
La Banda Sonora Original sigue en la línea de la primera entrega, sonidos acuosos que dan la sensación de estar entre el cableado, efectos electrónicos y huecos, por no hablar de los efectos que nos traen los objetos, chirridos, explosiones, motores, y un incesante zumbido eléctrico de nuestra Taser que son un lujo escucharlos. Aparte, con nuestro móvil podremos optar a tener una banda sonora, aunque esta vez No Original, mucho más amplia. La radio del coche puede ponerse en cualquier momento gracias a nuestro móvil, donde tendremos gran cantidad de canales, desde rock hasta pop pasando por el canal de música clásica. Además, si os gustan las canciones -que a muchas os engancharéis- tendréis dentro de vuestro móvil virtual, la opción de un Shazam interno, llamado SongSeak, que os da el nombre de la canción que está sonando en tu coche, en tu radio, por la calle, en una tienda o donde sea, y se añadirá automáticamente a tus canciones obtenidas. Un punto que agradecemos sin duda.
Jugabilidad
Watch Dogs 2 es divertido, miréis por donde lo miréis. La gran cantidad de operaciones de hackeo se ha multiplicado a lo que nos ofrecía en la anterior entrega, y ahora realmente parece que estamos delante de algo grande. Marcus Holloway domina las técnicas del hackeo desde el minuto 1 del juego, por lo que nos sentiremos realmente poderosos desde el comienzo, y la primera misión es nada más y nada menos que hackear un sistema desde dentro de la central de Blume. Se puede decir pronto, pero el hecho de saber que somos experimentados desde el principio hace aún más realista la inmersión al juego, el tutorial ya de por sí es una misión propia, no un simple nivel de manejo de las mecánicas.
Cada momento de Watch Dogs es divertido. Y eso, lo hace un buen juego - ¡Comparte!
Como hemos dicho, la cantidad de opciones a hacer con el sistema de hackeo es bastante extensa, y al comienzo puede ser bastante agobiante tener demasiadas cosas a tener en cuenta – que si hackear la terminar para conseguir acceso, que si desbloquear el bypass, que si tener en cuenta que el enemigo está dormido, ver que no esté viendo ninguna cámara de seguridad, controlar las opciones a control remoto mientras estás atento al personaje, tener acceso al móvil mientras conduces o elaboras alguna misión un largo etcétera-. Se hace agobiante, no os mentiremos, pero a medida que pasan las misiones, gran parte de la complejidad de ellas residirán en saber en qué sitio ponerte para que nada interfiera en la búsqueda de acceso a donde debéis ir -y no gastar los puntos de hackeo, que sin ellos no podréis utilizar las habilidades-, y a pesar de la multitud de opciones, tendréis más aún a medida que vayáis desbloqueando las habilidades por puntuajes, que ahora mismo os explicamos.
Para alcanzar la mayor popularidad posible entre la gente corriente y la no tan corriente, los chicos de Dedsec, tu grupo inseparable de amigos y Marcus, debéis hacer determinadas misiones con repercusión hacia la población, desde atacar a una nueva secta, hasta infiltrarnos en el mismísimo Sillicon Valley y muchísimo más. Cuantas más misiones hagas, más seguidores -cual Twitter- tendrás. Más seguidores, más puntos de investigación, que se traducen en más habilidades a desbloquear, desde controlar a bandas callejeras, hasta poner niveles de búsqueda policial a personas la ciudad para distraer la atención, hasta detener el tráfico o causar tipos de explosiones más fáciles. Un sistema de niveles perfectamente mapeado a nuestro gusto, que también tendremos que explorar la ciudad para conseguir muchos de ellos, no solo nos restringe a las misiones, por lo que nos añade muchísimas horas de juego antes del final del mismo.
Otra característica importante que añade este Watch Dogs 2, que fue mostrado en los tráilers, es el cuadrirrotor -o dron para los amigos-. Una mecánica, que mezclada con el Saltarín – la cámara mecánica con ruedas que también aparece en Tom Clancy’s Rainbow Six Siege-, nos permitirá hackear a distancia, o ver cómo está la situación fuera de nuestro alcance de visión. Conseguir el dron no será fácil, y os recomendamos encarecidamente que si estáis teniendo problemas a la hora de seguir las misiones con sigilo, recolectéis y robéis mucho en las cuentas bancarias ajenas, porque necesitareis mucho dinero para conseguir nuestro querido Dron, y os aseguramos que vale la pena, y es necesario para multitud de misiones en la recta final del juego.
La parte de la bahía de San Francisco, el lugar donde sucede todo el juego, requiere estilo, y eso se traduce en que tendremos que tener a Marcus al día de la última moda, así que ahorrad y compraros ropa de todo tipo, vended lo que robéis en las guanteras de los coches en la casa de empeños o haceros con un coche en determinados concesionarios, porque el juego se ha convertido en una ciudad totalmente con vida, un aspecto lúdico que se nota muchísimo respecto al anterior juego. Un apunte: la mejor camiseta es la de donuts.
Una cosa que nos encanta de Watch Dogs 2 son los valores morales que ha desplegado a partir de su gameplay. Cuando Ubisoft dijo que podríamos pasarnos el juego sin matar a una sola persona, lo decía en serio. Si bien en otras ocasiones esto va ligado al sigilo, esta vez podréis entrar «a saco» y a un así no haber matado a nadie en todo el juego. Esto es debido al arsenal de armas que tiene el título, que a pesar de no ser excesivamente extenso, tiene un arma que captará rápidamente nuestra atención, el Taser -o pistola eléctrica- que deja inconscientes a los guardias o enemigos humanos que tendremos delante. Esto significa que podremos dejarlos dormidos y no haberlos matado y aún así no haber hecho «sigilo» en la misión sin haber matado a nadie. Aunque tened cuidado, los ‘taseados’ se despertarán a los 4-5 minutos de haberles proporcionado el disparo. Sed cáutos.
En el primer título de la franquicia, vimos el manejo de conducción un tanto tosco, y se ve que Ubisoft aún no ha dado con el punto exacto, que, a pesar de haber mejorado bastante respecto al primero, sigue teniendo ciertos problemas al ser bastante estático. Ellos mismos saben que el juego no va de conducción, así que nos ha dado todo lo necesario para conducir lo mínimo, dándonos a elegir si queremos conducir o no. Sólo se limita a las misiones, y nunca serán distancias enormes, el hecho de conducir, por lo demás, podréis hacer viaje rápido a los puntos clave. Un punto a favor que hace el juego muy dinámico y que acoge a un target muy amplio.
Cámaras de vigilancia, hackeo a distancia o hackeo físico, completar puzles de bypass -son puzles que deben resolverse en determinado tiempo (en ocasiones) para desbloquear puertas, tal y como ocurría en el primer título, pero que en este son realmente fáciles-, escapar de los enemigos, hackear terminales o escuchar conversaciones de personas. Las misiones de Watch Dogs 2 siguen siendo lineales, no esperéis un cambio multitudinal, porque las mecánicas son las que son. Distintos enemigos, distintas metas y distintos objetivos en cada misión, pero el protocolo de actuación normalmente suele ser el mismo. El hecho de tener bastantes más mecánicas que el primer título, hace que no sea horrorosamente lineal, pero no os engañéis, sigue siéndolo hasta cierto punto, algo que entendemos que debe de aparecer en juegos de este tipo. A veces, se vuelve incontrolable debido a los desajustes con la IA, no es que estén muy avispados nuestros enemigos, aún sabiendo que tienen que atrapar un hacker, estarán descontrolados en multitud de ocasiones, un gran fallo que aún se ve poniendo al máximo la dificultad de vuestro juego.
Duración
Infinita, no tiene más palabras. Lo que Watch Dogs 2 puede ofrecernos es infinito en muchos términos. Lo primero a mencionar es la gran cantidad de misiones secundarias que hay, que pueden encontrarse en cualquier punto de la ciudad, mientras hackeas alguna conversación de algún transeúnte, o tus propios colegas te las desbloquean. Una cantidad enorme y con objetivos de todo tipo -hasta infiltrarse dentro de las propias oficinas de Ubisoft para robar el tráiler de un juego-.
San Francisco no es excesivamente extenso, y podréis recorrerlo en minutos, pero aún así está plagado de entresijos, material coleccionable, piezas de investigación y mucho más que lo único que hará es extender la experiencia de vuestro juego. Carreras de coches, de motos, misiones donde eres el taxista y muchísimo más que son objetivos secundarios pero que son adictivas y nutren aún más la duración del juego.
Aunque no hablemos del multijugador. Durante esta review, no se ha probado el multijugador del juego de ninguna manera, ya que Ubisoft anunció el día de salida que no estaría el formato permanente aún habilitado. El juego puede hacerse en multijugador, donde aparte de las misiones en cooperativo, podremos tener interacción con otros jugadores en una pelea de hackers. Algo que es una gran baza del juego y aún nadie lo ha podido probar. Aún así, el cooperativo cerrado está disponible, pero con problemas de ejecución, también debido a los problemas que Ubisoft comentan. Puesto que no puede valorarse este multijugador,sólo inferiremos que tendrá mella en la duración del juego.
Conclusiones
Marcus Holloway sigue la estela de Aiden Pearce en un título más gamberro, desenfadado, menos profundo en cuanto a historia y con un Marcus algo menos carismático que Aiden. La misión, clara y precisa de derribar Blume y su sistema de seguridad ctOS, es inherente y simple, pero efectivo para pasar un buen rato en una zona de la bahía de San Francisco perfectamente ambientada.
Watch Dogs 2 hace bien, todo lo que su primera entrega hacía mal - ¡Comparte!
Como hemos dicho Watch Dogs 2 es todo lo que Watch Dogs 1 tuvo que ser, su estética, su gameplay adictivo y la infinidad de cosas que hacer hacen que el juego esté vivo, y más a la espera de que el multijugador funcione.
Ciertos problemas técnicos y la linealidad convexa de las misiones – no lineales al principio y al final del juego pero sí entre medio- y la dificultad de algunas situaciones -bypass fáciles, misiones bastante asequibles y una IA algo mediocre -, hacen que el juego tenga flacos puntos en contra, pero que se ven pulidos con un apartado gráfico fantástico, un lavado de cara a la saga con mecánicas exquisitas y adictivas y un humor tolerante -no queremos destriparos nada-.
Watch Dogs 2 se cuela en uno de los juegos del año, sin duda, y recomendado para todo videojugador, a esperas aún del multijugador, que pinta adictivo.
Pros | Contras |
* Mecánicas renovadas. | * Fallos en sombras y ciertos aspectos técnicos. |
* Aspecto artístico y gráfico muy pulido . | * La IA es tosca a más no poder . |
* Personajes y humor más desenfadado…. | * … pero con un Marcus poco carismático. |
*Gracias a Ubisoft por habernos proporcionado el material para la review.