Verdun es un shooter multijugador basado en la primera guerra mundial y especializado en las trincheras que se acaba de remasterizar con una mega-actualización.
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El caso de Verdun es un tanto especial, sobre todo para los usuarios de Xbox One. A principios de marzo de 2017 analizábamos el paso de este título que gozaba de un moderado éxito en Steam a la consola de Microsoft… con nefasto resultado. Como podéis leer vosotros mismos en este enlace, Verdun era un cúmulo de errores técnicos, sin embargo, a pesar de todo, se vislumbraba un juegazo multijugador que usaba las trincheras como nunca antes lo había hecho, un joya muy en bruto o como citábamos en la review: «Verdún tiene un brillo oculto que un serio pulido técnico podría sacar a relucir«.
Pues probablemente hemos llegado a ese día en el que Verdún ha empezado a relucir, e incluso lo hemos podido comprobar por nosotros mismos todos los cambios, que empiezan a hacernos entender el porqué 1,5 millones de jugadores han comprado Verdun en Steam. Desde luego, los propios miembros del estudio lo llaman remasterización, porque esta actualización, repetimos, totalmente gratuita, cambia absolutamente todo el juego. No su sistema en sí, que también sufre muchas mejoras, si no en el tema técnico, donde ahora es mucho más sólido.
Estos son los cambios más importantes:
- Nuevo aspecto – Todo desde la interfaz de usuario a los modelados de los personajes ha sido rehecho. Han añadido un nuevo sistema gore, un sistema de tutorial mejorado y mejores controles.
- Nuevo contenido – El Mapa de St. Mihiel es un nuevo campo de batalla lleno de madera y dos nuevas patrullas (Los tiradores Senegaleses y los ANZACS) que traen nuevas armas como el temido machete y el raro revolver automático Webley-Fosbery.
- Actualizaciones de audio – Muchos sonidos han sido rehechos con grabaciones de auténticas armas de la Primera Guerra mundial y nuevos sonidos de ambiente que aumentan la atmósfera de guerra real.
- IA de aliados y enemigos – Hasta 24 bots podrán unirse a las batallas en el modo Frentes de Guerra y ayudarán a llenar los servidores online. Incluso puedes configurar tus propias batallas offline para que los bots usen las patrullas de tu elección.
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Verdun, la Primera Guerra Mundial más cruenta
Como veníamos diciendo, desde el pasado día 6 de diciembre, Verdun se ha remasterizado por completo y como tal, hemos podido aprovechar unas buenas horas para contaros nuestras impresiones. Por fin, el apartado técnico no es problema que tape la experiencia que M2H & BlackMill Games tenían planeado para los jugadores de Xbox One. Solo hay que probar unos pocos minutos al modo Frente de Guerra (Frontlines) para quedarse enganchado durante horas.
En relación a lo técnico ahora Verdun por fin luce mucho mejor, con una definición muy alta, que permite identificar a los enemigos desde muy lejos, algo muy importante para no ser derribado pronto. Es cierto que las armas suenan más contundentes, las explosiones mas realistas e incluso ¡hemos huido de una trinchera al oir una granada caer dentro! Lo cierto es que la experiencia realista que proporciona resulta bastante adictiva, a pesar de ser un juego con unos controles lentos y un personaje que parece casi un tanque en su manejo.
Sin embargo, ese manejo es el que le da vida al título, porque precisamente si recibes un solo disparo, estás muerto. Y las armas normalmente suelen ser rifles de cerrojo, algo típico en la primera guerra mundial (una realidad muy alejada del frenetismo de Battlefield 1 con múltiples armas automáticas). Y por supuesto, no tendremos mirilla alguna, tendremos que apuntar centrando el arma y no mover un pelo para que la bala vaya donde queramos. Es muy fácil errar un tiro, y es muy normal que si tienes el enemigo justo enfrente no te de tiempo de repetirlo.
Acción multijugador en trincheras
Si tuviéramos que definir Verdun en un género sería sin duda el de la «acción multijugador en trincheras». No hay edificios, no hay montes, no hay nada, porque las bombas lo han arrasado absolutamente todo. Estos eran los auténticos escenarios de guerra en 1914 y tu mejor cobertura era un agujero lleno de barro y un buen casco. Todo lo que sea exponerse es casi una muerte segura, por eso será necesario agruparte con tu pelotón y hacer piña para ir atacando el frente desde el mismo sitio. Costará, pero una vez nos podamos meter en las trincheras enemigas, el combate cercano y de contacto será muy común.
No podemos dejar de repetir que la sensación de control del personaje y del apuntado es muy pesada, sobre todo en los primeros minutos no sabrás ni por donde te llegan las balas, pero una vez le coges el tacto, empiezas a comprender porque imprimir un poco más de velocidad a los jugadores, perjudicaría muchísimo a la jugabilidad. En esencia, no podrás evitar que un buen tirador encuentre una posición ideal para diezmar a tu equipo, pero si que el típico «rush player» que entra como un elefante en una cacharrería confiando en sus reflejos inhumanos no tiene tanta ventaja sobre el resto.
Desde luego, este modo de Frentes de Guerra es el que más recomendamos, porque entre otras, desde el menú ya se respira ese aire a guerra auténtica: podremos unirnos a la partida desde una patrulla ya creada que podremos ver en un desplegable, podremos unirnos directamente al servidor que queramos y allí elegimos, podemos incluso en el propio mapa ver los pelotones y los frentes que están atacando, una idea muy interesante a la que ahora mismo en Xbox One le hacen falta más jugadores, sobre todo porque nos ha costado ver en los servidores europeos una partida llena con 32 jugadores, el máximo permitido.
Un sistema de niveles de jugador, de pelotones, con puntos para desbloquear las armas disponibles e incluso la posibilidad de pedir ser el jefe del pelotón si no te ha tocado (cada miembro tendrá una configuración diferente) para poder dar órdenes de ataque, artillería o cubrir las trincheras de gas venenoso. Lo cierto es que Verdun lo tiene todo cubierto y las horas invertidas compensan con la evolución de tu personaje y eso que ni siquiera hemos tenido en cuenta que también tiene un modo offline para jugar tu sólo contra bots de la IA o un todos contra todos, que se convierte en una auténtica locura poco recomendable para los menos duchos.
Verdun, una joya oculta en la Microsoft Store
Nos alegra muchísimo ver como un juego recibe tal mimo y cuidado después de 2 años de un lanzamiento realmente desastroso en Xbox One. No solamente trae mas contenido o una mejora en sus sistemas, es que el juego a nivel técnico realmente parece remasterizado. Como bien he dicho al comienzo, solo hay que darse una vuelta por nuestro análisis original y ver las capturas comparadas con estas, también, hechas desde una Xbox One X, donde el juego se beneficia de el aumento de resolución para ver mejor a los enemigos desde lejos.
Verdun no es Battlefield 1 ni pretende serlo. Tampoco la panacea multijugador. Pero si que plantea un título original, más pausado que de costumbre y sobre todo, realista. Algo que en PC prodiga más, pero en consola es extremadamente raro ver. A pesar de sus animaciones algo toscas o lo simplista de su propuesta, hay escondido un enorme potencial de vicio si te gusta la temática. A nosotros, desde luego, esta segunda vuelta con la mega-actualización, nos ha encantado.
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