La decisión de posponer el juego hasta mayo de 2026 borra 4.000 millones de dólares en valor bursátil.
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El anuncio del retraso de Grand Theft Auto VI al 26 de mayo de 2026 ya ha comenzado a tener consecuencias fuera del terreno de juego. Según los primeros datos del mercado, la noticia ha provocado una caída del 11 % en el valor de las acciones de Take-Two, lo que equivale a una pérdida de unos 4.000 millones de dólares en capitalización bursátil.
Aunque el mercado aún se encontraba en fase de preapertura en el momento de conocerse la noticia, las operaciones previas ya mostraban un retroceso claro respecto al cierre del día anterior. El impacto responde a las expectativas que el juego había generado entre los inversores, alimentando la subida del valor de la compañía en los últimos meses.
Un golpe directo a las previsiones anuales de Take-Two
El retraso tendrá un efecto inmediato en las previsiones financieras del editor, que ahora se verá obligado a ajustar sus objetivos para el ejercicio fiscal. La expectativa de ingresos ligada al lanzamiento de GTA 6 era uno de los pilares centrales en la hoja de ruta de Take-Two, por lo que la revisión a la baja parece inevitable.
De momento, Rockstar no ha anunciado ningún nuevo avance ni cambios en su estrategia de comunicación, aunque un relanzamiento promocional más cerca del estreno podría ayudar a estabilizar la situación. A medio plazo, la industria observará de cerca cómo evoluciona el mercado, teniendo en cuenta que cada nueva entrega de GTA afecta directamente a la planificación de lanzamientos y ventas de hardware.
