De cara al estreno de Return to Monkey Island, te invitamos a recorrer con nosotros una historia de más de 30 años.
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El PC como plataforma de juego puede ser algo común ahora, y hasta de elite, para algunos, pero lo cierto es que hace algunos años, el catálogo de juegos de computadora tenía muy pocos referentes, Wolfenstein, Doom, Dune, y un género que era marca registrada de los que se sentaban detrás del ratón y teclado tipeando líneas de comando en MS-DOS: las aventuras gráficas.
Los primeros juegos de ese estilo eran juegos basados exclusivamente en texto, con la posibilidad de elegir una opción y ver cómo se desarrollaba la historia, como si se tratase de un libro de «Elije tu propia aventura» pero digital. Ahora que lo pienso, quizás sin saberlo, estos desarrolladores fueron los cimientos del e-book. Con el paso del tiempo, aquellos títulos evolucionarían en las llamadas aventuras gráficas, con LucasArts (hoy LucasFilms Games) a la vanguardia y con Monkey Island como referente.
El anuncio de una nueva entrega de las aventuras de Guybrush Threepwood (un gran pirata) con su creador original Ron Gilbert nos dibujó una sonrisa a los más viejunos y quizás sea el mejor momento para echarle un vistazo a la saga y ver cuál ha sido su evolución desde el primer -un tanto rudimentario- juego hasta estos días. Acompáñenme mientras degustan un Grog, cortesía de la casa.
Un viaje a un pasado de piratas con Monkey Island
Yo soy goma, tu eres cola: el primer Monkey Island
Antes de Monkey Island, LucasArts daba sus primeros pasos con Labyrinth, un juego basado en la aclamada película de David Bowie que arrasaba en popularidad en los más jóvenes del mundo. La calidad del título era evidente tanto en la jugabilidad como en el apartado técnico permitiéndoles a los jugadores elegir las acciones a través de una ruleta de palabras, algo nunca antes visto en ese momento.
Apenas un año después de ese lanzamiento llegaría Maniac Mansion permitiéndoles a los jugadores elegir las acciones con el ratón, sin necesidad de un texto. El juego fue creado por Ron Gilbert y Gary Winnick y la idea era crear una sátira de las películas de terror, un objetivo que lograron con creces gracias a sus diálogos y a la narración en general de la historia.
Esa misma estructura llegaría en 1990 a The Secret of Monkey Island, de la mano de Ron Gilbert, Tim Shafer y Dave Grossman, que tomaron las bases de Maniac Mansion y las multiplicaron por un millón. El humor absurdo y los personajes fuera de lo común volvieron a estar presentes y fueron gran parte del éxito, pero no hay dudas de que la interfaz gráfica revolucionó el género, y aquellos afortunados que podían jugar con alguna placa Soundblaster instalada, también se encantaron con la música de Michael Land que compañaba las fases.
Monkey Island 2: Lechuck’s Revenge
Un año después, en 1991, LucasArts lanzaba el que para muchos (me incluyo) sería el mejor juego de la saga: Monkey Island 2: LeChuck’s Revenge. Si bien esta entrega no se desprendía mucho de su predecesor, tenía aún más elementos de comedia y mejoraba muchísimo más la interface.
A pesar de ser notablemente mejor que el original, a nivel comercial fue un fracaso y el estudio les indicó a los creativos que para el próximo proyecto debían apartarse de ese humor tan característico de la saga, lo que, entre otras cosas, hizo que Ron Gilbert se despidiese de su creación hasta la nueva entrega recientemente anunciada.
No hay dos in tres: The Curse of Monkey Island
Pasaríamos varios años sin Guybrush pero en 1997 finalmente llegó The Curse of Monkey Island, que si mal no recuerdo venía en 2 CDs, y aprovechaba bastante bien las bondades tecnológicas de la época. Diseñado por Bill Tiller, el juego mostraba unos gráficos mucho más caricaturescos que en las entregas anteriores y en una suerte de cellshading pintado a mano. Esta tercera parte de la historia fue la primera en darle voces a los personajes, con un gran trabajo de Dominic Armato en el papel de Guybrush.
El juego contó con el mismo sistema de acciones de otro gran juego de LucasArts, Full Throttle, lo que lo hizo mucho más accesible para el público. The Curse of Monkey Island cayó bien, y supo hacerse un lugar entre los recién llegados a la historia y a los que ya conocían muy de cerca este mundo.
Escape from Monkey Island
El último juego de LucasArts llegó en el año 2000 con otro cambio a nivel gráfico en la saga, que en este caso se vio claramente influenciado por la era en la que vio la luz, un momento en el que todo se iba a lo 3D. Como en el caso anterior, los desarrolladores echaron mano a otro juego de su cosecha y Escape from Monkey Island utilizó el motor GrimE, el mismo utilizado por los desarrolladores en el querido Grim Fandango.
Las críticas acompañaron al lanzamiento y las ventas fueron buenas, aunque no notables, pero ya se empezaba a notar que el género estaba en su ocaso y la falta de algo completamente innovador en la historia hizo que al día de hoy esta fuese la entrega más olvidada por los fans de la saga.
Lo último hasta ahora: Tales from Monkey Island
Tras la cancelación de un nuevo juego de Sam & Max hubo un éxodo masivo de desarrolladores que salieron de LucasArts para unirse a otras compañías, lo que dejó a Monkey Island navegando a la deriva hasta 2009, donde halló un puerto seguro en Telltale Games.
De la mano de Dave Grossman, Telltale lanzó episodios individuales de Tales of Monkey Island desde julio de 2009 a febrero de 2010 con un nuevo diseño artístico que lograba combinar, majestuosamente a mi parecer, los rasgos de las dos primeras entregas con las dos últimas, en una amalgama perfecta.
Las críticas le sonrieron a la producción que supo convertirse en la más vendida dentro del catálogo de los desarrolladores hasta el lanzamiento de Volver al Futuro.
Veremos cómo nos trata el nuevo Return of Monkey Island y lo que nos tienen preparados Ron Gilbert y compañía para un regreso muy especial para todos los amantes de este género.