Si te gustan los juegos de plataformas clásicos, Tembo es un juego que hay que probar. Su mecánica de juego trae muchos recuerdos de los juegos de los 90, y su toque de humor lo hace todavía más indispensable.
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¿Quién no ha añorado alguna vez aquellos clásicos juegos de plataformas en los que había que correr, saltar, matar a villanos a cascoporro y coleccionar monedas, anillos, diamantes o similares? Sí, aquellos juegos de vidas limitadas que terminaban cuando te mataban y que tenías que volver a empezar sí o sí. Los que ponías en pause cuando ibas a comer porque no había apenas puntos de control. Los que te entretenían tardes enteras y jugabas una y otra vez intentando conseguir el 100% de los objetos. Pues bien, ha llegado un nuevo héroe que nos regalará un buen remember de aquellos juegos, ¡aunque sin olvidarnos de que estamos en 2015, por supuesto! Así pues, pongámonos una cinta en la frente y vamos a prepararnos para guerrear con nuestro nuevo gran aliado: el elefante Tembo.
Tembo The Badass Elephant es la nueva propuesta de Game Freak, creadores de Pokémon.
Un lanzamiento que sorprendió en su momento por la gran diferencia de planteamiento entre su saga más conocida y el juego que nos ocupa pero que, sin embargo, resulta menos sorprendente si tenemos en cuenta que la misma compañía desarrolló juegos para Mega Drive como Pulseman o Magical Taluluto, dos plataformas de la época dorada de la consola de 16 bits. SEGA se ha encargado de distribuir el juego, y la verdad es que a una servidora casi se le cae la lagrimilla al ver las letras azules de la compañía ocupando toda la pantalla y presentando la inminente sesión plataformera.
Centrándonos en el juego, se trata de un arcade lineal 2.5D que nos cuenta la historia de Tembo, un elefante con pinta de malote y muchos tiros pegados que vive retirado del mundo tras una vida llena de grandes gestas bélicas. Ahora para él es el momento de descansar y comer cacahuetes, pero el peligro siempre acecha… Cuando la civilización se ve amenazada por el temible ejército Phantom, el general del ejército recuerda las antiguas proezas y decide llamar a su amigo Tembo para que le ayude, una vez más, a derrotar al enemigo. Sin dudarlo, sus amigos los pájaros le llevan volando hasta el campamento base, punto de partida de nuestra aventura. Allí le veremos aparecer con sus pinturas de guerra, su cinta en la frente y su bolsa de cacahuetes, listo para la acción. Desde luego, el humor no le falta a esta aventura.
Apartado técnico
El motor gráfico Unity ha sido el elegido para dar vida al mundo de Tembo, un mundo vistoso y con una amplia paleta de colores que recuerda a los antiguos plataformas, pero con una lograda profundidad de los escenarios y una estética de cómic que le hace ganar muchos puntos, dado el carácter humorístico del juego. De hecho, la historia prescinde de vídeos y se va narrando a través de secuencias formadas por viñetas de cómic que nos harán sonreír más de una vez. Durante el juego, el ambiente de cómic se consigue con onomatopeyas: “Boom” para las explosiones, “Ouch” cuando nos dan, o “Bada Bada Bada” cuando Tembo se marca un sprint, entre muchas otras. Los escenarios son diversos (ciudades, vías de tren, montañas, discotecas…) y los detalles artísticos están bien cuidados. La experiencia de juego es fluida, incluso en los momentos en los que la pantalla se llena de explosiones, derrumbes, enemigos caídos y onomatopeyas.
En cuanto a los efectos, podría considerarse también un guiño a los plataformas de los 90, ya que algunos sonidos recuerdan mucho a ellos, como los recuentos de puntuación o la recogida de cacahuetes. La banda sonora enfatiza el sentimiento bélico que desprende Tembo por cada poro de su gruesa piel, aunque no hay mucha variación y se acaban repitiendo un poco más de la cuenta. De todas formas, los efectos de sonido destacan bastante más y dan bastante vidilla, así que la música pasa a ser secundaria y realmente no es un problema que no haya un gran repertorio.
Jugabilidad
Es en este punto en el que Tembo The Badass Elephant nos regala un gran viaje a la nostalgia, tal y como comentaba en la introducción. Los movimientos de Tembo se basan en dos premisas básicas: saltar y atacar. Los diferentes tipos de ataque se explican en la primera pantalla a modo de tutorial, y en cuanto los dominemos no tendremos que aprendernos nada más, ya que las habilidades con las que empezamos son las mismas que con las que terminamos. Los quilos del paquidermo no son un problema para su maestría en el ataque, para la que demuestra tener una gran agilidad: con él podremos hacer embestidas, dar patadas mientras nos deslizamos por el suelo, dar martillazos con la trompa o incluso culazos a quien ose acercarse demasiado. No tendremos dobles saltos con los que superar grandes distancias, ya que Tembo puede ser muy ágil pero la gravedad es la gravedad, y su peso hace que tienda a caer. No lo olvidemos, es un elefante. Pero sí que podemos coger carrerilla usando la embestida como un sprint o mover las patas en el aire para aguantar un poquito más, al más puro estilo Yoshi.
Aunque los movimientos no varíen, sí que nos irán permitiendo llevar a cabo más acciones a medida que avancemos niveles, siendo el uso del agua una de las más indispensables. Lanzando chorros de agua con la trompa podremos abatir enemigos, apagar fuegos, hacer crecer nuevas plataformas que nos ayuden a alcanzar los puntos más altos e incluso regar las flores (que nos recompensarán con apetitosos cacahuetes). A lo largo del camino iremos encontrando algunos puntos para “repostar”, ya que el agua se agota con relativa rapidez y hay muchas plantas que regar. Pero ¡cuidado! A veces de las semillas que reguemos no saldrán flores sino enemigos sorpresa a los que no nos quedará más remedio que aplastar…
La dificultad del juego no puede escogerse, es automática, pero eso sí, con un nivel ascendente que en seguida nos quitará la idea de que es un juego fácil. Es cierto que al principio es posible pasarse las fases yendo a lo loco y sin tener que pensar mucho en los botones, pero poco a poco se van complicando las plataformas, los enemigos a batir y el paso de un nivel a otro. Me explico: llegados a cierto punto, es necesario matar a un número determinado de enemigos para seguir avanzando. Si hemos corrido mucho, no nos quedará más remedio que volver a entrar en los niveles ya superados para eliminar a todos los miembros del ejército Phantom, algo que no siempre será fácil. En cuanto a los villanos armados y a los jefes finales, presentan un sistema de ataque bastante mecánico, por lo que no deberían suponer grandes quebraderos de cabeza… siempre que nos paremos a analizar un poco la situación, tengamos paciencia y no sobrevaloremos nuestras capacidades, claro está.
Las vidas son limitadas (empezamos con cinco), y con cinco toques perderemos una. Pero conseguiremos más si recogemos la cantidad suficiente de cacahuetes, además de subir la barra de vida con algunos corazones repartidos en el escenario. ¿Os suena? Quizás a un erizo que recolectaba anillas para ganar una vida o a un fontanero que coleccionaba monedas por el mismo motivo… Tembo también recuerda a los legendarios plataformas cuando parpadea al recibir un toque o por los puntos de control, que los hay, pero no abundan. Nada de saves automáticos cada poco tiempo, o llegas al punto de control o empiezas desde el principio, sin tonterías, como en la vieja escuela.
Duración
Tembo The Badass Elephant no es un juego largo, una lástima. Está formado por cuatro mundos (que podemos ver en el mapa en forma de cacahuete de la base de operaciones): Shell City, Montañas de Greenville, Tierra Zappo y Fortaleza Phantom. En total hay 18 fases que pueden superarse en unas 4 horas. Por suerte, tenemos dos importantes motivos para echarle un par de horas más: rescatar a todos los civiles y matar absolutamente a todos los enemigos. A veces podemos elegir un camino que nos impida volver atrás y haga que perdamos la oportunidad de descubrir a más civiles secuestrados o infraestructura enemiga, lo que facilita la rejugabilidad del título.
Las clasificaciones online, con las que comparamos tiempo y puntuación de cada nivel, son otro aliciente para que Tembo vuelva a ponerse sus pinturas de guerra y salte al campo de batalla. Contando con estos extras, podemos hablar de unas 6 horas o quizá algo más, así que tampoco está tan mal teniendo en cuenta el precio del juego (12,99€).
Conclusión
Si te gustan los juegos de plataformas clásicos, Tembo es un juego que hay que probar. Su mecánica de juego trae muchos recuerdos de los juegos de los 90, y su toque de humor lo hace todavía más indispensable. Esto no significa que sea un juego que sólo vaya a satisfacer a los jugones veteranos, sin duda los más jóvenes disfrutarán también haciendo placajes y con la graciosa estética de cómic de la historia. Ver a Tembo en acción es casi tan divertido como manejarlo, así que sólo por eso, sólo por ver a Tembo dando martillazos y planeando en el aire con expresión solemne, vale la pena jugar a este juego.
*Agradecemos a Xbox por la copia del juego para la realización de este análisis.
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Gráficos55/100
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Jugabilidad71/100
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Duración65/100