En una entrevista concedida a The Guardian, durante estos días del E3, los dos máximos responsables de la división de juegos hablan del futuro.
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Con la pasada conferencia del E3 Microsoft quiso comunicar alto y claro su compromiso con los videojuegos. Era un cambio que venía fraguándose desde hace ya algún tiempo, y que cristalizó con el ascenso de Phil Spencer a vicepresidente ejecutivo de Microsoft el pasado verano. En una entrevista concedida al periódico The Guardian, y enmarcada dentro del E3, Phil Spencer y Matt Booty, los dos personajes más importantes de la división, han explicado, como y por qué se produjo este cambio. Aunque Xbox siempre ha sido importante para Microsoft, pero no siempre han tenido la misma libertad, o los mismos recursos. No es dificil de ver que tras el fiasco de la presentación de Xbox One, y la salida por la puerta de atrás de Don Mattrick, la división pasó por unos años bastante constreñida, y con el presupuesto recortado. Así cuenta la situación Phil Spencer.
Éramos como una banda de garaje, mientras no hiciéramos demasiado ruido nos dejaban tocar. Entonces Microsoft vio lo que realmente eran los videojuegos, 2.000 millones de jugadores potenciales a los que poder llegar con tus productos. Antes de que un niño trabaje con Word o use Windows, seguramente jugará con Minecraft.
Según Matt Booty, el ascenso de Phil Spencer fue un gran voto de confianza. Microsoft decidió «vamos a darles libertad, vamos a apoyarlos adecuadamente, vamos a financiarlos bien». A principios de esta generación, reconoce Spencer «lanzamos una consola que no era tan potente como la de nuestro rival, pero sí más cara por culpa del sensor Kinect». Ahora Microsoft busca la redención, y la reconversión en una máquina de producir software de calidad. Para eso han adquirido cuatro estudios, formado uno desde cero, y siguen dispuestos a ampliar la familia «siempre que encontremos un equipo bien liderado». El futuro de Xbox y la división de juegos de Microsoft es otro, y no podemos esperar a que se convierta en el presente.