La última pataleta de Jim Ryan nos deja nuevamente un espectáculo grotesco en el panorama de la adquisición de Activision Blizzard por parte de Microsoft.
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Es un circo. Sin más. El bochornoso espectáculo que estamos presenciando por parte de la Sony de Jim Ryan es triste. Si yo fuera un fan incondicional de la marca, estaría escondido en una esquina y con mis redes sociales cerradas. Y es que los argumentos que están saliendo a la luz por parte de los nipones dan mucha, pero mucha vergüenza ajena, y son difíciles de justificar.
Hemos visto de todo, incluso a la propia Sony quitar mérito a sus propias franquicias. Defender tu negocio es entendible, pero el cómo lo está haciendo nos da una pista de como es esta compañía por dentro, y que malabares como el palazo de prestar un juego que se marcaron en la presentación de Xbox One es nada menos que su ADN. Porque Sony es chabacana, cutre a veces, y ahora sabemos que también es mentirosa integral.
«Es que Xbox no quiere jugar conmigo en el parque, seño…»
La última que hemos podido conocer es que se quejan de que Microsoft no permite PlayStation Plus en sus consolas. Algo que es inverosímil por naturaleza. Pero es que además es algo que ni siquiera se han planteado ofrecer jamás. Según cuentan en el último informe desclasificado por la Autoridad de Competencia de Mercados en referencia a la adquisición de Activision Blizzard. Esta es su última pataleta.
La propia cita da tanta grima, que me está resultando casi imposible no reírme mientras estoy redactando estas líneas. Disculpame si pierdo cualquier forma profesional en el texto, pero es que… bueno, te la dejo para que valores.
La posición de Microsoft de que la disponibilidad de PC & Xbox Game Pass en PlayStation como la solución a todos los posibles daños causados por esta transacción suena bastante vacía, más si tenemos en cuenta que Microsoft no permite que PlayStation Plus esté disponible en Xbox.
El caso es que los japoneses están poniendo demasiados palos en las ruedas. Su estrategia ya no parece querer frenar la compra, sino retrasarla lo máximo posible para ganar competitividad mientras piensan qué hacer. Ante estos contratiempos, Microsoft ha propuesto a Sony que ponga sus lanzamientos día uno en su suscripción para así poder competir contra ellos.
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