Hacemos un repaso por todo lo que podría acontecer en el Xbox Games Showcase y cómo Microsoft tiene una oportunidad de oro para deslumbrar.
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Tras casi dos años de espera los fans más acérrimos de PlayStation ayer se llevaron un chasco, pues esperaban un mega evento con todos los rumores confirmándose o algún puñetazo sobre la mesa como Bloodborne 2 o algo más sustancial. Por nuestra parte, como fans de Xbox y usuarios de PC, fue una conferencia sensacional. Muchos de sus exclusivos llegarán a PC y aprovechamos para ver algunos títulos multiplataforma que harán nuestras delicias en el futuro, como Metal Gear Solid 3 Remake, ahora renombrado como Delta, Ghostrunner 2, Alan Wake 2 e incluso sorpresones como Dragon’s Dogma 2. Pero digámoslo sin paños calientes, ayer Sony se marcó «un Microsoft».
Los showcases de Xbox de los últimos años incluían un gran número de exclusivos que veremos en el futuro, pero se reparten y se diluyen tanto en el tiempo que pierden fuerza rápido, además, de que las presentaciones con CGI no tienen ya el mismo impacto que las que vienen acompañadas aunque sea de un fragmento «in-engine». Por supuesto, Xbox, al orientar los últimos años sus conferencias hacia Xbox Game Pass, la cantidad de títulos multiplataforma en sus presentaciones ha sido siempre alta, siendo un auténtico festival para todos los jugadores, en detrimento de los fans más verdes, que siguen esperando el «Ultimate-exclusivo-Sony-killer» de la vida.
La parcela de exclusivos de Sony pierde fuerza, y Xbox debe dar un golpe en la mesa
No hay tampoco que mentir. A pesar de que Xbox consigue mantener un interesante flujo de exclusivos que encima podemos disfrutar desde el primer día en Xbox Game Pass, los fans que ya disfrutamos de nuestra Xbox Series seguimos enganchados con todo lo que va saliendo en la plataforma, que no es poco. Pero hay que atraer a aquellos que no se conforman solo con los caramelos, sino que quieren una super mega tarta, como Sony o Nintendo con God of War Ragnarok o Zelda: Tears of the Kingdom son capaces de ofrecer a sus usuarios. Este año ya cuentan con la llegada de Spiderman 2, que promete ser otro melocotonazo y Xbox tendrá a Starfield y el nuevo Forza Motorsport enfrente, pero de igual manera, hace falta un golpe de impacto, algo que nos suba la moral, tras el sonoro fracaso que ha supuesto Redfall.
Incluso Marathon, el nuevo título de Bungie, es multiplataforma, tal y como prometió el desarrollador de Halo y Destiny, se mantienen independientes incluso con la financiación de Sony e incluso van un paso más allá, pues el juego tendrá cross-play y cross-save. No me malinterpretéis, es precisamente lo correcto, lo que debería de alegrar a más jugadores y lo que hace tiempo creo que la industria empieza a darse cuenta. Es muy sencillo, mientras más gente pueda jugar a tus juegos, más dinero harás. Y si Sony quiere ampliar su espectro con nuevos juegos de tipo servicio, le conviene que el título sea jugado por la máxima audiencia posible. Eso sí, no perderán de vista su objetivo de seguir con varios exclusivos potentes al año, pero el mejor es ejemplo es Concord, creado por los recién adquiridos Firewalk Studios.
Ahora es el turno de que Microsoft brille con fuerza en el nuevo Xbox Games Showcase del próximo día 12 de junio. Por delante está el Summer Game Fest con dos horas de anuncios para todos y que nos traerán muy buenas noticias, pero seguro que Phil Spencer se guarda algún que otro as en la manga para su propia conferencia. No obstante, sin siquiera contar con sorpresas, la alineación, esperada o no esperada de lo que ya sabemos, es absolutamente bárbara: Fable, State of Decay 3, Avowed, Perfect Dark, Hellblade 2, Project Mara, la vuelta de Gears… y todo eso sin contar con una posible aparición de Bethesda con algo nuevo, como un Wolfenstein 3 o un reboot de Quake. Las posibilidades son inmensas y está totalmente en sus manos rematar esta nueva tendencia de Sony sentenciando que a ese juego no nos gana nadie.