Evitar los cuellos de botella es algo más complicado que simplemente ampliar la memoria según el CEO de Umbra Technologies.
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Cuando se habla de los cuellos de botella en el mundo de los videojuegos se hace referencia a la memoria de las máquinas. Los desarrolladores temen encontrarse con uno de estos casi más que darse de bruces contra la fecha de la fase gold cuando todavía no han iniciado el testeo.
Hace ya unos años -tres concretamente- se pensaba que con 8 GB de RAM, Xbox One no sufriría de este mal, que los cuellos de botella no harían acto de presencia durante el desarrollo de un juego, al menos por un prolongado periodo de tiempo. Frente a ese optimismo apareció en escena Sampo Lappalainen, CEO de Umbra Technologies, para decir que esa cantidad de memoria no sería suficiente en el medio plazo.
Hoy el ejecutivo ha vuelto a hablar y lo que ha dicho sigue en la misma línea. Ha comentado que los juegos en PC ya están pidiendo hasta 12 GB de memoria, habiendo desplazado a los 8 GB a ser el requisito mínimo, por lo que los cuellos de botella vuelven a ser algo evidente según él.
Preguntado sobre el aumento de memoria de las las nuevas máquinas como Xbox Scorpio, Lappalainen ha asegurado que cuanta más memoria tengan mejor, pero ha avisado que para evitar los cuellos de botella eso solo no es suficiente. Según él, se requieren anchos de banda más rápidos porque si no se necesitará más tiempo para llenar la nueva y ampliada memoria, lo que podría conllevar ampliar los tiempos de carga.
El CEO de Umbra Technologies ha asegurado que su empresa está trabajando en una tecnología que ayudará a solventar estos problemas sin tener que encarecer el producto en el proceso.
