Una broma en nuestro podcast termina en el descubrimiento de Sigi, Un pedo para Melusina, un juego tan breve y despreocupado como un gas accidental.
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Era tarde, y mis compañeros en el podcast habían enlazado disquisiciones sobre Kingdom Hearts 3 con impresiones del nuevo Call of Duty, dos temas apasionantes que a mi me importan un pomelo. Por eso me entretenía repasando los últimos lanzamientos en la tienda digital de Xbox cuando un juego llamó poderosamente mi atención. Se llamaba Sigi, un pedo para Melusina, estaba a un precio irrisorio, y tenía su ficha en la tienda en brasileiro. En el correspondiente vídeo con Gameplay en la tienda se mostraba un trasunto de Super Mario con Ghouls ‘n’ Goblins, regado con todo tipo de ventosidades. Como vosotros comprenderéis no pude evitar comprar, y correr a recomendarlo en el podcast.
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En Sigi, un pedo para Melusina nos ponemos a los mandos de un hidalgo regordete enamorado de Melusina, una pechugona sirena que cae intoxicada por uno de sus olorosos pedos. A partir de ahí nos encontramos con un juego frenético, gratificante, y lamentablemente muy corto, pero que tiene suficientes secretos como para justificar un segundo recorrido. No puede evitar recordarnos un tanto a Maldita Castilla de Locomalito, pero en una versión mucho más verbenera y también facilona.
Os recomendamos que le echéis un vistazo al gameplay que hemos puesto más arriba, y que nos contéis que os ha parecido si finalmente decidís probarlo, y si no, no os preocupéis en nuestro podcast se seguirá hablando de títulos tan interesantes como Kingdom Hearts que posibilitarán que más hallázgos de este tipo aparezcan en un futuro.