Un repaso por un título que inventó un género y llegó antes de que el mundo estuviera preparado.
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Cuesta pensar en la cantidad de cosas que ha hecho Sega a lo largo de sus años que estaban más que adelantadas a su tiempo y que por esta y mas razones nunca llegaron a despegar como se pensaba que podrían hacerlo. Basta recordar las tarjetas de juegos que reemplazaban algunos cartuchos en la época del Master System, la incorporación masiva de CDs con el Mega/Sega CD, o el Sega Channel que hacía las veces de Game Pass ¡en 1994!
Muchas de las cosas que vemos hoy como novedosas, si viajamos al pasado en la época de gloria de Sega veremos que la empresa ya las había hecho, o al menos, las había concebido de una manera u otra, con distintos grados de éxito. Esta misma idea que se asocia a la época de Sega como fabricante de hardware también se extrapola a sus desarrollos de software, algunos de ellos, muy ambiciosos, quizás demasiados para una época en la que la audiencia aún no estaba preparada para tanto.
Entre récords y deseo: el sueño comienza a tomar forma
Shenmue empieza como una de esas ideas de una magnitud impresionante en la mente de Yu Suzuki que ya en 1996 comenzó a crear un RPG que sería un spinoff de la popular saga Virtua Fighter. La idea era simple: mezclar elementos de combate extraídos directamente de la saga de la franquicia de pelea con estructuras de progreso de RPG y un mundo abierto innovador, como casi nunca se había visto antes. El juego se llegó a promocionar como el fundador de un nuevo género que le daba a quien lo jugase una libertad nunca antes vista y una inmersión a la par de esa propuesta, algo con lo que, sin duda, cumplió.
Lograr «la fundación de un nuevo género» no es algo que pueda considerarse barato en líneas generales, y esta apuesta le costó a Sega la friolera de U$D 47 millones, una cifra que también incluía marketing y contemplaba el inicio del desarrollo de futuras secuelas a las que la buena fortuna también les fue esquiva, pero ya hablaremos de eso después.
El presupuesto de aquella aventura de Suzuki ponía al juego en la lista de los títulos de más caro desarrollo en la época y hablaba de la confianza (o la negligencia) que Sega tenía con la idea de Shenmue, una saga que se planeo para tener cinco entregas.
La vida en 1999
La historia de la producción, para quien nunca se haya acercado a la obra, narra la búsqueda de venganza de Ryo, tras ser testigo de la muerte de su padre en manos de Lan Diat, un artista marcial chino en el Japón de 1986. La razón del asesinato parece tener que ver con una reliquia familiar que Lan Di roba para reformar la dinastía Qing en China. La búsqueda de Ryo lo lleva a distintos puntos de Japón y China en una aventura que tendrá tanto combates como diálogos (algunos de ellos bastante absurdos) y la necesidad de completar misiones secundarias para ganarse la vida, muy al estilo Yakuza / Like a Dragon de hoy (IP que bebe muchísimo de Shenmue) pero en 1999, donde el concepto no estaba para nada explorado.
En 1999 e inicialmente como exclusivo de la Sega Dreamcast, la última consola de Sega, el juego consiguió vender 1,2 millones de unidades un número para nada despreciable que además fue acompañado con muy buenas críticas pero que a pesar de todo fue considerado un fracaso rotundo a nivel comercial no solo debido al increíble presupuesto que había tenido sino porque no había conseguido el objetivo primordial de Sega que era impulsar las ventas de la Dreamcast en todo el mundo.
A pesar de esto, o quizás para redoblar la apuesta, apenas dos años más tarde, en 2001, Shenmue II desembarcaba en territorio japonés y europeo, ustedes se preguntarán ¿qué pasó con América? bueno, dada la escasa venta de Dreamcast en el nuevo continente, especialmente en Estados Unidos, Sega decidió lanzar la continuación de la obra de Suzuki con un port mejorado en la Xbox de Microsoft que llegaría en 2002. De hecho, uno de los desarrolladores originales confirmó en un artículo de Famitsu que había un port de PS2 en desarrollo, pero que nunca vio la luz dada la complejidad de recodificar todo el juego en C y un contrato que sega tenía con dos marcas reales que aparecen en el juego: Coca Cola, Timex y Case Logic.
Lamentablemente, las ventas de la secuela fueron peores que las de la entrega original, lo que produjo que la historia quedase absolutamente inconclusa y Sega cancelase un MMO de la saga que iba a ser titulado Shenmue online. Para muchos, este fue el último clavo que selló el ataúd de la Dreamcast y, por consiguiente, el final de Sega como fabricante de hardware.
¿Una nueva oportunidad?
Más allá de los fríos números, el trabajo de Suzuki y la atmósfera de Shenmue creó una verdadera legión de fans que fue creciendo con el tiempo gracias, en mayor medida, a la proliferación de sitios webs y foros dedicados a la saga y a la posibilidad de disfrutar de los títulos en Xbox y en PC. Gracias a esta comunidad, Shenmue volvió a vivir muy brevemente en 2010 con un juego para móviles exclusivo para Japón conocido como Shenmue City cuyo furor duró apenas un año, pero este no sería el punto final de la historia.
Tras infinitos rumores e idas y venidas, el desarrollo de Shenmue III se oficializa en 2015 gracias a una impresionante campaña de crowdfunding que logró, en muy poco tiempo, amasar la fortuna de U$D 7 millones a los que se le sumaron otros U$D 20 de Deep Silver y Sony. El ingreso de estos dos «patrocinadores» logró opacar el entusiasmo inicial de los fans ya que la idea de la tercera entrega de Shenmue empezó a tener varios focos de conflicto.
En primer lugar el juego en PC saldría en exclusiva en Epic cuando originalmente se había anunciado en Steam y, de hecho, mucha gente había hecho la precompra, de hecho, los mismos aportantes al desarrollo habían elegido esta plataforma para recibir el juego una vez terminado. Por otro lado, cuando no, Sony hizo que su aporte transformase a Shenmue III en un exclusivo de PS4 en consolas por lo que el título no vio la luz en Xbox, que había sido su segunda casa. Todas estas movidas se tradujeron en una escasísima cantidad de unidades vendidas para lo que se tenía planeado.
Aún hay esperanza
A todo esto, la historia del pobre Ryo sigue inconclusa, pero los rumores de un nuevo Shenmue siguen vigentes. Según el propio Suzuki, esta nueva entrega cambiaría las mecánicas tradicionales para apuntarlas a una nueva generación de jugadores. Los derechos de la tercera parte han cambiado de manos hace unos meses y la nueva publicadora ha estado sondeando el interés de la comunidad para llevar el juego a otras plataformas, por lo que puede que aún, a varios años de su lanzamiento original, el juego llegue finalmente a Xbox. Solo el tiempo lo confirmará, pero con todas las cosas que ha vivido la saga, nada debería descartarse.
Si quieres meterte en este mundo tan particular y aún no te animas al comehoras que son los juegos, en 2024 se estrenó un anime muy bueno que puede tentarte muchísimo más, tal vez, que estas líneas. Después me cuentas qué te pareció.
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