Sony se ve salpicada oficialmente en EE.UU. por sus acuerdos exclusivos.
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El pasado 24 de marzo, justo tras la noticia de la resolución provisional de la CMA respecto a la compra de Activision Blizzard por parte de Microsoft, reportamos que miembros del senado del congreso de EE.UU. acusaban directamente a Sony de competencia desleal, al acumular el 98% del negocio gracias a los múltiples acuerdos que el gigante nipón había conseguido pagando para que no llegaran algunos exclusivos a Xbox.
Ahora, 11 miembros del Congreso, se han unido por estar preocupados porque Sony está dañando con prácticas anticompetitivas a Xbox en Japón. Esta reclamación se ha hecho en la reunión del comité financiero del Senado, a la encargada de comercio de exteriores estadounidense, Katherine Tai. Este es el contenido de una de las cartas a la que el medio Axios ha tenido acceso:
Sabemos que el gobierno japonés tolera una serie de conductas excluyentes de sus compañías domésticas que podrían haber violado las leyes de competición japonesas, y que esta inacción por el gobierno japonés daña la habilidad de las compañías estadounidenses de competir en el país.
Entendemos que Sony – que controla el 98% del mercado (de alta gama)- paga a distribuidores de terceros para que su contenido no esté disponible en Xbox y sistemáticamente negocia acuerdos de exclusividad que mantiene los juegos más populares en Japón fuera de Xbox.
La posición de Sony respecto a Activision le acaba salpicando de manera oficial
Otra de las cartas también afirma que esta conducta estaría rompiendo el espíritu del Acuerdo de Comercio entre EE.UU. y Japón, la cual garantiza un tratamiento no discriminatorio de los productos digitales. Por supuesto, tampoco podemos negar que hay un interés por parte de varios de estos senadores debido a que lo son precisamente en el mismo estado donde tiene su sede central Microsoft.
No obstante, la discusión en este caso se ha trasladado al lado de Sony, pues estos acuerdos de exclusividad tan “excluyentes y concretos” respecto a las consolas Xbox raramente se suelen hacer públicos. Microsoft lo sabe perfectamente y es posible que también esté usando esa baza para apoyar su propio argumento de que la compra de Activision hará sus títulos disponibles para más usuarios.
El mejor ejemplo lo tenemos con el recientemente anunciado para Xbox Series, Ghostwire: Tokyo. El título ha sido exclusivo de PS5 y PC durante todo un año, pero nos preguntamos de que manera redactará Sony estos contratos para que ni siquiera puedan hablar sobre que va a existir una versión de Xbox hasta semanas antes de su lanzamiento, sin posibilidad alguna de promoción previa. Os lo traduzco: Básicamente, para que la mayoría de los usuarios que quieran jugar a Ghostwire: Tokyo sepan que solo lo podían hacer en PS5. Un contrato de exclusividad que además de impedir su salida en otra plataforma, también deniega que se hable de esa posibilidad, algo, que probablemente sea incluso más grave.