Hacemos una mirada al pasado y recordamos Total Overdose, un sandbox gamberro que aterrizó en la primera Xbox de la mano de Eidos.
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Ahora que GTA VI está de moda y que parece que por fin podemos hablar de personajes protagonistas latinos, o al menos eso es lo que se ha filtrado, quería echar una mirada atrás y recordar Total Overdose. Además, su banda sonora (Delicuentes Habits) está de moda de nuevo en TikTok y otras redes sociales. En la época en la que el juego llegó a mis manos, la industria de los videojuegos estaba experimentando un cambio con la primera Xbox acercándose al concepto de PC en el salón, y GTA dominaba el segmento de los mundos abiertos «gamberros».
Las limitaciones técnicas eran una constante que moldeaba la experiencia de juego, pero la propuesta de juego de Deadline Games pretendía plantar cara a los titanes de la época. A día de hoy sigo pensando que el juego sentó las bases para títulos como Saint Row, donde las partes absurdas eran prioridad frente a las partes serias del gameplay.
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Ritmo, explosiones sin sentido y mucho, mucho humor
La trama nos sumergía en la ciudad de «Los Toros», un lugar donde la corrupción y los cárteles se entrelazaban en un tejido oscuro y retorcido. Pero en medio de este caos, emergía el antihéroe Ram, también conocido como Ramiro Cruz. Encarnar a este delincuente con una actitud explosiva era un viaje lleno de adrenalina y risas. Ram tenía un objetivo claro: encontrar a su hermano secuestrado. Y estaba dispuesto a abrirse camino a través de balas y explosiones para lograrlo. Y vaya que si había explosiones, eran el pan de cada día en Los Toros. Quizá se podría decir que el juego abusaba de ello, pero encajaba perfectamente con ese lado desenfadado que no se toma en serio a si mismo.
Uno de los rasgos distintivos del juego era su sentido del humor, personificado en el icónico «Mariachi Loco». Este personaje no solo aportaba un alivio cómico en medio de la violencia desatada, sino que también se convertía en una parte inseparable de la identidad del juego. ¿Cómo podríamos olvidar las risas que nos arrancaba el Mariachi mientras desataba su estilo único de caos musical?
Pero más allá de las risas, Total Overdose ofrecía una jugabilidad variada y un arsenal bien planteado. Desde armas convencionales hasta explosivos improvisados y movimientos acrobáticos dignos de una película de acción, el juego te daba todas las herramientas necesarias para crear tu propio carnaval de destrucción. Las limitaciones técnicas de la época, como las múltiples cargas de mapeado para cada evento, eran pequeñas barreras que estaba dispuesto a pasar por alto.
Aunque no era su único pecado. El diseño de niveles estaba mal medido, eso sí, y las partes de sandbox a veces se empañaban con tiempos de carga o alguna caída de frames. Hablo por su puesto de la versión de Xbox Original, que era la que jugué. La trama tampoco es que estuviese muy elaborada, pero es que el juego no buscaba eso, buscaba el caos y las risas.
Banda sonora de lujo y una influencia para la posteridad en juegos futuros
Quería hacer una parada en la banda sonora original. La selección de canciones de grupos renombrados como Molotov, Delinquent Habits y Control Machete añadía una capa extra de autenticidad y energía a la experiencia. La música se entrelazaba perfectamente con la acción desenfrenada, sumergiéndonos aún más en el mundo caótico y vibrante de «Los Toros». Por desgracia creo que esto, al ser un elemento tan identitario del juego, lo alejó de un remaster o su vuelta a la vida gracias a la retrocompatibilidad. Ya sabemos que el pago por derechos musicales es el clavo en el ataúd para la preservación de muchos juegos.
La influencia de Total Overdose es palpable, aunque su secuela, que continuaba la historia y expandía las posibilidades del juego, no terminó de encajarme. Eidos la cagó perdiendo parte de la esencia del juego original.
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El juego pudo convertirse en una buena franquicia con algo más de apoyo, pero nadie apostó por él tras la segunda entrega. Y es una pena porque el escenario de México le da unas posibilidades infinitas, estoy cansado de estar siempre en Estados Unidos cuando juego a un título de estas características.