Si naciste antes del siglo XXI seguro que hay muchos dispositivos y utensilios retro que de vez en cuando te vienen a la memoria, pero sobre todo es en el apartado tecnológico en el que más hemos avanzado.
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Si naciste antes del siglo XXI seguro que hay muchos dispositivos y utensilios retro que de vez en cuando te vienen a la memoria, pero sobre todo es en el apartado tecnológico en el que más hemos avanzado. Si no nos crees, explícale a un adolescente que hace muchos años había cápsulas instaladas por las calles en las que te metías para llamar por teléfono porque no había móviles y verás que cara de asombro se les pone.
Si además de eso le cuentas que para ver las últimas novedades fílmicas, recién llegadas de las salas de cine, tenías que salir a la calle para alquilar unas cintas de plástico enormes en un videoclub, es bastante probable que alucinen cosa mala. Y es que el tiempo pasa para todo y para todos.
Pues bien, imaginad que vais por la calle con vuestras cintas recién alquiladas y os cae un rayo en la cabeza que os otorga el poder de entrar en las películas que pongáis en vuestro reproductor VHS. Una vez dentro, podrás rebobinar la acción hacia delante y hacia atrás, a tu antojo, con lo que tendrás el poder del Tiempo en tus manos. Pero eso no es todo, tendrás que ayudar a los personajes de las películas a cumplir sus objetivos argumentales en cada película porque tras ello tocará rebobinar la cinta ya que si la devuelves sin hacerlo la dependienta te quitará el carnet ilimitado.
Ese es el hilo argumental de Replay: VHS is not dead. Como veis, la premisa del juego es un homenaje a lo retro y al formato VHS en particular. Sentido del humor no le falta, solo queda ver si los diferentes apartados del juego rayan al mismo nivel que la comicidad que destila el juego en cada uno de sus niveles.
Apartado Técnico
Si no te gustan los juegos de plataformas en 2D ni los gráficos pixelados con regusto añejo, no te acerques a Replay: VHS is not dead, ya que es eso lo que lleva en su código genético y lo que se ve a simple vista. A pesar de ello, podría interesarte el hecho de que el diseño artístico es muy divertido y sugerente porque se basa en un variado popurrí de películas icónicas de las últimas tres décadas del siglo pasado y alguna que se estrenó en el primer lustro del 2000, como por ejemplo la versión paródica de Piratas del Caribe, que aquí se llama Piratas de las Canarias. También se versionan humorísticamente otras películas como Viernes 13 (Martes 31), Star Trek (Star Trip), Alien e Indiana Jones (Nevada Jones), así que tendremos encarnaciones paródicas de la Teniente Ripley, Jack Sparrow y otros tantos personajes emblemáticos y reconocibles por el gran público.
Aunque los sprites son simpáticos y se mueven con soltura, hay que destacar varios puntos negativos en el apartado visual. El más importante es que controlaremos a una significativa cantidad de personajes diferentes pero ninguno tiene habilidades o capacidades propias, y al no existir armas ni enemigos (solo cuatro jefes finales), el juego carece de espectacularidad y la épica de las películas en las que se basa cada área. También cae en la monotonía debido a que cada «mundo», o película, tiene 15 niveles, a los que hay que sumar los de bonificación y el jefe final, lo que está muy bien por ser una cantidad elevada, pero tanto los escenarios, como los personajes como la mecánica de juego acaba cayendo en una molesta monotonía. Además, cada nivel se compone de un escenario estático del que debemos escapar, lo que encorseta no solo la jugabilidad, sino el aspecto y el conjunto global del juego.
Por fortuna responde perfectamente y no peca de errores técnicos, lo que de lo contrario habría sido un lastre importante para el juego, teniendo en cuenta su simpleza y lo escueto que es en el apartado visual. También nos ha gustado el marco que rodea cada nivel, que, de manera bastante efectista, simula que estas jugando en una televisión de tubo en lugar de en un plasma o LCD.
A nivel sonoro la cosa cambia, ya que las melodías no se hacen demasiado repetitivas, son variadas, están bien compuestas y encajan a la perfección con la dinámica y estética del título. Los efectos no destacan pero por culpa del apartado técnico y jugable. Al ser un juego sin ningún tipo de acción es lógico que los efectos de sonido no sean nada espectaculares. Otro punto positivo es que se ha localizado el juego al español y los textos están traducidos a nuestro idioma, con lo que no nos perderemos los curiosos y divertidos diálogos que saltarán al comienzo de determinados niveles entre los personajes que controlaremos.
Jugabilidad
El aspecto simple del juego puede llevar al engaño porque su jugabilidad es bastante enrevesada a la par que muy exigente y original. Como decíamos, tendremos que escapar de cada pantalla controlando a cada uno de los personajes que aparecen en cada nivel. Para ello hay que alternar el control entre uno y otro, y mientras controlemos a uno el resto quedará inmóvil, en espera. Una vez acabemos de movernos, de pulsar botones o de empujar objetos tendremos que rebobinar con RB hasta volver al momento inicial del nivel. Entonces podremos seleccionar otro personaje para movernos e interactuar con el entorno de modo que los pasos que damos, combinados con los que dimos con el otro personaje, nos permitan acceder a la imagen de escape de cada uno de ellos.
Y aquí es donde surge el conflicto entre programa y jugador, ya que la dificultad es caprichosamente voluble al encontrarnos con niveles muy fáciles, otros normales, algunos difíciles y otros que resultan extremadamente complicados en los que el más mínimo error provocará que tengas que reprogramar los movimientos de los personajes desde cero, desemvocando en la desesperación del jugador que se ve incapaz de memorizar a la perfección los pasos que dio con cada personaje.
Al superar ciertos niveles conseguirás un comodín que podrás utilizar para saltar una fase que se te esté atragantando, pero no son infinitos y hay que utilizarlos con sabiduría, porque si los gastas y te encuentras con uno de esos niveles endiablados te puedes atascar en el progreso del juego. Tampoco es recomendable saltar escenas, pues por hacerlo perderás la oportunidad de recoger la llave que hay en cada nivel y que se necesita para abrir la fase especial de bonificación tras coleccionarlas todas.
Al finalizar cada pantalla obtendrás una medalla de oro, plata o bronce que dependerá del tiempo que has tardado en completarlo, aunque es una lástima que no existan marcadores online con los que poder medir tu habilidad con tus amigos. También os podemos asegurar que conseguir la medalla de oro es un reto apto solo para los dedos más hábiles del lugar o para todo aquel gamer que se vuelva adicto al juego. Por más que lo hemos intentado, no hemos conseguido ni una sola medalla de oro ni siquiera en los niveles más fáciles.
Duración
Es imposible dar una cifra aproximada en horas, ya que habrá quienes consigan pasarse todos los niveles en un tiempo récord, otros que no tengan la suerte de tener una habilidad supra-humana y que tarden más de 10 horas en llegar al final, otros menos diestro a la hora de memorizar y coordinar que tardarán muchas más y habrá jugadores que pierdan la paciencia en el ecuador del juego y se den por vencidos ante una mecánica de juego que puede llegar a generar odio y fascinación a partes iguales, dependiendo de la persona que se ponga a los mandos.
Por otro lado, el juego te permite coleccionar diferentes atuendos y las mencionadas 15 llaves de cada película que abren los niveles de bonificación. Si ya tienes asegurada más de una decena de horas en pasarlo, conseguir los coleccionables puede tenerte entretenido durante un sinfín de días, al igual que obtener las medallas de oro en cada nivel, algo que a priori parece casi imposible.
Conclusión
Replay: VHS is not dead es lo más parecido a una máquina del tiempo que te hará rememorar los magníficos momentos vividos cuando ibas a alquilar películas para el fin de semana en el videoclub del barrio. También tiene una estética y un apartado sonoro que recuerda a la generación de los 16 bits, así como un sentido del humor muy friki.
Es una lástima que su nivel de dificultad, su mecánica repetitiva y su falta de espectacularidad y dinamismo mermen de manera tan severa la experiencia en su conjunto.
*Gracias a Neko Entertainment y a Xbox por habernos proporcionado el material para la review.