Redout 2, el juego más rápido del universo que funciona como tributo a clásicos como F-Zero y Wipeout.
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Si logras reconocer nombres de juegos como Wipeout o F-Zero, sabrás que la velocidad en carreras futuristas es una de las premisas más interesantes que hay cuando se habla de juegos de carreras. Pero estos juegos son unos clásicos, obras del pasado que hoy en día no dan la talla frente a las posibilidades mecánicas y técnicas de los juegos de ahora; por eso, Redout 2 nos enseña la magnificencia de la velocidad con un estilo de simulación complejo y adictivo.
Antes de nada, es importante que recordemos lo que fue el primer Redout, pues así sabremos reconocer el valor que trae Redout 2 como videojuego. Y es que la precuela contaba con un sistema muy parecido al de F-zero, donde solo tenías que acelerar y dar vueltas, sin complejidad alguna. Aun así, este título sentó las bases de unas mecánicas interesantes donde combinamos simulación y arcade, siempre buscando la máxima velocidad.
Redout 2, desde su anuncio, está perfectamente calificado por sus creadores italianos de 34BigThings, pues lo hacen llamar el “el juego más rápido del universo“. Su tributo a juegos del pasado queda bien claro, dejando un gran juego de nicho para los amantes de la conducción y el reto.
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Apartado técnico
Entendiendo que es un juego de carreras futurista, es evidente que no podemos compararlo con el poder técnico de Forza Horizon 5, pero si debemos tener en cuenta que es un juego con salida en la nueva generación, por lo que hay varios puntos flojos importantes que pueden afectar la experiencia de juego.
Para empezar, las pantallas de carga deberían ser un elemento del pasado, algo meramente de transición con mínima incidencia en el gameplay. En Redout 2 las pantallas de carga son largas y constantes, desde el inicio de la carrera hasta los reinicios, es un elemento que perdura y llega al punto de molestar. Por ejemplo, es una contrarreloj, los intentos para ser mejor son muchos, y en cada reinicio de carrera la carga dura entre 30-40 segundos, comparando que algunas carreras duran un minuto, es bastante tiempo.
Por otro lado, los menús tienden a colapsar, en la personalización algunos componentes no cargan en pantalla o simplemente no aparecen. Puede darse por ser una versión muy reciente del título, pero no deja de ser un mal estado de optimización que afecta a los que lo adquieren día uno.
Más allá de eso, el apartado visual es sorprendente, la iluminación y patrón de luces son excelentes y presentan una ambientación sublime. Inmersos en el juego, podemos identificar varios elementos, como el mapa, los escenarios de fondo y mucho más. Los vehículos tampoco se quedan detrás, pues todo el ray tracing se proyecta sobre ellos.
Como último apunte, es de resaltar que nunca han habido bajadas importantes de frames, al menos jugando en una Xbox Series X, la estabilidad es total. Siendo un juego tan rápido, sería entendible que el motion blur sea clave, pero no, solo en momentos concretos se genera este efecto al usar un poder de ultra velocidad.
Jugabilidad
Este punto es el más destacado de Redout 2, como lo comenté, es una evolución mecánica impresionante respecto al primero, y no únicamente eso, también frente a muchos juegos de conducción. El juego se cimentó sobre tres puntos clave, siendo la conducción, la personalización y las misiones.
El primer punto, y quizá el mejor, es la conducción. Es un juego difícil, con una complejidad importante en la memorización de controles y la adaptabilidad que tenemos para dominarlos. Comenzamos con lo normal, acelerar y frenar, lo básico. La cosa se complica cuando tenemos que girar, pues tendremos dos opciones para hacerlo y cada una con sus pros y contras; el primero es desplazarnos, cosa sencilla, pues solamente es mover la nave de izquierda a derecha con muy poco margen; la segunda es girar el ala de la nave, lo que nos inclinará hacia un lado con más proyección, pero nos desviará el centro, lo que implica que perdemos dirección.
Podemos girar con ambas mecánicas a la vez para ser más estables, pero esto solo es recomendable en curvas pronunciadas cuando vamos a toda velocidad. Estamos manejando una nave por carretera como si se tratase de un avión, además de que no podemos perder velocidad, lo que complica mucho la maniobra y nos obliga a perfeccionar cada técnica.
Dentro de la conducción también contamos con los boosts de velocidad, que son dos también. Uno más simple que siempre podremos activar, pero teniendo en cuenta una barra de sobrecalentamiento que tenemos. El segundo, que también depende de esta barra, se carga con el tiempo y tiene un uso único, pero a la vez es mucho más potente.
El segundo punto es el más flojo, pues la personalización de nuestro vehículo consta de temas cosméticos y de potencia, cosa que ayuda a que sea más maniobrable y veloz. No es la gran cosa, pues mientras avanzamos en el juego se van desbloqueando los elementos que necesitamos, y al ser un juego tan rápido, apenas notaremos diferencia; esto reduce el apartado a un tema estético, cosa que es bastante amplia y da un buen repertorio de naves para escoger.
El tercer apartado es el que le da constancia al juego, pues su modo campaña es tan amplio que abruma. La cantidad de carreras que hay, además de su variedad y reto, son de admirar, y eso solo hablando del modo campaña, pues Redout 2 contará con un modo multijugador en línea que ampliaría este apartado. Para hacernos una idea, hay varios módulos que debemos ir desbloqueando con estrellas, las estrellas se ganan completando carreras, contrarreloj y desafíos; cada uno de 4 estrellas, y para pasar del segundo nivel es necesario conseguir más de 200 estrellas.
Y no son carreras fáciles, puedes demorarte más de 20 minutos completando una sola contrarreloj, dominando las curvas y los controles. En resumen, una tríada de características que nos brindan un juego muy completo.
Duración
Como lo acabo de comentar, la cantidad de carreras que hay es tan amplia, que no sabemos cuando puede terminar. Sumado a esto, la dificultad del juego y el reto que impone es un factor clave para hablar de duración. Con todo esto, completar la campaña de juego nos tomará bastantes horas, más de las que creeríamos. Y no estamos hablando de duración artificial, por lo que la diversión está servida para durar horas y horas hasta el aburrimiento.
Conclusión
Redout 2 cumplo como tributo a juegos arcade de máxima velocidad, su presentación como el juego más rápido del universo no se queda corta, y debemos decirlo, es muy adictivo. Con todo esto, las palabras se quedan cortas, es complicado describir un sistema de juego tan pulido y con grandes aciertos en algo tan sencillo como recorrer una pista sin chocarnos.
Los tres elementos iniciales de la jugabilidad nos brindan muchas horas de diversión y reto, cosa que no acabará nunca si juegas con amigos o en línea. No olvidamos algunos errores técnicos y falta de profundidad en la personalización, pero son detalles que podrán pulirse poco a poco y que convertirán a Redout 2 en un juego de naves sorprendente y, quizá, uno de los mejores en su género.