Reagan Gorbachev es un juego trepidante de acción cenital en el que manejas a dos de los políticos más carismáticos que ha dado nuestra historia reciente. Verlos repartiendo cera, como si de dos héroes de acción se tratase, no tiene precio y su simplicidad y jugabilidad directa lo convierte en...
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Lo retro sigue cobrando fuerza en el mundillo videojueguil. Los estudios indies saben que la nostalgia está de moda y lo están sabiendo aprovechar muy bien. Los pocos recursos que tienen estos estudios «menores» no les permiten crear entornos llenos de detalles y, en consecuencia, deben renunciar al «realismo» gráfico de los triples A. Crear títulos que supongan nuevos benchmarcks para la industria no entra dentro de sus objetivos a corto plazo, así que tiran de pixels para homenajear a la edad de oro del ocio digital.
Como muestra de ello nos llega un nuevo shooter cenital cuyo apartado técnico nos deja un regusto añejo que nos recuerda a muchos de los grandes títulos de acción que pudimos disfrutar en la añorada Mega Drive de Sega. Por si esto fuera poco, Team2Bit no solo se ha conformado con replicar ese apartado técnico que nos hace plantearnos si estamos jugando a un juego de consola o si en realidad hemos puesto un emulador sin darnos cuenta, sino que se ha sacado de la manga un argumento casposo y bizarro que nos trae a la memoria las películas ochenteras más trepidantes y absurdas de la productora Cannon Films. De hecho la portada del juego se parece a los pósters promocionales de dicha productora.
Sin irnos demasiado por las ramas, solo hay que echarle un vistazo al título: Reagan Gorbachev. Ea, así, sin coma en medio ni nada, como si de un nombre y apellido se tratase. Y sí, si conoces un poco la historia política de finales del siglo pasado, el juego convierte al ex-presidente de los USA y al ex-secretario general ruso en héroes de acción que se ven obligados a unir sus fuerzas para poner fin al plan de destrucción mundial de la organización terrorista que los han secuestrado.
Así pues, tendrán que escapar de las instalaciones del grupo terrorista mientras masacran a los soldados y científicos con las armas que encuentren a su paso o con sus propias manos. Es como si Chuck Norris y Van Damme luchasen mano a mano pero encarnados en las insignes figuras de dos de los más carismáticos políticos de los ochenta. Preparaos para repartir hostias como panes sin miramiento alguno, para rebanar gaznates con katanas y para agujerear a tus enemigos descerrajándoles ingentes cantidades de plomo.
Apartado Técnico
Las comparaciones son odiosas, lo sabemos, pero es imposible no encontrar ciertos paralelismos entre propuestas actuales dentro del mismo género. Uno de ellos es Hotline Miami, de cuya fuente parece que ha bebido este Regan Gorbachev. Y no solo en el apartado técnico, sino también en cuanto a la jugabilidad.
Gráficamente no esperéis alardes de ningún tipo. Regan Gorbachev es un indie de bajo presupuesto y no hay mucho más que rascar. Solo hay que echarle un vistazo a los pequeños sprites, a las toscas animaciones y al entorno completamente pixelado. Las mazmorras irán cambiando y recorreremos los laboratorios del cuartel general de los terroristas, la prisión, la factoría de armas y muchos otros, pero siempre con el mismo nivel de detalle de tiempos pretéritos.
La música sintetizada, así como el diseño artístico, es un homenaje con mayúsculas a los títulos de finales de los ochenta que despertará la vena nostálgica a los jugadores veteranos y que probablemente tire para atrás a los más jóvenes. Cada zona, así como cada apartado de los menús y cinemáticas, tiene su propia composición, con lo que hay una gran variedad de melodías que, sin llegar al mismo nivel de excelencia, nos recuerda al insigne trabajo de muchos de los grandes compositores de los 16 bits de la época. Los efectos sonoros siguen la misma consonancia y, sin llegar a destacar, redondean la estética retro que se ha tenido en mente desde el primer momento en el estudio.
No hay voces sintetizadas. La historia se nos va desgranando entre nivel y nivel con cinemáticas simples pero divertidas, en las que vemos los subtítulos de lo que los personajes van diciendo. Una lástima que no se hayan traducido los textos, ya que los que no tengan demasiada soltura con el inglés se perderán las puyas que se van soltando los protagonistas, cargadas de un genial y socarrón sentido del humor. Y es que la química entre los dos ex-mandatarios se ha sabido explotar de manera magnífica, como si fuesen los protagonistas de una buddymovie de acción.
Jugabilidad
Este es el apartado con más luces y sombras del juego, ya que conjuga un montón de buenas ideas que no se han llegado a trabajar al máximo. También hay elementos originales que pasan sin pena ni gloria ante nuestros ojos, lo que es una pena, ya que podrían habérsele sacado más partido y no pasaría nada si no se hubiesen incluido. Por ejemplo, al final de cada nivel, aparece en pantalla una pregunta, al más puro estilo Trivial, y debes decidir si la respuesta es Reagan o Gorbachov. Pues bien, puedes responder con alegría y despreocupación, ya que acertar o no la pregunta no va a tener ninguna repercusión. No vas a recibir puntos extra ni bonificación de ningún tipo ni vas a desbloquear nuevas armas ni skins. Además, el juego dispone de marcadores online para cada nivel y se te otorga una posición en el ranking mundial según el tiempo que has tardado en completar cada uno de ellos, pero el marcador falla en muchas ocasiones (te deja el contador a cero) y tampoco se tienen en cuenta otros valores, como el número de veces que has muerto, la puntería o el número de enemigos que has abatido.
El juego combina niveles en extremo complicados con otros que se completan a la primera sin mayor escollo. Por tanto la curva de dificultad es como una montaña rusa, con sus altos y bajos, y nunca sabes si el nivel siguiente será un hueso duro de roer o si resultará pan comido.
En cuanto al sistema de control, cada personaje tiene sus habilidades propias. Ronald Reagan tendrá como arma principal una katana, con lo que este será el personaje que más utilizaremos en el cuerpo a cuerpo, y tiene la habilidad de forzar las cerraduras de las puertas de color rojo. Por otro lado, Mijail Gorbachov viene equipado con una pistola de dardos, ideal para abatir enemigos a distancia sin llamar la atención, y es un experto informático, con lo que podrá piratear los terminales que abren las puertas de color verde y los que desactivan los láser detectores de movimiento. El diseño de cada nivel está pensado para que tengas que utilizar ambas habilidades si quiere pasar al siguiente, así que utilizarás a ambos casi por igual pero no de manera equitativa, ya que seguro que tendrás predilección por uno u otro. En nuestro caso hemos encontrado más útil controlar a Gorbachov principalmente, ya que su ataque cuerpo a cuerpo es tan efectivo como el de Reagan y es bueno tenerlo a mano para tirar de la pistola de dardos por si nos descubren.
Para tener éxito es casi obligado mantener el sigilo, ya que si te descubren saltará la alarma y te verás rodeado de enemigos en cuestión de segundos, lo que equivale a una muerte segura, puesto que con un solo toque perecerás irremediablemente. El juego no penaliza por morir, así que ante los niveles con un mapa más extenso la clave es avanzar y experimentar con los enemigos y el entorno. Si fallas y te matan, vuelves a internarlo y así sucesivamente hasta pasar de pantalla.
En cuanto a la variedad de armas no es que dispongamos de un gran arsenal (8 armas en concreto), y muchas son bastante parecidas entre sí (uzi y rifle de asalto, por ejemplo), pero algunas de ellas no solo se utilizan para matar a los terroristas sino que servirán para destruir torretas, mantener el sigilo, generar daños colaterales reventando elementos del entorno o para abrir nuevas rutas de escape destrozando paredes.
En cuanto a jugarlo en compañía o solo debemos remarcar que existe una diferencia brutal. Se agradece muchísimo que el estudio haya implementado el cooperativo local, lo que hace que el juego gane muchos enteros en diversión si se une un colega a nuestra partida, aunque lamentamos que esa misma posibilidad no la podamos disfrutar con amigos que vivan lejos por no existir la opción de multijugador online. Jugando solo tendrás que alternar el control entre los personajes y podrás ordenar al que no controlas que te siga presionando el botón LB. En cuanto al sistema de apuntado podremos seleccionar los blancos con el botón Y, que acaba resultando el aliado perfecto del stick derecho.
Duración
Reagan Gorbachev es un juego arcade de acción sin complejidades ni demasiada profundidad jugable. Ofrece la nada desdeñable cifra de 32 niveles que componen la campaña y carece de cualquier otro modo de juego adicional. Su dificultad variable, pero de tendencia alta, no dejará que nos lo pasemos en menos de ocho horas aproximadamente, periodo de tiempo que puede dilatarse sustancialmente según la pericia del jugador.
Una vez terminado no existe mayor aliciente para rejugarlo que intentar batir los tiempos conseguidos en cada nivel, aunque no podemos fiarnos porque no siempre graba el tiempo registrado de manera correcta.
Por último, decir que el juego tiene 10 logros con un valor de 0 g cada uno, pero al conseguirlos se desbloquean fondos de pantalla para el interfaz de la consola. Algunos de ellos son bastante chulos, así que merece la pena dedicarle un par de horas más al juego para desbloquear los que te hayas dejado por el camino.
Conclusión
Reagan Gorbachev es un juego trepidante de acción cenital en el que manejas a dos de los políticos más carismáticos que ha dado nuestra historia reciente. Verlos repartiendo cera, como si de dos héroes de acción se tratase, no tiene precio y su simplicidad y jugabilidad directa lo convierte en una gran propuesta para desconectar de juegos más profundos y complejos.
A pesar de que se echan en falta elementos como powerups, puntuación en tiempo real, jefes finales y más variedad de armas y enemigos, estamos ante un juego divertido y resultón, que hace de su modestia un sallo y la adereza con un macarra sentido del humor.
*Gracias a Team2Bit y a Xbox por habernos proporcionado el material para la review.