Hemos barajado opciones de precio para comprar un PC que mueva los juegos mejor que una Xbox One a un precio reducido y esto es lo que nos hemos encontrado.
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En esta generación más que en ninguna otra estamos viendo que las consolas de sobremesa se parecen cada vez más a un PC. No solo estamos hablando en el apartado de hardware, también nos referimos a la manera que tienen de trabajar los desarrolladores, las nuevas funcionalidades, las aplicaciones disponibles y sobre todo, la tan cuestionada capacidad gráfica de las mismas, son comparables a un ordenador de sobremesa de cualquier casa.
No hace falta repetir o seguir nombrando que la octava ola de consolas es una de las que ha provocado mayores polémicas entorno a comparaciones entre las 3 principales plataformas de juego: Xbox One, Playstation 4 y el todopoderoso PC. Ya sea por promesas incumplidas, altas expectativas o la evidente falta de potencia inicial, muchos jugadores se han marchado a un mercado de compatibles en el que, si bien es cierto que todo se puede ver a 1080p y 60fps, el coste para no sacrificar ese rendimiento no es precisamente bajo.
Por nuestra parte hemos visto cómo Microsoft se ha dado cuenta de que el mercado de PC estaba creciendo rápidamente, y que incluso la mayoría de los estudios que apostaban por una sola consola, añadían el PC en la ecuación. Esta tendencia ha generado el término “console exclusive”, algo que los empresarios han querido inculcar a los usuarios para que siguieran sintiendo que son exclusivos para ellos.
¿Tiene esta tendencia una respuesta rápida? Claro que sí. Lo exclusivo está pasando a un segundo plano y las diferencias entre las 3 plataformas se están limitando cada vez más a LAS FUNCIONALIDADES. Por eso precisamente, el PC cada vez es el más claro ganador. No hay plataforma que le gane en ese aspecto.
Pero, ¿qué tipo de jugador eres? ¿De verdad necesitas un PC?
Ésta es la pregunta que todo buen jugador se debería de hacer. Es más que evidente que si estás leyendo esto es porque tienes una Xbox One y un PC (aunque no esté capacitado para jugar). Y también es posible que te hayas planteado gastarte bien tus pelas para ver tu juego favorito sin compromisos gráficos. Todo esto va de hacerse más preguntas, ¿qué diferencia de precio hay de una plataforma a otra? ¿300€? ¿500€? Seamos realistas:
No existe un PC de 400€ que mueva Rise of the Tomb Raider o Forza Horizon 3 igual que una Xbox One.
Si esta diferencia ya era acuciante en 2013, imagina ahora: por 299€ tienes una Xbox One S, ligeramente más potente y si eres más conformista, tienes packs de Xbox One de 1Tb con uno o dos juegos por 250€. ¿De verdad que podemos compararlo al coste de un PC? Sé que os gustan las cuentas. Y precisamente voy a usar el ejemplo que un servidor tiene en la mano, porque necesito cambiar de PC precisamente por la antigüedad del anterior.
- Torre: 45€
- Fuente de alimentación 600W: 40€
- Procesador Intel i5 6600K: 235€
- Disipador CPU: 40€
- Placa con chipset Z150 (para DDR4): 120€
- 8gb Memoria ram DDR4: 40€
- Gráfica AMD RX480: 300€
- Disco SSD 256Gb: 65€
Llevamos casi un total de 885€ sin contar periféricos, ni monitor FullHD, ¡ni lector de Blu-ray! Pero no os desaniméis aún. Esto es lo que cogería actualmente para estar a la altura de los requisitos recomendados para jugar a Gears of War 4, es decir, a 1080p y 60fps en calidad Alta/Ultra. Por tanto, ya conseguiríamos alguna diferencia respecto a la consola.
Como ya estoy viendo a los power users corriendo a criticarme, lo digo antes: hay montones de opciones disponibles que pueden subir o bajar el presupuesto final, digamos 150€ arriba, 150€ abajo. No quiero que nadie piense que este hardware es impuesto, pero coger una plataforma DDR3 hoy en día como un equipo nuevo, es casi un suicidio de cara a una futura actualización. A finales de año vienen los primeros chips ZEN de AMD con el socket AM4, que tendrán al fin soporte para DDR4. Hasta entonces, la única opción es Intel.
Si alguien quiere mover los juegos mejor de lo que los mueve una Xbox One que se vaya rascando el bolsillo, porque estas son las cifras que hay que manejar si somos realistas. Esto te proporciona una diferencia muy palpable, no es una textura más alta o unos pocos más de frames arriba. Es un aumento de rendimiento sin concesiones.
El PC es una maravilla, hay que admitirlo. Son equipos sin limitaciones, con mucha más versatilidad, potencia y con software más económico. Desde aquí os recomendamos probar a jugar ReCore a 4K, como ya ha hecho algún miembro del equipo. Es absolutamente espectacular. Pero como decimos muchas veces en la redacción:
“No te vayas a comprar un Windows Phone cuando te conformas con las facilidades y el precio de un Android“.
También necesitas configurar cada juego, drivers, mantenimiento, limpieza y todo para que ahora llegue un título y por cualquier motivo tu potente gráfica no este optimizada y se vea como el orto. O peor aún, que el desarrollador no haya optimizado para tu gama de gráficas y tengas que ver cómo usuarios de tu misma plataforma te pasan la mano por la cara. Y no te equivoques, esto pasa más de lo que los “hingenieros foriles” quieren hacer creer a la plebe consolera. El PC, pese a haber mejorado mucho en determinados aspectos, sigue heredando algunos problemas que lastra desde hace años.
Cuando vemos “joyas” en la “decepcionante” Xbox One, como el más que reciente Forza Horizon 3, que el año que viene tenemos Project Scorpio – que viene a reducir aún más esta diferencia -, más nos cuestionamos el uso de un PC como única plataforma de juego.
¿Y vosotros? ¿Que opináis al respecto? ¿Os está tentando un PC y los 4K?