Don Mattrick se ha vuelto a poner de actualidad tras unas declaraciones de Seamus Blackley, indagamos qué fue de él tras salir de Microsoft.
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Para convertirse en una figura icónica en cualquier campo hay muchas opciones. Uno puede dirigir Ciudadano Kane y terminar compartiendo sitio en los anales de la historia del cine con Ed Wood, o los visionarios creadores de la productora Troma. Algo así podría decirse de Don Mattrick, que aún siendo considerado por muchos como un auténtico malhechor, o un torpe redomado, es mucho más recordado aunque sea para mal, que su antecesor Peter Moore que consiguió darle a Xbox un lugar en el panorama de los videojuegos.
Hoy mismo Mattrick (Donald) vuelve a estar de actualidad gracias a unos tweets de Seamus Blackley, ingeniero que creó literalmente la primera Xbox, y que le acusa de haber intentado bloquear una posible reunión con EA Canadá para exponerles la idea de una consola de Microsoft. Curiosa esta vida en la que alguien que no podía ni creerse que Microsoft se atreviera a entrar en la industria acabase dirigiendo la división de juegos. Tras vivir unos años de las rentas de Peter Moore, y tener a Kinect como su grán éxito y a la vez mayor fracaso, el bueno de Donald salió por la puerta de atrás tras el lanzamiento de Xbox One.
De Xbox a Zynga, de Zynga a la nada
Tras aquella inefable presentación de Xbox One en la que se quiso hacer pasar a la consola por sintonizador de TDT, Matrick fue invitado a marcharse a un retiro de oro en Zynga, una compañía de juegos para móvil que estaba en ese momento en todo lo alto pero mirando el abismo al que se precipitaba. La salida de el hasta entonces jefe de Xbox llegó en medio de la transición que se produjo entre el retiro de Steve Ballmer, que según dicen las malas lenguas fue un pulso entre el anterior CEO de Microsoft que intentaba recolocar a sus fieles, y la nueva administración de Satya Nadella que precisamente buscaba limpiar la compañía, y hasta cierto punto empezar de cero. La estancia de Mattrick en Zynga fue un visto y no visto, y no es que fuera su culpa. El gigante de los juegos para móvil y navegador se encontraba en llamas cuando llegó Mattrick, y no es que él lo mejorase. Lo más destacado de ese periodo es probablemente que le acusasen de vivir como un marajá
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Lo que se perfilaba como un retiro de oro se convirtió en un caramelo envenenado, y marcó que sepamos el último contacto de Donald con la industria de los videojuegos. Tras su abrupto final en Zynga Mattrick fichó por el gobierno regional de British Columbia en su país natal, Canadá. Allí cumplió dos años como asesor en materias tecnológicas, seguramente gracias a alguno de esos amigos que siempre pueden buscarte un sillón en la administración, a cambio de algún que otro favor futuro o por haber compartido pupitre en algún colegio privado. Aquí es cuando perdemos realmente la pista a Mattrick.
Según su perfil en Linkedin, Mattrick es actualmente su propio jefe, y ejerce como CEO de la empresa Prometheus Ventures Inc, que viene a sonar como un posible candidato a corporación maligna en Crackdown 4. No hemos logrado encontrar rastros de la actividad de la empresa, aunque parece que realmente existe, y consta en registros oficiales del gobierno canadiense. Allí lleva desde hace cuatro años y en total oscuridad un hombre que durante años fue uno de los más importantes personajes en la industria de los videojuegos, y que para muchos casi acabó con una marca en la que al parecer nunca confió.