Probamos The Spectrum, uno de los íconos ochenteros preparado para la actualidad

Repasamos la nueva ZX Spectrum: Una oda a la nostalgia con un toque muy moderno.

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La réplica del ZX Spectrum, una de las máquinas más icónicas de la historia de los videojuegos, ha resucitado la nostalgia de los juegos clásicos en un mercado que cada vez valora más el retro-gaming. Esta nueva versión no solo busca replicar la experiencia original de los años 80, sino también ofrecer un producto que se adapta a las necesidades y expectativas del jugador moderno. Vamos a desglosar qué hace que esta réplica sea tan especial.

Uno de los aspectos más destacados de esta réplica es su capacidad para emular todos los modelos de ZX Spectrum, desde los modelos de 16k hasta los de 128k. Esto no es solo un detalle técnico; es el corazón de la experiencia retro. Los jugadores tienen acceso a una biblioteca vasta de juegos, incluyendo joyas como Manic Miner, The Hobbit, y Target: Renegade, entre los 48 juegos preinstalados. Esta versatilidad no solo asegura que los fanáticos puedan disfrutar de sus títulos favoritos, sino que también introduce a una nueva generación a la herencia del ZX Spectrum.

Esto es: The Spectrum

La edición Azpiri de The Spectrum se toma muy en serio la autenticidad, así como las sensaciones que transmite. Cuenta con un teclado de réplica completamente funcional, lo que es esencial para aquellos que buscan revivir la experiencia de introducir comandos y jugar en la forma más pura posible. El diseño físico de la máquina, que busca emular el aspecto original del ZX Spectrum, es un viaje en el tiempo para muchos, ofreciendo una experiencia sensorial que va más allá de simplemente jugar.

Tecnología de antes y ahora:

La modernidad se encuentra en detalles como la salida HDMI con calidad 720 HD, que permite jugar en formato PAL o NTSC. Este detalle no solo mejora la visualización de los juegos, sino que también adapta la experiencia a diferentes regiones y preferencias visuales. Además, la opción de elegir entre varios marcos de pantalla añade un toque personal y estético a la experiencia de juego, permitiendo a los usuarios personalizar tu viaje nostálgico.
El control de la réplica, con su diseño de 8 botones y conexión USB 2.0, asegura una compatibilidad plug-and-play con sistemas modernos, lo cual es crucial para la integración en ambientes de juego actuales y para que pueda acceder todo tipo de públicos. Este enfoque de diseño mezcla la nostalgia con la conveniencia, demostrando que la réplica del ZX Spectrum no es solo un artefacto del pasado, sino un dispositivo funcional en el presente.

Características Modernas para un uso como el de antaño:

Entre las características que destacan están la posibilidad de rebobinar el juego hasta 40 segundos, lo cual es una herramienta invaluable para superar niveles difíciles sin perder el progreso. Las cuatro ranuras para guardar partidas por título facilitan la reanudación de juegos en cualquier momento. La inclusión de un filtro CRT de la vieja escuela no solo es un guiño a la estética de los televisores antiguos, sino que también mejora la experiencia visual para quienes buscan esa autenticidad que vivimos, en mi caso, los años 90.
La compatibilidad con archivos TAP/TZX/PZX/SZX/Z80/SNA a través de puertos USB-A abre un mundo de posibilidades para los entusiastas que quieren ir más allá con la máquina; permitiendo la carga y el juego de una amplia variedad de software, desde títulos comerciales hasta creaciones de la comunidad, podemos decir de manera clara, que las posibilidades son infinitas.

Ediciones para todos los gustos:

The Spectrum se ofrece en dos versiones: la estándar y la edición limitada Azpiri, la cual incluye artes exclusivas de Alfonso Azpiri, uno de los ilustradores más reconocidos en el mundo de los videojuegos españoles. El precio de lanzamiento de 99,99 € sitúa a esta réplica como un producto accesible para muchos, especialmente considerando el valor nostálgico y las características modernas que ofrece, donde cualquier jugador puede acceder a ella para realizar un viaje al pasado desde el presente.

Conclusión:

La réplica del ZX Spectrum no es solo una máquina para jugar; es una experiencia completa que honra la historia de los videojuegos mientras abraza la tecnología actual. Es una puerta abierta para que viejos y nuevos jugadores exploren o re-exploren una era dorada de la informática y el entretenimiento. Para los aficionados al retro-gaming, esta réplica es mucho más que un producto; es una celebración de la cultura y la historia de los videojuegos, haciendo que la nostalgia sea no solo accesible, sino también funcionalmente moderna.

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