Todos estábamos expectantes ante el primer evento en vivo acontecido en Destiny 2, esto es el resumen de lo que sucedió.
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Este sábado los fans de Destiny teníamos una cita. La gigantesca nave cabal llamada El Omnipotente se dirigía de forma inapelable hacia la destrucción de la humanidad. Pero ayer fue interceptada por Rasputín, la super-inteligencia artificial diseñada para eliminar amenazas potenciales para la civilización humana.
Durante toda la actual Temporada de Los Dignos hemos trabajado codo con codo junto a Rasputín para reunir todos los requisitos y recursos necesarios para detener esta amenaza. Después de muchas batallas a lo largo de estos tres meses, por fin, Rasputín está preparado para lanzar toda su artillería pesada contra El Omnipotente.
Ayer fue el día del gran ataque. Y como no puede ser de otra forma, no todo el mundo quedó satisfecho.
Un momento histórico para Destiny 2
Desde Twitter, Bungie lo dejaba claro: sábado 6 de junio a las 19:00. Rasputín está listo y todos los jugadores empezaron a llenar la torre impacientes para poder disfrutar de los «fuegos artificiales» que Bungie prometió. Los personajes no jugadores abandonaban sus posiciones habituales para mirar todos expectantes hacia el cielo, mientras que los personajes sí jugadores buscaban la mejor posición y ángulo más adecuado para poder hacer la captura más espectacular.
Todo estaba preparado, El Omnipotente amenazante en el cielo y los espectadores esperando. Todo comenzó a suceder en varias fases: primero aparecieron unas líneas que marcaban las trayectorias de los misiles Valkiria lanzados por Rasputín, después esas líneas cada vez se acercaban más y más para finalmente provocar pequeñas explosiones masivas. Fue exactamente tal y como sería ver millones de explosiones espaciales a distancia planetaria.
Para cuando llegamos a este momento, la maquinaria de Internet ya estaba a pleno rendimiento. Varios cientos de miles de espectadores en Twich, trending topic en Twitter, varios canales de Youtube emitiendo en directo… Prometía ser una tarde emocionante.
Hasta aquí todo muy bien, si no fuera por una puesta en escena más lenta de lo que los jugadores esperaban. El evento empezó media hora tarde para dar margen a los rezagados y la animación de las trayectorias y explosiones duró aproximadamente otra hora más. Todo el fragor de Internet se convirtió en memes en las redes sociales, emisiones en directo interrumpidas dada la falta de contenido y, en general, un ambiente de decepción incipiente del que francamente yo también me vi contagiado.
Pero de repente… ¡¡BOOM!! Una enorme deflagración ciega a todos los jugadores y les saca de su aburrimiento y decepción de una forma súbita: ¡El Omninpotente acaba de estallar! Sus gigantescas alas se mantienen en órbita, pero el núcleo de la nave se dirige peligrosamente hacia la Tierra. De una forma impulsiva, todos los jugadores que hemos tenido la paciencia suficiente para ver la traca final, atravesamos corriendo la zona central para ver precipitarse los restos de la nave destrozada al norte de la torre.
La gigantesca explosión provocada deja un cráter enorme junto a las montañas que pueden verse a lo lejos, pero también algunos daños superficiales en la torre, que si, por cierto, nos acercamos a investigar, se nos obsequiará con un emblema conmemorativo.
Las expectativas no siempre se cumplen
Y eso es todo. Ahora, entre la comunidad de Destiny reina la decepción, el sentimiento de engaño y, sobre todo, la sensación de no cumplirse las expectativas. No fue lo que la gente esperaba. Pero ojo, Bungie no es responsable de las expectativas que tú mismo te creas. Nosotros somos víctimas de nuestro propio hype. La información de Bungie fue tan escueta como el propio evento en sí: Rasputín disparó, fuegos artificiales, El Omnipotente estrellándose, aplausos y todo el mundo a casa. Eso fue exactamente lo que Bungie prometió. Y así fue.
Es más, en ninguna vía de información oficial se mencionó “Live Event” o evento en vivo y, francamente, hasta el último momento yo esperaba una cinemática, una aventura excepcional con tres o cuatro pasos y ya está. La gente quería un evento tipo Fortnite, espectacular, a gran escala y con una participación y repercusión mediática tremenda. Pero señores, esto no es Fortnite, por suerte para los nosotros.
Me cuesta reconocerlo, pero si somos fieles a la realidad, la actual temporada de Destiny 2 está siendo muy decepcionante. Después de unas recompensas en Las Pruebas de Osiris mediocres, pasos de aventura comunitarios ridículamente planteados y misiones bugeadas, los ánimos de la comunidad a la que yo pertenezco están especialmente en su peor momento. Los fans necesitamos información, detalles y material real con los que poder ilusionarnos, no hype por redes sociales.
No queremos farmear de forma indiscriminada ni ver naves estrellarse, queremos saber qué nos espera en la próxima temporada y qué pasará el próximo año 4. A estas alturas ya deberíamos saber prácticamente todo sobre la nueva temporada y, a día de hoy, no sabemos absolutamente NADA (o casi nada). Tanto secretismo no ayuda a los jugadores a estar ilusionados, si no a crearse unas expectativas que, no olvidemos, casi nunca se cumplen.
Un gran logro técnico que será habitual en el futuro
Sin embargo, hay que reconocer el mérito técnico que supone este evento: es la primera vez que ocurre algo “en directo” en toda la existencia de Destiny 2 y la destrucción de El Omnipotente supone un precedente que marca lo que seguro será una tendencia habitual en los desarrollos narrativos. Poder integrar este tipo de eventos en el motor del juego ha sido un trabajo largo y tedioso según la desarrolladora. Sin duda, la intención del evento de ayer era puramente de prueba. Y ha funcionado perfectamente.
En general, bravo por Bungie. Usar los “Live Events” o eventos en vivo como broche final para cada una de las temporadas es una magnífica idea que agita las redes sociales y causa mucha expectación, con todo lo positivo que es para la repercusión y la popularidad del juego. Pero hay que ser más ambicioso a medio plazo y tener a la gente esperando una hora y media para poder ver algo que apenas dura dos minutos es torpe y arriesgado.
Ha faltado algún tipo de interacción: visitar la zona del accidente, alguna misión sencilla relacionada con el evento, un engrama brillante de regalo y todos contentos. Bien por el logro técnico Bungie, pero ha sido torpe y poco gratificante para los jugadores. Conociendo a la desarrolladora, seguro que ayer aprendieron mucho.