Diablo IV está a punto de llegar a nuestras consolas, si eres nuevo en la saga prepárate para su llegada con este resumen de la historia que nos ofrece este juego. Nos vemos en Santuario.
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Dentro de unos meses llegará a nuestras consolas la nueva entrega de la saga Diablo. Más concretamente el próximo día seis de junio, será ahí cuando vamos a poder volver a visitar Santuario y todos los secretos que nos aguardan. Diablo IV está a la vuelta de la esquina y nuestras ganas de matar demonios y criaturas sobrenaturales es cada día mayor. Es posible que haya gente que nunca haya jugado la saga y quiera adentrarse con el nuevo título de este año, es por eso que hoy os traemos esta pequeña sorpresa.
Si sois nuevos en la franquicia o simplemente queréis recordar un poco de que la historia de Diablo, en esta noticia os haremos un pequeño resumen para que os podáis poner en contexto. Desde sus comienzos, la historia que nos ofrecía este juego de Blizzard consiguió cautivar a millones de personas, así que ya os adelantamos que vale mucho la pena jugar las entregas o, por lo menos, entrar un poco en el lore gracias a este resumen. No os voy a hacer esperar más, así que preparaos para adentraros conmigo en el Infierno.
Así comenzó todo en Diablo
Todo comienza con una gran guerra, desde el principio de los tiempos, los soldados de la Luz y de la Oscuridad se batían en una encarnizada batalla para saber quién se haría con el control de toda la creación; esta época se conoció como El Gran Conflicto. En el bando de la Luz teníamos a los ángeles y arcángeles, como no podía ser de otra manera, éstos se enfrentaban a las fuerzas oscuras que estaban lideradas por los tres demonios primarios: Diablo, Baal y Mefisto. Este conflicto duró innumerables siglos hasta que algo cambió en el mundo…
Después de un periodo de tiempo incontable, el hombre hizo su aparición, quien presumiblemente, con su única opción que era elegir entre el bien y el mal, podía decidir el destino de esa batalla. El Gran Conflicto parecía llegar a su fin gracias a una insignificante criatura como eran los humanos. Desde ese momento la guerra fue rebautizada y comenzamos La Guerra del Pecado. Como bien sabéis, los ángeles y demonios a diferencia de los hombres, no viven en un plano físico. Éstos se encontraban en el plano espiritual, es por eso que algunos ángeles y demonios que querían con fuerza conseguir aliados humanos llegaban a romper el velo que separaba ambos mundos.
Como era de esperar, no todos estaban de acuerdo y estas acciones hizo que varios demonios secundarios se pusiesen nerviosos: Belial y Azmodan. Estos dos demonios no veían con buenos ojos que el humano fuese clave en la guerra divina que estaba teniendo lugar. Es debido a esto que los demonios llevaron a cabo una gran rebelión en el Infierno dando lugar al exilio de los tres demonios primarios al mundo mortal, al plano físico. Diablo, Ball y Mefisto fueron expulsados, este punto de inflexión se conoció como El Exilio Oscuro. Pero la historia no termina ahí, los demonios principales tenían un objetivo claro.
Diablo, Baal y Mefisto infectaron a los humanos, inyectaron en ellos su esencia de terror, destrucción y odio. Fue entonces cuando llegaron las guerras y las muertes sin sentido que durante años causaron un sufrimiento infinito a la humanidad. Pero cuando todo parecía estar perdido, el arcángel Tyrael reunió a los magos más poderosos de los humanos y así se creó la orden de los Horadrim. La misión de estas personas sería encerrar a los tres demonios principales en unos fragmentos llamados Piedras del Alma los cuales se crearon en la cima del monte Arreat; en la cámara de La Piedra del Mundo.
Lógicamente, este no era un proceso fácil, sobre todo cuando los demonios descubrieron que podrían ser incluso más fuertes y así evitar los poderes de las Piedras del Alma si poseían un cuerpo humano. Ante esto, los Horadrim no tenían más remedio que matar al recipiente para así poder capturar la esencia final del demonio principal. Poco a poco lo consiguieron: los magos consiguieron encerrar a Mefisto y guardaron la piedra en una torre situada en la ciudad de Kurast. Cuando le llegó el turno a Baal, este rompió su piedra para evitar ser capturado, sin embargo, el líder de los Horadrim, Tal Rasha, decidió incrustar en su pecho los fragmentos de La Piedra del Alma y utilizar su cuerpo como recipiente para contener a Baal. El mago fue enterrado en una bóveda secreta, en el desierto de Lut Gholein.
Tras estos encarnizados combates solamente quedaba uno por detener… Sí, lo habéis adivinado. Después de todo esto solo faltaba Diablo. Tras un arduo combate, este último demonio fue encerrado y enterrado en un gran templo subterráneo. Éste estaba situado en una remota ciudad llamada Tristán o Tristram.
Después de un par de siglos, los Horadrim se disolvieron debido a desacuerdos entre los magos que formaban la orden. Después llegó el Rey Leoric, que nombró a Tristán como la capital de su reino y construyó una catedral justo encima del tempo que los Horadrim habían construido para retener a Diablo. De alguna manera, el demonio principal consiguió que parte de su conciencia fluyese a través de la Piedra del Alma y logró apoderarse del Arzobispo Lázarus. Este arzobispo intentó entregarle el cuerpo del Rey Leoric a Diablo, sin embargo, éste se resistió y dio lugar a una locura que causaría la destrucción de Tristán.
El peor acto que El Rey Loco, Leoric, llevó a cabo fue declarar la guerra al reino vecino, Westmarch. En ese instante, la mayoría de los guerreros de Tristán ya estaban condenados. La locura del Rey no terminó ahí, si no que empeoró cuando su hijo, Albrecht, fue secuestrado. Tras todos estos acontecimientos, los soldados de Tristán organizaron una revolución y terminaron con la vida del Rey Leoric. Sin embargo, el Rey dejó caer una maldición sobre los soldados con su último aliento; tendrían que servir eternamente a la Oscuridad.
Después de unos cuantos acontecimientos, la gente descubrió que el Arzobisto Lázarus fue quien raptó al príncipe Albretch y se lo entregó a Diablo. La Piedra del Alma del demonio fue incrustada en la mente del príncipe dejando que su cuerpo se transformase en un auténtico monstruo debido a la posesión de Diablo.
DIABLO II
La historia de Diablo II ocurre poco tiempo después del final de la primera entrega. En esta ocasión el jugador será un aventurero que decide investigar la causa de los motivos por lo que una gran destrucción está plagando el mundo de Santuario, como no, comenzando por el guerrero corrompido por Diablo. La historia se divide en cuatro actos, en ese arduo camino, el jugador se enfrentará a dos demonios menores: Andariel y Duriel; y como no, a dos de los tres demonios principales: Mefisto y Diablo.
En esta ocasión, el héroe corrompido por Diablo consigue hacerse con una de Las Piedras del Alma y es ahí cuando libera a Mefisto. Y por supuesto, mediante búsquedas y engaños, Baal también es liberado. Marius (que nos cuenta parte de la historia) es el culpable de esto, ya que fue una persona engañada por Diablo para así poder liberar a los demonios. Ante todo este caos, el arcángel Tyrael le encarga llevar La Piedra del Alma al Infierno para destruirla.
A medida que pasa la historia, el jugador consigue vencer a Mefisto y a Diablo en sus respectivos mundos y por supuesto, también destruye las Piedras del Alma. Pero todavía quedaba una, la de Baal. Este juego termina con Marius visitando a Tyrael y diciéndole que no pudo entrar en el Infierno para destruir la Piedra. Al recibir la Piedra, el visitante revela ser en realidad el demonio superior Baal, esta escena marca el comienzo de la expansión de Diablo II. Tras la huida de Baal y tras revelarle a Marius que se había hecho pasar por Tyrael, el peligro todavía existía a pesar de que Mefisto y Diablo habían caído. En esta ocasión, el verdadero Tyrael te envía a matar a Baal.
Sin embargo, un poco más adelante se descubre que los demonios sabían cómo corromper las Piedras del Alma y, por lo tanto, la revolución ocurrida en la primera entrega que dio lugar al exilio de los tres demonios principales fue una farsa. Diablo, Mefisto y Baal habían planeado eso para alcanzar el mundo real. Ahora Baal está buscando la Piedra del Mundo y sus razones no están claras.
Diablo III
Tras las dos anteriores entregas, el mundo quedó devastado. Si bien esto parecía ser un posible final, la cosa no se queda ahí. La Piedra Ecuménica era la encargada de proteger Santuario de estos ejércitos de ángeles y demonios, sin embargo, se vio destruida. La protección que ofrecía se quedó en nada y una época de destrucción y oscuridad volvió a asolar la Tierra.
Pocas personas consiguieron sobrevivir para contar la historia de Santuario, de hecho, muchas no saben de la existencia de esta Piedra protectora… Por lo tanto, tampoco son capaces de asimilar todo lo que está por ocurrir debido a su ausencia. Sin embargo, aquellos que conocen lo ocurrido saben que Azmodan y Belial todavía tienen pendiente hacerse con Santuario.
Todo esto comienza con una estrella caída del Cielo, una inequívoca señal de que el Fin de los Tiempos está cerca. Preparaos para el Juicio Final. Mientras tanto, la gente busca respuestas en profecías, no tienen ningún tipo de esperanza ante un gran ataque del ejército demoníaco. En esta ocasión la trama de Diablo III se centra en los demonios menores; Belial y Azmodan. Además, también entra en escena la Piedra del Alma Negra, un artefacto que contiene el alma de los demonios anteriormente derrotados.
Después de avanzar en el juego y de que Diablo fuese finalmente derrotado en los Altos Cielos por el Nephalem (protagonista de nuestro juego), Tyrael recupera La Piedra del Alma Negra. Ya con las siete almas de los demonios en su interior, el arcángel Tyrael sabe que es demasiado peligroso dejarla en manos de los humanos o de los ángeles, así que decide devolverla a Santuario junto a seis Horadrim y esconderla en la tumba de Rakkis, Primer rey de Westmarch.
Sin embargo, cuando todo estaba a punto de terminar, Malthael, un ex arcángel que había desaparecido 20 años atrás después de la destrucción de La Piedra del Mundo, decide emboscar a este grupo. Malthael se autodenomina el «Ángel de la Muerte» así que decide matar a todos excepto a uno de los Horadrim. Por supuesto, también incapacita a Tyrael y es ahí cuando roba La Piedra Negra que esta expedición tenía que ocultar.
Todo esto dará comienzo a la nueva historia de la saga, Diablo IV nos presenta a Lilith, creadora de Santuario junto con Tyrael. A partir de ahí todo está por ver, pero por lo que hemos podido comprobar en la beta, la historia de esta nueva entrega será mucho más oscura y adulta que las anteriores. Nos vemos en Santuario.