Tras el pasado E3 y la falta de información sobre la campaña principal de Battlefield 1, aquí van una serie de preguntas abiertas tanto a EA como DICE sobre cómo se enfrentarán al reto de retratar la Primera Guerra Mundial.
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La semana pasada EA celebró su conferencia fuera del E3 por primera vez en su historia. Las expectativas eran altas, sobretodo respecto al nuevo y flamante Battlefield 1, el anticipado juego bélico de DICE que viene dispuesto a reventar a su rival Call of Duty, que continúa tomando derroteros futuristas en contraposición a la vuelta al pasado que nos propone la desarrolladora sueca.
He de decir que esperaba que EA desvelara más claves de la campaña principal durante su conferencia más que los consabidos tráilers, que pintan muy espectaculares pero no nos enseñan nada más allá del artificio. Y, sobretodo, lo esperaba por algunas declaraciones que han realizado diversos directivos de la compañía respeto al compromiso y la responsabilidad que supone retratar un conflicto tan complejo y cruento como lo fue la Gran Guerra. Pero en vez de esto, toda la atención se centró en la espectacularidad y en el multijugador. Algo que no sorprende a estas alturas, viendo que es precisamente lo que todo el mundo esperaba. Si bien es cierto que se ha filtrado que la historia contará de seis episodios y que nos pondremos en la piel de distintos personajes, no sabemos más que esto.
Creo que no es baladí conocer cómo va a enfocar su modo campaña Battlefield 1. Cuando vi el primer tráiler no puede evitar sentir cierto miedo. Miedo al no saber cómo decidirían EA y DICE retratar una de las guerras más mortíferas y destructoras de la historia pero también la más complicada de entender y la que la sociedad parece haber difuminado de sus mentes con más ahínco. No entraremos aquí a analizar el tratamiento de la guerra moderna, la que vivimos actualmente, pues eso sería harina de otro costal. Pensaremos en cómo representamos un pasado que cada vez queda más lejos.
Una de las diferencias más claras entre la Primera y la Segunda Guerra Mundial es que ésta última ha tenido una narrativa mucho más clara que su antecesora. Narrativa que cine, videojuegos y cualquier otra forma de arte se han encargado de establecer. Todos sabemos que Alemania, liderada por Hitler y presa del nazismo, se lanzó a conquistar el mundo empezando por Polonia para imponer la raza aria y así dominar el planeta. Aliados con italianos y japoneses, conformaron las archiconocidas Fuerzas del Eje que en su imparable dominio inicial parecía que iban a lograr sus planes. Contra ellos, los Aliados, Francia, Inglaterra y Estados Unidos juntos contra el mal.
Es muy fácil entender la Segunda Guerra Mundial. Los malos están tan bien definidos como los buenos, y los intrincados conflictos políticos quedan difuminados por una dualidad casi mitificada en la lucha del bien y el mal. No pasa lo mismo en la Primera Guerra Mundial, y aunque con esto no quiera decir que esté a favor del tratamiento de buenos contra malos que se ha dado con la Segunda Guerra Mundial, sí creo que la Primera Guerra Mundial debe tratarse con excesivo cuidado precisamente por la complejidad de su conflicto. Y es que sería interesante saber cuántas de las personas que se enfrentarán al juego sabrían explicar por qué estalla y cuáles son las causas del conflicto, más allá del asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria.
En la Primera Guerra Mundial no hay ningún bueno ni ningún malo, todos son dirigentes inútiles que en su megalomanía iniciaron una guerra mundial de la que no supieron salir y que en su locura, arrastraron a miles de hombres, mujeres y niños a una desesperación que duró mucho más de lo que debía. En la Primera Guerra Mundial, Alemania es tan culpable de la guerra como Francia e Inglaterra, así que, acostumbrados a liderar siempre el bando de los aliados, de los buenos, ¿en qué bando nos pondrá DICE ahora? ¿Podremos elegirlo? ¿Cómo representaremos la Primera Guerra Mundial?
Creo sinceramente que Battlefield 1 cuenta con una oportunidad de oro para acercar este conflicto al público más joven, ese público que desconoce las vicisitudes del conflicto. Espero que DICE aproveche esta ocasión y no tome partido en ninguno de los dos bandos, que su modo campaña sirva para ejemplificar la estupidez de la guerra, el patetismo, y el cómo miles de soldados inocentes, tanto de un bando como de otro, tuvieron que perecer por las estúpidas decisiones de unos generales y dirigentes que vivían anclados en un pasado donde la batalla era la gloria.
Porque si algo no han sido nunca las guerras es espectaculares, y aunque entiendo que en los videojuegos este género toma unas cuotas de grandiosidad que a veces me parecen peligrosas, creo que también pueden ser capaces de transmitir el horror que debió ser para los miles de jóvenes que perdieron la vida y que nos enseñe que las guerras nunca han ayudado a nada más que a saciar los aires de grandeza de aquellos que manejan los hilos.
Además, no solo podrían ejemplificar esto, también dar claridad y entendimiento a una guerra que de por sí, políticamente, fue muy complicada. Una guerra que reconfiguró el mapa de Europa, que nos hizo replantear el concepto de las naciones europeas y que sentó las bases del nazismo con sus prohibitivas sanciones para la derrotada Alemania. Es por ello que es esencial que no existan bandos, ni buenos ni malos, solo un análisis diametral del conflicto que a través de la jugabilidad y su historia ayuden a las nuevas generaciones a construir entendimiento.
Porque los videojuegos ya están preparados para dar este paso, para aunar espectacularidad y rigor tal y como han hecho películas como Senderos de Gloria o el imprescindible retrato de Tardi en el cómic Puta Guerra, referente absoluto para el entendimiento del conflicto. Tanto DICE como EA deberían acudir a estos referentes, incluso a Louis-Ferdinand Céline y su Viaje al fin de la noche, para poder rendir respeto a los verdaderos protagonistas de la guerra, a los que seguro que ésta no les pareció un juego.