El máximo responsable de la división Xbox ha contado lo duro y difícil que fue el reto de remontar la marca desde que la heredó.
Más historias en la categoría Consolas
- Phil Spencer afirma que “sin duda” seguirán habiendo consolas Xbox
- Hoy celebramos 4 años desde la llegada de Xbox Series
- Los creadores de STALKER 2 confirman la compatibilidad de mods con Xbox Series
No te pierdas nada y ¡Síguenos en Google News! |
Hace poco y nada estábamos contando que el objetivo principal de Microsoft con Phil Spencer y su equipo con el bastón de mando, es hacer que la gente, los equipos y el resto de la industria crea en Xbox de nuevo. Pero ¿Cómo de duro ha sido este viaje para el Team Xbox? Desde fuera puede parecer que ha sido algo trivial, pero según Spencer no ha sido así.
Las palabras del propio Spencer son un baño de sinceridad, no tuvo que ser fácil encontrarse con aquella papeleta de tómbola arrugada y sin abrir.
Lo más difícil para mí es cuando realmente acepté este trabajo, y sólo la emoción del equipo en ese momento, cuando tomé el trabajo de Jefe de Xbox hace cinco años. Y francamente, desde nuestro punto de vista de producto estábamos en un lugar bastante difícil tanto competitivamente como en la base sobre la que tuvimos que construir.
El equipo había perdido la confianza en el liderazgo -no sólo en determinados individuos, no centrarlo en personas particulares- era realmente sólo que la capacidad de liderazgo y el compromiso de la empresa con esta categoría y nuestra toma de decisiones bajó, la reconstrucción dentro de la empresa era importante y toma tiempo.
Hubo del equipo Xbox gente llorando en mitad de los cambios
Quizá la parte más dura es la que Spencer recuerda que hubo gente que lloraba ante la situación de cambio. Las cosas no iban bien y el futuro olía enrarecido. A esto le acompañaron épocas duras donde hubo que cancelar proyectos y hasta ahorrar dinero en la división para replantear estrategias.
Phil Spencer recuerda aquella situación, y asegura que no estaba entrenado para ello. Tenía fe y confianza, pero no contaba con que la realidad era más dura que la convicción.
Tenía a gente que era visiblemente emocional. Ellos pensaban: “¿estamos haciendo lo incorrecto?” con lágrimas en los ojos, porque este es el tipo de industria en la que trabajamos. Eso fue un desafío. Una vez más y volviendo, realmente no estaba entrenado para manejarme con eso, pero conseguir que el equipo de nuevo estuviera en el lado de creer y conseguir que creyeran en sí mismos y hacia dónde íbamos fue un buen desafío, definitivamente fue el mayor desafío que he tenido en mi carrera.
Suscríbete al canal de GX en Youtube