El exdirectivo explica que Xbox 360 se diseñó para competir por el salón frente al ecosistema multimedia de Sony.
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La historia de Xbox 360 (para mí la mejor consola de la historia) está llena de decisiones estratégicas que marcaron un antes y un después para Microsoft. Y ahora, Peter Moore (una de las figuras importantes durante aquella etapa) ha explicado en una entrevista recogida por Eurogamer cómo nació realmente la consola y por qué su diseño y su enfoque iban mucho más allá de los videojuegos.
Moore recuerda que, tras reunirse con Steve Ballmer en 2003, Microsoft tenía claro que necesitaba entrar con fuerza en el salón. La situación de la época era muy distinta: Sony dominaba con televisores, reproductores Blu-ray, dispositivos musicales y un ecosistema que convertía el salón en “territorio PlayStation”. Para Bill Gates y su equipo, el riesgo era evidente: que Microsoft quedara relegada a oficinas y escritorios como una simple empresa de productividad.
Xbox 360 debía ser un “hub de entretenimiento”, no solo una consola
Según explica Moore, la Xbox original fue un primer paso, un golpe de aviso. Pero la 360 tenía que ser una plataforma completa que encajara de forma natural en el salón:
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Diseñada como un dispositivo elegante, pensado para destacar junto al televisor.
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Preparada para funcionar tanto en vertical como en horizontal.
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Capaz de actuar como centro multimedia, no solo como consola para “meter un disco y jugar”.
Moore insiste en que la estética era tan importante como la potencia. Xbox 360 debía verse como un aparato electrónico doméstico de alto nivel, no como un hardware exclusivo para jugadores. La idea de Microsoft era competir directamente por ese espacio que Sony ya ocupaba gracias a su presencia en el mercado audiovisual.
El resultado fue una consola que definió una generación, consolidó Xbox como marca global y abrió la puerta a los servicios digitales que hoy forman parte de la identidad de Microsoft en el sector.

