Microsoft quiere que escribamos con su mando. Es algo que se constata gracias a varias patentes que están saliendo a la luz estos días.
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En ocasiones las patentes que registran las compañías son solo eso, patentes. Muchas veces quedan en nada, meros conceptos que se registran para que nadie se adelante a ellos. Sin embargo, las patentes también nos dan la imagen de lo que una compañía pretende en determinado momento; quizá no se ejecuten, pero dicen a las claras cual es la idea.
Este es el caso de Microsoft y su mando para Xbox. Si bien hace algunas semanas registrábamos la aparición de una patente para que los usuarios escribiéramos con él, hoy Windows Central saca a la luz una segunda idea más de los americanos patentada.
Escribir con el mando de Xbox
Tenemos que pensar en Microsoft como una compañía que cada vez más se mueve en la dirección de unificarlo todo, por lo que tiene sentido que todos sus periféricos y productos sean lo más compatibles posible con los servicios de los de Redmond. Así que tiene lógica que si Xbox ya puede dar acceso a miles de aplicaciones UWP y en un futuro el ratón y el teclado llegarán a la consola, el hecho de que el mando optimice su manera de escribir es un acierto.
Esto es lo que reza en esta nueva patente. Es quizá algo enrevesado de explicar, pero en la práctica no es tan descabellado. Groso modo se trata de una escritura por capas en donde el teclado virtual se colocaría en un lateral de la pantalla ocupando mucho menos espacio que el actual. Con una tecla, por ejemplo el gatillo, el usuario cambiaría entre capas donde se encontrarían las teclas.
La tecnología puede ser implementada como un teclado virtual. La selección de una salida única para el teclado requiere que un usuario proporcione dos entradas. Cada entrada se proporciona con referencia a una capa diferente. Al proporcionar la primera entrada a la primera capa, se activa una segunda capa específica de la tecla seleccionada con la primera entrada. Cada clave en la primera capa se puede asociar con una segunda capa única. La salida (por ejemplo, un carácter) se determina a partir de la segunda capa proporcionando una segunda entrada. La combinación de la primera y la segunda entrada selecciona la salida final.