Jugar con desconocidos una Horda en Gears Of War 4 puede que no sea una buena idea para nuestros nervios.
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Escribo estas líneas tras haber acabado ahora mismito de salirme en la oleada 27 en una Horda estándar de Gears of War 4 en dificultad Inconcebible siendo ingeniero. Lo he hecho por mi salud mental. Para evitar un colapso en mi cabeza que acabase con una camisa de fuerza y mi mujer visitándome tras un cristal y yo hasta las cejas del último opiáceo legal para tumbar elefantes.
Dejadme que os cuente mi odisea. Esta tarde iba a jugar una Horda en Inconcebible con Ironman activado con cuatro amigos. Por cuestiones que solo el destino conocía solo quedamos dos. Durante una hora hemos intentado completar el pelotón sin éxito y empezamos con desconocidos -que no guiris, siempre me ha parecido algo xenófobo identificar a los desconocidos como guiris, como si los españoles tuviéramos un comportamiento ejemplar en el Gears Of War– pero no funcionó.
Cansados, decidimos reunir al grupo al día siguiente, o sea mañana, para llevar a cabo lo que no pudimos hoy. Yo me fui al Watch Dogs 2. Pero tenía un picor -ojo, no hablo literalmente malpensados- que solo podía aliviar con una Horda. Así que cogí mi lancer y me fui al Gears 4 yo solo y me puse a buscar partidas en Inconcebible hasta encontrar un grupo y un mapa en el que fuera posible pasársela. Al menos en teoría.
Encontré uno. El mejor de la tarde porque tenía dos pesados y un explorador y además el mapa era Camino de Sangre. Lo malo es que había un completamente inservible e inútil francotirador. Pero bueno. Yo, como he dicho antes era el ingeniero simple y llanamente porque no quiero ver como alguien se lo coge para sacar un señuelo tras otro -cosa que no sirve para absolutamente nada a no ser que queramos tomar un atajo- o poner las infraestructuras tan adelantadas que las rompan con lo que cada vez se va agotando el dinero. Porque no, que las rompan, por mucho nivel que tenga la carta de bonificación de recursos del explorador no sirve para hacer más dinero. Sirve para subir el fabricante de nivel más rápido, cosa que yo no recomiendo.
Bueno. Empezamos. Saco los primeros pinchos y los coloco, el francotirador libremente los coge y los lleva hasta casi la mitad del mapa. “Le habrá dado un lapsus y se ha creído ingeniero jeje” me dije a mí mismo. Pues nada, bajo a recogerlos con los enemigos ya aparecidos, al rojo vivo me pusieron el culo. Ya con retraso saco otros pinchos para colocarlos enfrente de los primeros. Decidí hacer el campamento en el respawn y uno secundario justo enfrente, donde se encuentra la boltok.
Cuando hubo un poco más de dinero saqué una taquilla de armas. ¡Los salvos vienen muy bien contra los jefes finales! Y un señuelo para que cuando llegase un transporte o un raptor se entretuvieran con él mientras nuestros pesados lo fundían con los salvos. ¡Ja! Qué ingenuo fui. El explorador, no sé si con buena intención o simple y llanamente por troleo, me lo cambiaba justo cuando empezaba la nueva oleada. Llevándolo para adelante. Algo que me hacía perder tiempo para volver a guardarlo. Es muy importante no gastar dinero -o energía para ser más exactos- en Inconcebible si se quiere llegar más lejos de la oleada 29.
En ese tiempo que yo gastaba yendo a recoger el señuelo, los enemigos casi rompían los centinelas y torretas. ¿Por qué? Pues porque el francotirador los sacaba fuera en un alarde de inteligencia: los enemigos como centinelas y scions disparaban desde lejos y los centinelas no llegaban a darles. Además la astucia colectiva del resto del equipo rayaba al mismo nivel, todos fuera, un boom y todos muertos y las máquinas rotas. Pasaba más tiempo metiendo las cosas en su sitio que reparando. Tuve que mandar un par de mensajes para explicar la situación. Por supuesto no sirvieron para nada.
Echar un vistazo al equipo, que avanzaba oleadas quedando solo yo y los centinelas que lograba mantener a salvo era desolador. El francotirador sin cartas de pesado usando los salvos. Los pesados pasando olímpicamente de las taquillas de armas a rebosar de salvos y de las torretas. El explorador entreteniéndose en buscar el señuelo -se lo cambiaba de sitio de vez en cuando para que no lo encontrase y no pudiera sacarlo- y todos fuera. Muriendo en cuanto se acercaba un guardián o un centinela. Y en la siguiente oleada igual, no aprendían de los errores.
Al estar más pendiente de ver dónde colocaban los centinelas y tras haber mandado mensajes explicando por qué no debían hacer eso, y observar como ya habían sacado 3 centinelas y 2 torretas en la oleada 27 que, por supuesto, quedaron destrozadas junto a ellos, decidí irme antes de estrellar el mando en la pantalla de la televisión. ¿Me habré comido cuatro denuncias por abandono? Me da exactamente igual por dos razones. La primera es que sigo cuerdo. La segunda es que a partir de ahora -pongo a Phil Spencer por testigo- solo jugaré con mis amigos.
Entiendo perfectamente que los logros de superar las 50 oleadas en Inconcebible estén por debajo del 1%. Con jugadores que sacan lo construido solo para que lo rompan y no son capaces de esperar a que vengan los enemigos por las ansias de matar más que nadie es literalmente imposible que lo logren.