Estos detalles del SSD ultrarápido de Xbox Series X y la arquitectura Xbox Velocity pondrán los dientes largos a los amantes del hardware.
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Microsoft ha presentado ya por fin las entrañas de su nueva consola Xbox Series X. Os hemos adelantado los datos más relevantes sobre la misma, primero con el ray tracing que calzará la máquina, y posteriormente con detalles adicionales sobre su composición y datos técnicos.
Sin embargo hubo detalles interesantes durante la presentación como los motivos por los que desde Microsoft han apostado por una alternativa como Xbox Velocity Architecture. Una cualidad que llega para dar mayor velocidad y rendimiento a la consola.
El SSD de Xbox Series X
Según Microsoft, estaríamos hablando de una mejora de rendimiento de 3-10X, lo cual no es cualquier cosa. Pero para llegar hasta aquí han tenido que pasar 13 largos años, algo que relatan muy bien desde TweakTown.
La idea es que Microsoft quería usar la memoria flash NVMe de alto ancho de banda como respaldo, o un búfer/caché para almacenar activos y datos de alta resolución, para ayudar a compensar una huella DRAM más pequeña. Esto permite a Microsoft gastar menos en DRAM (que es 33 veces más caro que la memoria flash) sin perder rendimiento.
Esta motivación fue la razón por la que el equipo de Xbox creó Velocity Architecture. Querían ahorrar dinero usando menos DRAM y usar almacenamiento flash de alta velocidad para ayudar a compensar la holgura.
Este planteamiento tampoco es nuevo, si lo miramos en perspectiva, es similar a lo que intentó hacer con la ESRAM en Xbox One. Algo que se ha ido refinando con el tiempo. Llevamos tiempo viendo una caída del 23% en los precios de la memoria flash, y es ahora cuando una consola Xbox puede ejecutar esta idea sin tener un coste exagerado. El hecho de contar con un SSD 100 veces más rápido que el de Xbox One, ha ayudado a que desde Redmond dieran este paso en su culminación del hardware.
El SSD ultrarrápido de la consola trabaja en conjunción con el bloque de compresión dedicado dentro del propio SoC para comprimir y descomprimir los datos que se demandan. Es una forma de mantener los activos en una caché integrada para posteriormente enviarlos desde la canalización de datos de la arquitectura Xbox Velocity directamente hacia la DRAM GDDR6 de 16 GB que tiene la máquina. La DRAM envía los datos y los activos a la CPU para su procesamiento y a la GPU para lo acaba representando en pantalla.