Los empleados de Microsoft han pedido a la compañía que deje de dar soporte mediante Azure al gobierno de Donald Trump por su trato a los niños migrantes.
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No, no es la típica noticia que esperarías leer en una web de videojuegos pero al tocar tan de cerca la compañía de la que depende la división de Xbox es importante hacerse eco de ella. En los últimos años los de Redmond se han mostrado partidarios de la inclusión en nuestra sociedad y contrarios a las políticas que desde hace meses está llevando el gobierno americano de Donald Trump. El presidente de Estados Unidos ha sido claro y conciso con respecto a su forma de pensar con las personas de otro país que llegan a sus tierras y las medidas que ha ido adoptando han sido incluso reprobadas por la oposición, y en algún caso alguna iniciativa incluso fue tumbada.
Según hemos podido leer en Xataka, el caso es que en enero la compañía americana logró cerrar un contrato millonario con el Gobierno de los Estados Unidos para ser el proveedor tecnológico del servicio de aduanas. En total más de 19 millones de dólares irían a las arcas de los de Redmond por ser quienes faciliten la tecnología a través de Azure al gobierno.
El problema llega tras la última medida de Donald Trump, que en esencia separa a las familias mexicanas migrantes detenidas en la frontera de manera forzosa. Esto ha provocado que más de 2000 niños hayan sido retenidos y encarcelados a la fuerza y las imágenes referentes a las condiciones en las que son tratados han dado la vuelta al mundo.
El caso es que una enorme cantidad de trabajadores de la compañía se han alzado contra Microsoft para que rescinda el contrato y no de apoyo a este tipo de prácticas carentes de toda ética. Espetan a los de Redmond que su manera de actuar no casa con los ideales que ellos mismos defienden.
Creemos que Microsoft debe adoptar una posición ética y poner a los niños y sus familias por encima de las ganancias. Solicitamos a Microsoft que cancele sus contratos con ICE y con otros clientes que colaboren directamente con ICE. (Nosotros) al ser las personas que construyen las tecnologías de las que Microsoft se beneficia, nos negamos a ser cómplices. Somos parte de un movimiento en crecimiento, compuesto por muchos en toda la industria que reconocen la grave responsabilidad que tienen quienes crean una poderosa tecnología para garantizar que lo que construyen se use para bien, y no para lastimar a otros.
Esta protesta se ha extendido a clientes y proveedores de la compañía, amenazando con eliminar cualquier tipo de colaboración en el futuro. El escándalo ha estallado en la cara de Nadella y la compañía ha emitido un escueto y ambiguo comunicado que no deja claras sus intenciones ya que no parece que vayan a prescindir del contrato anteriormente mencionado.
Queremos ser claros: Microsoft no está trabajando con el Servicio de Inmigración y Aduanas de los Estados Unidos o de Protección Fronteriza de EEUU en proyectos relacionados con la separación de niños de sus familias en la frontera y, contrariamente a algunas especulaciones, no somos conscientes de que los servicios Azure se estén utilizando para este fin.
Un gran número de empresas tecnológicas se han unido contra la acción de Donald Trump, y ahora la patata caliente está sobre el presidente de la que otrora fuera una de las naciones más inclusivas del mundo.
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