Según informaciones de Windows Central, el ahora en funciones, jefe de la división de Windows es el culpable de muchas de las restricciones sufridas por Phil Spencer.
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Steve Ballmer se distinguió como CEO por ser sobre todo un hoolligan de Microsoft. Para Ballmer Microsoft era capaz de todo, y lo hacía prácticamente todo bien. Bajo su mandato hubo algunos éxitos, Xbox 360 entre ellos, y también sonoros fracasos, el más caro de ellos la compra de Nokia que Satya Nadella decidió borrar de un plumazo nada más llegar al puesto. La última etapa de Ballmer fue bastante turbulenta y se distinguió por unos últimos meses que llevaron a una gran reestructuración, que algunos vieron como una voluntad de Ballmer de dejar su legado atado y bien atado.
En dicha reestructuración llego Terry Myerson a la dirección de la división de Windows, con gran parte de lo concerniente a los videojuegos bajo su paragüas. Myerson nunca ha gozado de muy buena fama, y ahora recientes informaciones aparecidas en Windows Central, apuntan que el, ahora saliente lider de Windows tiene mucha culpa de muchos pasos en falso dados por la división Xbox.
Parece que la relación de Myerson con Spencer, que ha tenido que responder ante él durante los últimos cuatro años, nunca fue buena. Para el jefe de Windows, que pronto dará el relevo a Panos Panay, los videojuegos eran un tema menor para Microsoft, y se le achaca ser el culpable del calamitoso estado de la tienda de juegos de Windows 10, que daña severamente las posibilidades de Microsoft en el juego en PC. De acuerdo con Windows Central el ascenso a vice presidente ejecutivo de Spencer tiene mucha relación con la salida de Microsoft de Myerson.
Los videojuegos son más lucrativos que nunca, y Windows sin embargo está a punto de ser una plataforma gratuita, cuya inversión se recupera vendiendo software y servicios.Para más inri Nadella ve en los videojuegos una vía para que Azure y la nube de Microsoft crezcan aún más, en un panorama en el que su principal competidor, Amazon posee varios estudios de desarrollo, y al gigante Twitch. En este escenario, tener a alguien frenando los esfuerzos en una de las divisiones a las que encomiendas el futuro de la compañía no tenía ningún sentido.
En los últimos resultados trimestrales, el gasto de la compañía creció un 5% y gran parte de ese incremento ha ido a parar a la división de juegos. Ya sabemos quién ha ganado la batalla interna, el verdadero esfuerzo de Microsoft por hacerse un nombre como editora solo acaba de empezar.