Ayer se celebró la nueva audiencia de la apelación en el CAT y el juez les concedió tiempo para que llegasen a un acuerdo.
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Sin llegar a hacer tanto ruido como los anteriores juicios, Microsoft y la CMA británica volvieron a protagonizar un nuevo capítulo en esta serie que ya mismo da para documental de Netflix. Como siempre, poniéndonos un poco en retrospectiva, Activision Blizzard y Xbox vienen de ganar definitivamente su derecho a unirse en EE.UU. gracias al rechazo del recurso de apelación de la FTC tras su derrota en el juicio. Pero en el otro lado del charco, la CMA también les prohibió en abril unirse, pero por una razón diferente, tenían dudas con el futuro del Cloud Gaming.
Por supuesto, Microsoft apeló esta decisión, que fue directa al CAT (Tribunal de apelación de competencia). Y ayer fue la segunda parte de esta apelación que la CMA también veía peligrar. Pero claro, ambos contrincantes han hablado y llegado a un acuerdo en estos días y precisamente en la pasada tarde trataron de hacer ver al juez que el proceso de apelación debía detenerse debido a que había habido cambios sustanciales y podían resolverlo antes. Esto, por supuesto, beneficia a Microsoft, pues aunque la apelación hubiera sido favorable para ellos, significaba que debía comenzar un nuevo proceso de revisión de la compra, que al final es lo que ordena el CAT.
Nueva fecha límite: 29 de agosto
Tal fue así del interés de ambas partes que prácticamente hicieron una presentación conjunta para obtener esa ampliación o más bien, suspensión del litigio. Por eso, la fecha ha pasado del 18 de julio al 29 de agosto. Sin embargo, el Juez Marcus Smith, del CAT, condicionó este aplazamiento a que la CMA explique claramente por qué considera que ha habido ese cambio sustancial que modificaría su decisión de impedir la compra original, como por ejemplo, el reciente acuerdo entre Microsoft y Sony para mantener Call of Duty en PlayStation.
Estos cambios dan lugar a dos consecuencias directas: La primera es que con toda probabilidad Microsoft y Activision acuerden extender su fecha límite para cerrar el acuerdo que obligaba al primero a pagar nada más y nada menos que 3 billones de dólares al segundo si no se lograba. La segunda es que probablemente la CMA esté buscando, entre sus soluciones, que una compañía británica tenga los derechos cedidos de parte de Microsoft para comercializar los juegos en la nube del mismo, lo que entraría dentro de ese famoso «Reino Unido sí que está abierto al negocio». Veremos en que queda todo esto, pero parece que, como dijo literalmente ayer el propio Juez Smith, «No va a haber nada que impida que Microsoft compre Activision».