Microsoft, Sony y Nintendo no ven buenas perspectivas del acuerdo comercial entre China y Estados Unidos, así que no descartan mover parte de su producción.
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A pesar del interés de Microsoft, Sony y Nintendo que plasmaron en la carta al gobierno de los Estados Unidos sobre la intención de retirar (de la lista de productos con aranceles) ciertos productos de las cadenas de producción de componentes fundamentales para fabricar sus consolas, parece que se están preparando para el «peor escenario posible» en caso de que Estados Unidos no mantenga su prorroga al acuerdo comercial que han alcanzado recientemente China y Estados Unidos. Al menos es lo que varias fuentes cercanas a Nikkei Asian Review están afirmando.
No solo Microsoft, Sony y Nintendo están pensando en su «fuga» a otros mercados: grandes compañías como Dell o HP, e incluso la propia Amazon se están planteando trasladar parte de su producción del país asiático. No es para menos, los Estados Unidos ya han impuesto aranceles por un valor de 250 mil millones de dólares y se preveían otros por la nada deleznable cifra de 300 mil millones de dólares.
Microsoft, Sony y Nintendo advierten: el consumidor lo acabará pagando caro
Y no solo el consumidor, las compañías también han puesto sobre aviso al gobierno de los Estados Unidos sobre la posible pérdida de empleos estadounidenses que el país sufriría en caso de que los aranceles a estos productos tecnológicos sigan en pie. Está claro que la administración de Donald Trump esta poniendo en serios apuros muchos acuerdos tecnológicos tanto en el país asiático como en la región donde nació Silicon Valley.
No sabemos con certeza qué parte de todo el proceso productivo será el que compañías como Microsoft o Nintendo se llevarían del país más conocido como «la fabrica más importante del mundo», pero está claro que, dados los bajos costes que en ese país tiene fabricar muchos componentes tecnológicos (al menos si los comparamos con el resto del mundo), está claro que de algún modo nos acabará afectando a todos los usuarios. Tendremos que tener paciencia e ir viendo como evolucionan estas relaciones comerciales, pero el futuro no es muy halagüeño que digamos.