Os contamos como varios estudios propiedad de Microsoft, o que ya han colaborado en exclusivos en el pasado, están aumentando su plantilla.
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Que la producción de Microsoft como editora de juegos ha estado por debajo de lo esperado en los últimos años, no es ningún secreto. Se ha hablado mucho, y se ha teorizado mucho sobre qué debería hacer Microsoft con respecto al entretenimiento digital. incluyendo vaticinios de venta de la marca Xbox a otras compañías, que supuestamente sabrían sacarle más partido. Embarcado desde hace tiempo en un reboot de la división, Phil Spencer ha sepultado la concepción original de Xbox One, cambiando el enfoque, e incluso el hardware, llevándose por delante un par de proyectos que han dejado coja a la consola durante un tiempo. Para resolver esto Spencer aseguró que la creación y compra de nuevos estudios sería una prioridad de gasto durante un tiempo, sin embargo hasta ahora nada se ha anunciado oficialmente.
Comprar un gran o mediano publisher, y quedarse con todos sus estudios y franquicias sería una solución rápida para Microsoft, pero no deja de ser una apuesta incierta. Comprar estudios desconocidos para el equipo de Spencer no es menos arriesgado, y aquí aparece una tercera vía, la de invertir en los estudios que ya conoces, y llegado el momento dividirlos o comprarlos. Microsoft ya está haciendo esto, y no han empezado ayer precisamente. Si miramos con atención veremos que muchos equipos próximos a los de Redmond han aumentado exponencialmente su plantilla, y todavía se encuentran contratando. La primera pìsta nos llegó cuando el año pasado Playground Games, estudio que hasta ahora solo se había encargado de Forza Horizon, compraba un edificio entero dispuesta a dpublicar su plantilla, para encargarse nada menos que de un RPG de mundo abierto.
No son los únicos. Rare ha crecido en el último año y siguen contratando gente con la intención de tener independencia para empezar nuevos proyectos, a pesar de querer destinar un tercio de su plantilla a mantener Sea of Thieves después de su lanzamiento, pasando en un año de los 160 empleados, a los más de 200 actuales, y aún con posiciones abiertas.
Distinto es el caso de Sumo Digital que decidió hace un par de meses partirse en dos, creando Electric Square como filial dedicada especialmente a proyectos con Microsoft. Sumamos y seguimos con Splash Damage, empresa no muy conocida pero que son corresponsables junto a The Coalition, de la última entrega de Gears of War. Si bien es cierto que Microsoft no es su único cliente, tras participar en Gears of War 4 su plantilla ha crecido hasta los casi 300 empleados según el perfil de la empresa en Linkedin, sin contar las más de diez posiciones abiertas actualmente específicamente para la franquicia Gears, tal y como reza en las propias ofertas.
Incluso empresas más pequeñas y puramente técnicas como Skybox Labs, que han trabajado y siguen inmersos en producción para la franquicia Halo, han crecido y siguen contratando. A nuestro parecer Phil Spencer ha optado por ir a lo seguro e invertir, por ahora, en gente que ya conoce y de reconocida solvencia en proyectos anteriores. En una industria donde la salud interna de las empresas es tan importante, no parece mala idea aferrarse a lo que ya ha funcionado en el pasado.