Matt Booty confirma que la nueva visión de Xbox pasa por llegar a todas las plataformas y romper los límites tradicionales.
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Durante una entrevista con The New York Times, Matt Booty, presidente de Xbox Game Content and Studios, ha confirmado lo que parecía inevitable: Microsoft está abandonando definitivamente la estrategia de las exclusivas. Según el directivo, el objetivo es “estar donde están los jugadores”, una frase que define el nuevo rumbo de la marca y que marca un punto de inflexión en la historia de Xbox.
Booty explicó que la verdadera competencia de Xbox ya no son otras consolas, sino “todo aquello que compite por el tiempo libre del jugador, desde TikTok hasta las películas”. Esta declaración resume el cambio de mentalidad dentro de la compañía, que ahora ve su ecosistema no como un hardware cerrado, sino como una red global de experiencias conectadas.
Xbox deja atrás la exclusividad y se abre a nuevos horizontes
El giro estratégico ya se refleja en hechos concretos. Halo debutará en PlayStation, y lo mismo ocurrirá próximamente con Gears of War, Forza y Microsoft Flight Simulator, sagas históricamente asociadas al ADN de Xbox. Un movimiento impensable hace apenas unos años, pero que responde al objetivo de ampliar el alcance de las franquicias más icónicas de la compañía.
Tras las adquisiciones de ZeniMax y Activision Blizzard, Microsoft busca consolidar su marca más allá de la consola, impulsando Game Pass y el juego en la nube como pilares de su modelo de futuro. El mensaje es claro: Xbox ya no quiere limitarse a vender hardware, sino acompañar al jugador donde sea que juegue, sea en una consola, un PC o un dispositivo móvil.
Xbox está dejando atrás su enfoque clásico de competencia directa para convertirse en una plataforma universal. Un ecosistema abierto en el que sus sagas más emblemáticas podrán llegar a más usuarios que nunca, marcando el inicio de una nueva era en la industria del videojuego.
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