La reciente noticia que especulaba sobre la inclusión de una variante multijugador cooperativa en Dragon Age Inquisition ha suscitado un interés repentino en el devenir de la saga Mass Effect.
Si bien, Mass Effect 3 incluyó un modo multijugador dentro de sus características, un modo de juego que aunque fue demasiado simple y escaso en sus primeros estadios, ha ido evolucionando con un importante número de DLCs que multiplicaron su experiencia, la posibilidad de que la implicación de este factor en el siguiente juego de Mass Effect, alcance nuevas cotas, ha suscitado revuelo en la comunidad. Si bien, Dragon Age Inquisition no parece un juego tan dirigido a explotar esta opción de juego, que parece podría incluirse, Mass Effect siempre ha estado muy ligada a los deseos de convertir la experiencia de juego en algo cooperativo.
En cualquier caso, la jugabilidad propuesta en ambos casos mezcla rol y estrategia, con la cámara de comandos y poderes que pausaba la acción para que organicemos a nuestros compañeros y sus acciones, la llegada de un modo cooperativo simplifica, y mucho, este aspecto que ha sido, santo y seña de los productos de Bioware, más, de estas dos licencias. Se podría estar pensando en llevar a cabo una funcionalidad conjunta con Kinect, como fue anunciado para Mass Effect 3, pero que no llego, así como el empleo de los dispositivos de segunda pantalla, Smartglass, para enriquecer la experiencia de juego.
Además, si las voces críticas con la evolución de ambas sagas, han señalado la casualización y ‘arcadización’ de ambos títulos en sus respectivas secuelas, si eliminamos el factor estratégico-rolero que aporta esa insignia de los productos de Bioware, que pausa la acción, ¿en que se convertirían?
Lejos de llevar los deseos a estos campos que mejorarían la experiencia ya conocida, se insiste en la aplicación de un modo cooperativo que permita a varios amigos, compartir una historia que depende de las decisiones, que generalmente, toma uno. Seguramente, Bioware pueda tener solución a este problema, ya que nunca han sido reacios a obligar a re-jugar sus títulos, bien podrían establecer historias paralelas para que todos los usuarios tengan la opción de vivir la historia desde el papel protagonista, como anfitrion, o secundario, como invitado.
Proponerlo es ambicioso, pero parece un arma de doble filo que no parece que Bioware pueda evadir en esta ocasión, aunque esto pueda suponer un paso atrás en la siempre atractiva propuesta de sus juegos de rol.