Esta podría ser la otra cara de la realidad tras la cancelación de Scalebound para Xbox One y Windows 10.
Más historias en la categoría Noticias
- De nuevo, Lily se libra del nerfeo en Brawl Stars
- ¿A qué se debe el aumento de popularidad de la saga Persona? En Atlus lo tienen claro
- Un rumor apunta a que el remake de The Elder Scrolls Oblivion llegaría muy pronto
No te pierdas nada y ¡Síguenos en Google News! |
Ayer tarde los usuarios de Xbox recibíamos la noticia de la cancelación de Scalebound y la comunidad explotó. Con Fable Legends reciente aún en la memoria de los jugadores y el cierre de Lionhead y Pressplay también, la noticia a comienzo de año no ha sentado nada bien.
Lo reacción normal es enojarse con Microsoft, pero ¿Qué hay de la otra parte? Algunos medios como Eurogamer o Polygon han contado que las fuentes que filtraron la cancelación apuntan a un desencanto por parte de Platinum con el proyecto que ya estaba enquistado y pedía otro retraso a gritos. De hecho se habla de que Kamiya estaba teniendo problemas de salud mental con el juego. El estrés se había apoderado del creativo que incluso tuvo que coger unas largas vacaciones junto a algunos miembros del estudio antes de todo esto.
De hecho, el propio Kamiya tuiteó algo así como: «Estos mierdas de Microsoft…¿quieren joderme?» Aunque después lo borró.
https://twitter.com/AllGamesDelta/status/818721513885040640
Sea como fuere, Platinum Games lleva aceptando varios desarrollos simultáneos estos dos últimos años y quizá esa carga de trabajo extra, pese a estar repartida en dos equipos, haya sido demoledora. El juego aún sufría problemas de engine y no parecía estar listo. De hecho el propio Kamiya ya expresó que no estaba acostumbrado a los ritmos de desarrollo occidentales. Con todo, Microsoft debería haber blindado mejor el acuerdo para que esto no ocurriera.
A título personal, creo que es poco probable que el desarrollo se retome con otro estudio pues no es un proyecto sencillo y retomar un trabajo tan grande sin gente que conozca el desarrollo es costoso y en ocasiones inviable. No ha debido ser una decisión fácil para los de Redmond tampoco ya que, al final, la mala prensa se la llevarán ellos y mucho tienen que convencer para recuperar la confianza de aquí al E3 2017. Además, el relativo fracaso que ha sufrido Final Fantasy XV en Xbox One vendiendo bastante menos que en la consola rival, hace que los americanos seguramente hayan tenido dudas sobre la viabilidad de Scalebound. Para suplir esta pérdida solo se me ocurre algo a nivel de desarrollo de Sakaguchi.
Sea como fuere, nada de esto está dicho de forma oficial y todo queda en manos de las especulaciones de las fuentes cercanas al proyecto. Fuentes que por cierto, han demostrado tener bastante credibilidad.