Las inquietudes de nuestros redactores se plasman en esta sección, en esta ocasión analizamos por encima un recurso muy usado por la industria: El Hype.
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No se que opináis vosotros, amigos, pero ya han pasado más de dos años desde que estrenamos esta generación y muy pocas cosas están cumpliendo con el Hype generado. La palabra «Hype» está siendo algo recurrente, algo tan usado y anodino que está perdiendo totalmente su valor. Esas esperanzas, esas ganas, ese desvivir que muchos hemos sentido, ese «Tengo que conseguirlo como sea, o morir en el intento«, se desvanece en una cortina de luces chillonas y grandes anuncios.
Y es que las compañías, empresas, editoras, como queráis llamarlas, han aprendido a usarlo contra nosotros. El usuario empieza a sentir más el hype como si fuera una especie de enfermedad de la que no se puede librar fácilmente debido a su pasión videojueguil, que realmente por lo que espera del anuncio. Porque luego, a la hora de la verdad, aún disfrutando el resultado, hemos sentido esa pequeña decepción de no tener en nuestras manos completamente lo que teníamos en mente.
Microsoft por suerte, en este 2015 nos está ofreciendo calidad y cantidad de juegos sin ninguna duda, y están arreglando este tema a base de enseñar demos jugables, gráficos reales, y alejarse del humo y las cinemáticas que en realidad no muestran nada. Hay que agradecerles el anunciar las cosas y decir: «lo tenéis ya», es lo que funciona. El resultado de esto es que los usuarios de Xbox One en su mayoría, están totalmente felices con su compra y con la consola que tienen en casa.
Pero, no todo es bello y de florecitas de colores. Hoy mismo conocíamos la 2ª lista de títulos retrocompatibles, sí, esos juegos de Xbox 360 que tienes en casa y estás deseando de jugar de nuevo, o aún peor, los que te acabas de comprar en la tienda pensando que los van a poner todos ¡ya! Si, yo también he caido, y mi Red Dead Redemption sigue cogiendo polvo desde junio en el que nuestro querido Phil Spencer lo anunció a bombo y platillo en el escenario del E3.
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Precisamente eventos como el E3 son los culpables de este falso hype, y ahora no estoy hablando de Microsoft. En estos años estamos viendo como la palabra «downgrade» aparece en cada presentación, como los servidores no funcionan en el estreno de un juego, como venden juegos con un parche día uno para nada más insertarlo en tu consola tengas que esperar a que se bajen los 5 o 10gb de rigor para actualizar a la versión 1.01…y esto no es hype. Esto no es hype.
La comodidad que tienen los usuarios al tener las consolas conectadas a internet y que puedan tener las mejoras ofrecidas por los desarrolladores al instante, han servido para vender los productos antes de terminarlos, y que no sea una preocupación en esta generación. Un Metal Gear Solid sin acabar, un Fallout que no termina de llenar a algunos usuarios hardcore, un Assassin´s Creed del que se esperaban más bugs que ventas, un Final Fantasy cuya mayor baza es precisamente ser un remake, e incluso una inexistente retrocompatibilidad en la competencia que intentaron justificar con el dinero de los usuarios, y nos quedamos muy cortos enumerando estos casos.
No hay duda que este año ha sido bueno, hemos tenido grandes juegos, muchísimas horas de diversión, títulos a la altura de lo esperado, pero también hemos tenido retrasos, bugs, parches, malas versiones, resoluciones ridículas, tratos favoritistas que perjudican al usuario…
Los encargados del hype están consiguiendo día a día en esta generación que la palabra con la que más nos identificamos los apasionados del videojuego, se traduzca en más reservas y nada más.