Kinect podría estar dando problemas de estabilidad a Fortnite en Xbox One tras el estreno de la temporada 10 del juego de Epic.
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Sabemos que resulta raro que en pleno 2019 sigamos hablando del sensor de movimiento Kinect, pero la realidad es que el dispositivo (siempre según Epic) podría estar dando problemas a Fortinte tras la última actualización del juego.
Según ha explicado la compañía después comienzo de la Temporada 10 de Fortnite, los usuarios de Xbox One han comenzado a tener algunos problemas de estabilidad en el juego que rápidamente han reportado al estudio. Epic Games ha reaccionado rápido y a través de Twitter ha instado a los jugadores de Xbox One que sigan usando Kinect a que lo desconecten para solventar estos problemas.
Epic pide desconectar Kinect para jugar a Fortnite
Hemos notado que los jugadores de Xbox One con Kinect conectado pueden experimentar problemas de estabilidad cuando Fortnite comienza. Estamos examinando una solución para este problema, pero mientras tanto, los jugadores pueden evitarlo desconectando su Kinect.
Aunque sea un dispositivo actualmente testimonial en Xbox, la realidad es que se vendieron algunos millones de consolas con el sensor incorporado, por lo que seguro todavía hay bastantes usuarios que lo siguen usando para algunas de sus opciones. Mientras que Epic termina de encontrar otras soluciones extra, de momento aconsejan como una de las opciones desconectar el sensor y probar directamente a jugar con este desactivado.
Esperamos que el estudio consiga dar con el problema y en breve lance alguna actualización que permita usar el juego y el sensor a la vez sin que ninguno de ambos salga perjudicado.
¿Habéis tenido algún problema con Fortnite y Kinect?