Los chicos de TreeFortress Games nos ofrecen un viaje al pasado -de la mano de un simpático dinosaurio aerodinámico- con este plataformas de estilo noventero, más difícil de lo que parece ¡pero también muy adictivo!
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No es ninguna novedad que lo retro está de moda. O quizá sea más apropiado decir que nunca ha dejado de estarlo. Somos muchos los que crecimos destrozando joysticks y gamepads en los 90, muchos los que llevamos marcadas a fuego las melodías repetitivas y pegadizas de los videojuegos de la época, muchos los que nos emocionamos al volver a ver los píxeles de aquellos juegos que llenaban nuestras tardes de verano y, en general, nuestros días de infancia.
En fin, que los fans de los 8 y 16 bits somos legión, un hecho que incentiva la llegada de nuevos títulos basados en aquella gloriosa época y que saben conectar pasado y presente para llamar la atención tanto de los nostálgicos como la de las nuevas generaciones.
No es ningún secreto que servidora forma parte de este elenco de jugadores melancólicos, ya que he expresado esta misma opinión en diferentes noticias de la web y he tenido la suerte de poder presentar de un modo similar una buena cantidad de videojuegos nacidos bajo la misma premisa: aires noventeros (o incluso ochenteros) mezclado con rasgos más actuales pero que no por ello dejan escapar la magia y la esencia de aquellos adictivos videojuegos.
Pues bien, en esta ocasión puedo volver a hablar de un título que consigue esta maravillosa conjunción que aúna ayer y hoy y que, por encima de todo, nos ofrece lo que realmente importa: entretenimiento y diversión. Aunque eso sí, para nada exentos de dificultad…
JumpJet Rex es todo un canto a los juegos de plataformas noventeros. TreeFortress Games nos presenta un título que parece realmente sacado de la época de los 16 bits, y no sólo en cuanto a estética. Los puntos de control recurrentes y automáticos de los juegos actuales nos han malacostumbrado, pero JumpJet Rex nos recuerda que hubo una época en la que llegar a completar un juego podía ser tan divertido como desquiciante. No, pese a su aparente sencillez no es un juego fácil, pero esto también forma parte del encanto.
Apartado Técnico
El apartado técnico de JumpJet Rex no puede juzgarse más allá de lo que nos quiere transmitir: ese sabor añejo de la época en la que salvar partida era casi una utopía. Gráficos totalmente pixelizados, diseños sencillos pero simpáticos y muy al estilo de la época, elementos de sobras conocidos como monedas o aros que recoger y coleccionar y una música de 16 bits totalmente acorde al estilo general del juego.
Si nos ceñimos al objetivo de trasladarnos a otra época, podemos decir que JumpJet Rex cumple su propósito a la perfección a nivel técnico. En cuanto aparecen las letras del juego en la pantalla acompañadas de la adictiva melodía en bucle nos parece rejuvenecer unos cuantos años, algo así como 20… y cuando empezamos a pegar saltos con nuestro dinosaurio aerodinámico la sensación es ya completa. Quizá, y por poner alguna pega a su estética, hubiera estado bien tener un poquito más de variedad en las melodías y los escenarios, pero en general cumple la misión con buena nota.
Jugabilidad
En JumpJet Rex tomamos el control de un simpático T-Rex con una misión de vida o muerte para su especie: detener al asteroide que se dirige directo al planeta tierra. Para ello, nos valdremos de unas botas propulsoras que nos ayudarán a reírnos de la gravedad haciendo saltos imposibles y deslizándonos con velocidad hacia cualquier dirección.
Estas botas será nuestras únicas aliadas en JumpJet Rex, ya que no contaremos con armas ni con ningún otro apoyo extra que nos pueda ayudar. El éxito de cada fase dependerá única y exclusivamente de nuestra habilidad plataformera. Pero, como ya he comentado antes, no penséis que el reto que nos ofrecen desde TreeFortress Games es un reto sencillo: los obstáculos -tales como láseres, enemigos varios, muros que amenazan con aplastarnos y un largo etcétera de problemas añadidos- nos reducirán a cenizas una y otra vez a lo largo de nuestra aventura.
Pero bueno, no pasa nada por morir, al fin y al cabo una gran parte de este tipo de juegos se va superando precisamente gracias al famoso ensayo y error…¿no? ¡Pues no! Realmente este no sería un gran problema si no fuera porque morir una sola vez puede ser un gran impedimento a la hora de desbloquear nuevos niveles. Me explico. El sistema de desbloqueo de pantallas de JumpJet Rex se basa en la clásica premisa de la recolección: necesitamos un número X de estrellas para poder acceder a cada nivel, y dentro de cada uno de ellos podemos conseguir un total de 3 estrellas.
La primera estrella es fácil de conseguir: basta con completar la pantalla. Pero en las otras dos ya entra en juego nuestra habilidad y nuestra paciencia, y no siempre será fácil conseguirlas: una de ellas la obtendremos si superamos el nivel sin morir ni una sola vez, y la última si lo hacemos en un tiempo límite que suele ser bastante reducido… Al principio todo esto es asequible, pero a medida que pasan los niveles la dificultad crece de forma endiablada. No para superar las fases en sí, si no para conseguirlo en tiempos récords o sin morir.
Mención aparte merecen los también clásicos jefes finales, tanto por su dificultad como por los patrones de movimiento que recuerdan también a los malotes de antaño. Para vencerlos, necesitaremos paciencia, observación y una pequeña dosis de estrategia, como en cualquier 16 bits que se precie.
Además de la jugabilidad propiamente dicha, en JumpJet Rex contamos con acciones adicionales como algunos minijuegos y modos que podremos disfrutar tanto en solitario como en cooperativo: Deathmatch, Race! o Capture the Cookie, entre otros. Además, tenemos también otro reto añadido: el de recolectar suficientes monedas para personalizar a nuestro T-Rex comprándole trajes y accesorios que lo hagan único (todos ellos puramente estéticos pero la mar de graciosos). El reto se encuentra en los elevadísimos precios de la indumentaria: podéis llegar a sudar lágrimas de sangre para darle a nuestro dinosaurio la apariencia que más os guste. Quizá demasiado para tratarse únicamente de elementos decorativos, ya que es fácil acabar cayendo en la desidia y dejar a nuestro T-Rex tal y como vino al mundo.
Duración
JumpJet Rex cuenta con 42 niveles para los que necesitaremos conseguir 132 estrellas. Dicho así podría parecer poco, pero no olvidemos la dificultad creciente para conseguir estrellas y, en consecuencia, desbloquear niveles. La re-jugabilidad en este caso no es una opción, es un hecho, ya que tendremos que repetir varias veces más de una fase para conseguir las necesarias tres estrellas.
Además, los minijuegos que encontramos en nuestra nave y los modos cooperativos también exprimen bastante el título, por lo que podemos hablar de una duración bastante aceptable, ni demasiado larga ni demasiado corta.
Conclusión
Los nostálgicos de los 16 bits tienen que hacerse con este juego sí o sí. Sólo por su estilo old school y su aura de juego noventero ya vale la pena jugarlo. El simpático protagonista y el frenético ritmo de los niveles (cuando los hacemos a contrarreloj) consiguen hacernos pasar un rato muy divertido que sólo se enturbia ligeramente cuando empezamos a quedarnos atascados a la hora de desbloquear nuevas fases.
Quizá esta dificultad elevada sea uno de los contras más destacables del título, pero se le perdona porque, al fin y al cabo, sólo con escuchar su melodía te vuelven a entrar ganas de jugar. Y además, algunos juegos de la época también se las traían en cuanto a dificultad, ¡y ni siquiera podíamos salvar! Ya nada será tan difícil como eso, así que… ¡a por él!
*Gracias a Loot Interactive por habernos proporcionado el código para la review.