El jugador participó en 839 torneos con trampas para ganar premios en efectivo; Epic donará lo recaudado a una ONG.
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Un nuevo caso de trampas en el competitivo de Fortnite ha acabado en los tribunales. Epic Games ha ganado una demanda legal contra Sebastián Araujo, un jugador que utilizó un dispositivo de acceso a memoria para evadir los sistemas anti-trampas del juego. Araujo participó en 839 torneos entre junio y octubre de 2024, logrando más de 6.800 dólares en premios de forma fraudulenta.
Lejos de admitir su conducta, creó al menos tres cuentas falsas tras ser detectado, lo que llevó a Epic a emprender acciones legales. Según el fallo, el jugador deberá pagar 175.000 dólares en total, y ha sido expulsado permanentemente de Fortnite. Epic ha asegurado que donará el dinero a la ONG Child’s Play, que apoya a niños hospitalizados con acceso a juegos y entretenimiento.
Una sanción ejemplar y una advertencia directa al entorno competitivo
Según los documentos judiciales, la mayor parte de la sanción —168.550 dólares— responde a violaciones del copyright y la DMCA, calculadas en 200 $ por cada torneo en el que se detectó uso de trampas. A eso se suman 6.971 dólares en gastos legales. La corte reconoció que la multa excede ampliamente las ganancias reales del jugador (6.850 $), pero también destacó que Araujo tomó medidas deliberadas para ocultar su actividad: cuentas falsas, un hardware spoofer y evasión constante de detección.
Aunque Epic pidió una sanción adicional de 100.000 $ por infracción de copyright, el juez consideró esa parte como desproporcionada. Aun así, el mensaje es claro: hacer trampas en entornos competitivos puede acarrear consecuencias reales, tanto dentro como fuera del juego.

