Analizamos al dedillo todo lo que podremos encontrarnos en esta versión preliminar de We Happy Few, el juego distópico que llega a Xbox One del estudio Compulsion Games.
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We Happy Few llegaba a nuestro oídos hace poco más de un año. Vino despacio, con unas pisadas enlentecidas, pero solo eclipsadas por la fuerza de ellas. Y es que el título del estudio del fantástico Contrast, Compulsion Games, llamó la atención de la masa el anterior año con esta propuesta que recordaba los aires distópicos de la saga Bioshock y que, por suerte, por fin podemos saber que es algo totalmente distinto. Más que una utopía basada en la exposición de unos ideales de pocos, We Happy Few promete hacernos ‘felices’, a su manera, y esa manera es intrigante a la vez de escalofriante si se piensa de forma racional.
El título coge los más puros sentimientos que podemos leer cuando examinamos una obra de Orwell -al menos salvando mucho las distancias-, pero hechos videojuego. ¿El único problema? Que realmente estamos en una alpha muy alpha que necesita ser pulida, no solo en aspectos técnicos, sino en mecánicas y dinámicas que necesitan de un empujón y feedback de la comunidad, que, viendo el recibimiento que está teniendo, queda claro que Compulsion Games tendrá una buena base de opiniones. Así que vamos a ello.
Nos situamos en Wellington Wells, una ciudad modesta en un territorio distópico inglés, basado en la época de 1964. El juego comienza haciendo nuestro trabajo: somos una especie de periodistas que se dedican a aprobar o censurar recortes antiguos de periódicos que contienen información que para el gobierno, quizás, les sea molesta. Una auténtica delicia de introducción jugable que narrativamente, y en sólo unos segundos, tomas posesión de una mecánica que te cuenta la narrativa inicial y el porqué de tu estancia allí, aunque más que el porqué, es el cómo. Al comenzar a trabajar nos sentimos algo mareados, por lo que el juego nos insta a probar una pastilla, llamada Joy – o Alegría, en inglés-. Por lo que se da a entender, es una práctica frecuente el tomar esta pastilla, así que está en tu mano estar bajo los efectos de ella o simplemente dejar de lado tu dosis matutina. No va a ocurrir lo mismo si eliges distintos caminos, pero eso os lo dejamos a vosotros.
En cualquier caso, llega un punto en que te das cuenta de la realidad que te rodea, y es que en el mundo utópico de risas, canciones, sonrisas y arcoiris de 7 colores, nada era perfecto. Lo perturbador de la mente y acción humana se dejan entrever cuando dejas de tomar tu dosis diaria de «Alegría» -qué bonita ironía, ¿no creéis?-. Tras una fallida huida de tus antiguas instalaciones, apareces en una especie de guetto para las personas que no toman Joy, por lo que te has convertido en un ‘Drowner‘. Aquí es donde comienza el juego por sí mismo.
Antes de comentar en qué se basa We Happy Few, comentemos algo más de su apartado técnico. El juego está desarrollado mediante Unreal Engine, y os recordamos que formó parte de una campaña de crowdfunding en Kickstarter que tuvo especial éxito. Técnicamente tiene ciertas mejoras, pero el rendimiento es especialmente bueno tras cargar la partida y es prácticamente imposible tengas algún tipo de freeze, al menos en nuestra versión, y la fluidez de la que se nutre y que se resalta sobretodo el momentos de correr, o esconderse y recoger cosas es innegable. El equipo ha tenido presente los recursos que tenían y los han aprovechado sin duda para hacer un juego con un rendimiento excelente a pesar de ser una alpha. Obviamente, hay cosas que se deben cambiar, como atascos de nuestro personaje en alguna que otra pared al intentar subirla, las acciones de personajes muertos que actúan como objetos de una forma algo grotesca, mejoras del funcionamiento del mapa -el cual es insufrible- y poco más que añadir en lo técnico. Se nota que es una alpha, si, pero se nota sobre todo en la parte de jugabilidad, lo cual parece que Compulsion Games quieren ofrecernos mucho pero no coordinan exactamente con qué.
En cuanto al apartado artístico, es innegable que es parecido a Bioshock, pero tiene un aura propia que luce por sí misma con unos acabados opacos que mezclan una sensación de cell-shading en algunas ocasiones, aunque como he dicho, son sensaciones. El acabado es pulcro y muy intenso, juegan con los colores tanto en los momentos de tomar la pastilla, como los momentos de día y de noche. Es un auténtico festival visual que os dejará impactados nada más llegar a Wellington Wells. Obviamente teniendo en cuenta el tipo de juego en el que estamos.
Pero vayamos a lo interesante: lo jugable. En cuanto nos dejan a la intemperie y prácticamente como nos trajeron al mundo, nos damos cuenta de una cosa: tenemos que sobrevivir. Y es aquí cuando realmente nos damos cuenta del juego en el que estamos, un juego de una narrativa potencial y un juego de supervivencia, donde sin duda lo pasaremos realmente mal para conseguir sobrevivir día y noche en el pequeño recinto que es explorable en esta Game Preview. Esta prueba conlleva exactamente sólo el Prólogo/Introducción del juego, y aún así podemos echarle muchísimas horas, una servidora lleva 7 y podría seguir, puesto que la rejugabilidad es propia desde los primeros momentos, y seremos claros: el juego puede ser difícil si os lo proponéis.
La primera opción que se da antes de comenzar el juego es la de Muerte Permanente y la de Segunda Oportunidad, ambas son complementarias y activables y desactivables de forma individual, por lo que podéis hacer una partida de muerte permanente sin Segunda Oportunidad y tendréis el caldero hecho para hacer magia. Una magia que a muchos os puede gustar y a otros no tanto, porque os recordamos que la Muerte Permanente, desde que suceda tu lúgubre final, tendrás que comenzar de nuevo. En el caso de la Segunda Oportunidad, se te dará una especie de tiempo extra para curarte o rehogar en la batalla antes de morir: cuando revivas tendrás tus cosas, pero tus necesidades habrán bajado de recursos, por lo que tendrás que ser rápido para encontrar lo suficiente para seguir sobreviviendo.
Y hablemos de las necesidades, que constan de lo esencial: Hambre, Sed, Descanso y Salud. Estas cosas pueden ser suplidas con comida que podremos ir encontrando en las casas abandonadas, así como comida podrida, que os advertimos que aunque luego tengamos un estado de envenenamiento, llegará un punto en que deberemos comerla sin rechistar, aunque puede ser apaliada con alguna que otra pastilla. La sed es consecuente, tendremos una tinaja que podremos ir rellenando en varias zonas de fuentes que están repartidas por la ciudad. El descanso es algo más complicado, aunque no lo parezca, y es que al poco tiempo de correr o de caminar por la ciudad, ya comenzaremos a sentirnos cansados. Es algo que el equipo debería de equilibrar, ya que hace casi imposible pasar un tiempo medianamente grande vagando por la ciudad, y tengamos que ir preparando nuestro camino a nuestra casa segura para dormir tranquilos. Por poder te puedes arriesgar a dormir en la cama de otra persona en alguna casa abandonada, pero una servidora lo ha intentado y no acabó bien la fiesta, así que está en vuestra decisión. La salud funciona como cualquier vida, y deberemos de tenerla en cuenta en suplirla con vendas para que no nos pille por sorpresa algún maleante y estemos muy heridos.
Sabiendo las necesidades, llega una de las cosas más interesantes: los crafteos. We Happy Few cuenta con un método de crafteo muy simple, donde al encontrar una ‘receta’ de cualquier objeto, ya estás disponible para crearlo en cualquier lugar mientras tengas los ingredientes necesarios, que varían en muchísimas cosas. Hay tres tipos de objetos crafteables: los tipo medicinal, como las vendas o polvo curativo, los tipo herramienta, como palancas, o ganzúas y finalmente otros objetos que necesitan de una mesa de herramientas para ser crafteados. Esto será muy importante porque tendremos una cantidad enorme de objetos en el inventario que muchos os servirán para hacer estos crafteos y más os vale tener el inventario libre y ordenado. Un pequeño consejo: los objetos verdes son consumibles mientras que los blancos son ingredientes para crafteos, así que sed consecuentes. Aparte también hay objetos que sólo pueden encontrarse explorando, y tienen una vida media de uso, como por ejemplo las palas, que tienen un límite de uso.
Obviamente el juego no será solo de sobrevivir, habrá pequeñas misiones que iremos encontrando a medida que exploramos la ciudad, a cada una más extraña. Aquí está uno de los fallos más grandes de lo que vemos actualmente en esta Game Preview, el juego no es intuitivo con las misiones. El mapa es exasperante y prácticamente imposible de utilizar correctamente, a veces se desplaza a un lado, no indica sitios de las misiones, no navega bien, no pueden añadirse puntos de ruta y un largo etcétera. Aparte, las misiones no se señalan a veces en el mapa de tal manera que tendremos que estar atentos a la consigna la primera vez que nos la relatan para saber lo que tenemos que hacer, y esto será complicado para quienes no entiendan el inglés hablado, porque está en completo anglosajón y sin posibilidad de subtitulos al menos actualmente, aunque Compulsion Games ha confirmado que para la versión final del juego estará disponible el juego en español.
En We Happy Few podemos ir por nuestra cuenta o ir interactuando con las personas que pueblan Wellington Wells, que a veces pueden ser bastante tétricas y sospechosas. El sistema de combate va desde armas como piedras arrojadizas, a palos o tubos, pero os damos otro consejo: no vayas presumiendo de arma, porque llamarás mucho la atención, así como cuando os quitáis la ropa, y lo que haréis es provocar que os den una paliza.
Para quienes seáis fans del género y de la ambientación tan tétrica e intrigante que We Happy Few emana, es casi un ‘must‘ el al menos probarlo. Si bien no es el mejor Game Preview que hemos visto, al menos se plasman las potencialidades que tiene el juego en su máxima categoría cuando esté terminado. Muchas cosas por pulir, sobre todo temas de misiones, equilibrio de los recursos y necesidades y la interacción con los NPC’s – que aunque no se ha comentado por no destripar parte de la historia, esta interacción a veces es algo ruda- . En cuanto a lo demás, tiene todo lo necesario para ser un buen juego, con una historia intrigante y bien narrada, con posibilidades infinitas de rejugabilidad y cantidades enormes de diversión, eso sin duda, ya que los propios desarrolladores comentan que lo que podemos jugar en la Game Preview es solo la punta del iceberg, ya que es uno de 4 personajes más que podremos tener en el juego.