The Riftbreaker es un curioso título que mezcla el twin-stick shooter con estrategia y un interesante Tower Defense. Os contamos las impresiones con la demo.
Más historias en la categoría Avances
- Top de los 5 juegos más esperados de octubre para Xbox ¿Cuál es el título que más esperas en este mes?
- Estas son las novedades que nos dejó el ‘Minecraft Live 2024’
- Impresiones del acceso anticipado de Towerborne – Una interesante propuesta que mezcla varios estilos jugables
No te pierdas nada y ¡Síguenos en Google News! |
Un impresionante robot inteligente de combate capaz de montar bases enteras de reconocimiento. Esta será nuestra principal herramienta en The Riftbreaker, un título de EXOR Studios que poco a poco está haciendo cada vez más ruido. Y es que su propuesta jugable ya resulta suficientemente llamativa: Un juego de acción de vista cenital, que mezcla el estilo “Twin-stick” shooter con una dosis de supervivencia y creación de bases absolutamente frenética.
La capitana Ashley S. Nowak, una científica y comando de élite se encargará de explorar el salvaje planeta Galatea 37 dentro de su poderoso traje mecánico, también conocido como Mr. Riggs, que le permitirá sobrevivir a las extremas condiciones del planeta, construir bases, extraer recursos y evitar el ataque de la fauna autóctona que parece haberse unido contra nosotros. El objetivo principal de la capitana es simple, construir un portal que conecte Galatea 37 con la tierra, pero antes deberemos de “acondicionarlo” con todo lo necesario para ser habitable. Eso significa establecer una sólida cadena de suministro de energía, recursos y centros de investigación.
Suscríbete al canal de GX en Youtube
Demo técnica exclusiva de Xbox Series
Pero en esta demo que hemos podido probar gracias a la Xbox Game Summer Fest, y que por cierto, todos podéis probar, The Riftbreaker solo contiene una especie de prólogo, donde a través de una simulación de Galatea 37 nos explicarán todo lo necesario para sobrevivir en él. Pero antes de explicar nuestras impresiones jugables, hay que detenerse en el apartado técnico, ya que el juego viene abanderado hasta por la propia AMD.
La demo, que hemos probado en Xbox Series X, se clasifica como una alpha y no cuenta con todo el repertorio definitivo, como alta resolución o Ray-Tracing, algo que se ha confirmado para el juego final. Sin embargo, no podemos negarlo, se ve excelente. La iluminación, la vegetación, los fragmentos destruibles, la física de todo, casi justifican que el título sea exclusivo de Xbox Series X|S, dejando directamente atrás a Xbox One. Y tenemos otro buen motivo para no perderóslo: Estará en Xbox Game Pass desde el día de lanzamiento.
The Riftbreaker es toda una sorpresa
Viendo el vídeo de arriba os podéis hacer una idea de lo que nos espera en The Riftbreaker, pero si que nos dejaba una enorme duda: ¿Se manejará bien con el mando? Porque parece estar diseñado para el teclado y ratón. Y no lo negamos, este tipo de títulos está casi diseñado para ello, pero aquí viene el mejor favor que le vamos a hacer a The Riftbreaker: Se controla de una manera genial y fluida con el mando de Xbox. El diseño de botones me parece excelente y permite manejarnos con soltura en la batalla, algo que si esperábamos, pero también en la construcción, que está perfectamente pensada para facilitar el juego en consola, algo para lo que los 60 fps a los que corre el título también le benefician.
Es sumamente importante reseñar esto en primer lugar, pues en The Riftbreaker deberemos de tener bien asumido el control de nuestro traje especial en el combate, pero más aún para construir nuestra base, pues la relación entre tener una base más grande y que te ataquen más “bichos” es directamente proporcional. En la demo, además de hacer un par de incursiones por el mapa siguiendo unos objetivos, hemos tenido que aguantar el ataque de varias oleadas temibles que mermaban nuestras defensas en cuestión de segundos si no estábamos bien preparados.
Nuestra armadura podrá tener una serie de mejoras para subir su nivel de combate o depositar minas para la defensa, pero la parte más importante será establecer la base y defenderla, con una serie de edificios que proporcionen una energía estable a las refinerías y demás elementos. El sistema de nodos nos dará la versatilidad suficiente para expandir nuestra red eléctrica, alimentar nuestras defensas y en definitiva establecer una base preparada para cualquier ataque. Importantes los muros, porque no os recomendamos dejar que las hordas de criaturas, que llegarán como un enjambre Zerg cualquiera, paseen libremente por tus edificios más importantes.
El sistema de brechas, la mejor arma para un ejército de una sola persona
El armamento de Mr. Riggs será el esperado para este tipo de tareas. Un lanzallamas (espectacular gráficamente, por cierto), una ametralladora pesada, un lanzamisiles y todo lo que no hemos podido llegar a ver en la demo, servirán para limpiar algunas zonas o romper los llamados “nidos” desde donde hacen respawn los enemigos. Pero, ojo, porque tendremos una determinada munición, que pese a que se regenerá poco a poco, se nos agotará rápidamente, obligándonos a usarla muy inteligentemente, aunque suponemos que el completo sistema de mejoras para nuestro traje también nos dará mucha más capacidad de combate.
Cada partida se antoja larga, la construcción y defensa de la base(s), los posibles arreglos después de ataques y la necesaria capacidad de recursos para acometer los objetivos nos llevarán un tiempo, como si de una partida de un título de estrategia se tratara, pero sin duda, será el sistema de brechas el que nos permita movernos de una manera rápida y eficaz por todo el escenario. Con solo abrir el minimapa y seleccionar el punto, podremos desplazarnos entre las distintas bases, o usarlo como una manera de escapar de los combates.
En definitiva, The Riftbreaker promete grandes dosis de diversión, buenos gráficos y un título muy a tener en cuenta, sobre todo por que es uno de los primeros indies puramente “next-gen” y para nuestro gozo, estará incluido de lanzamiento en Xbox Game Pass. No lo perdáis de vista.