Bajo el lema "Si puedes verlo, puedes conducirlo" nos anuncia Bethesda que en Rage 2 podremos montarnos a lomo incluso de los girocópteros.
Más historias en la categoría Noticias
- Hoy jueves se lanzan 3 nuevos juegos en Xbox Series
- Nuevo gameplay de ‘Dynasty Warriors: Origins’ desvela la fecha de llegada de su demo
- Starfield se renueva con una actualización estupenda
No te pierdas nada y ¡Síguenos en Google News! |
Bethesda ha hecho uno de los movimientos de marketing previos al E3 más magistrales que he visto en mucho tiempo. Gracias a ello han conseguido que Rage 2, la secuela del original juego de iD Software, tenga una visibilidad absoluta. Y todo ello como decía, con las puertas del E3 2018 a solo unos pasos. Y es que la estrategia social que ha llevado la compañía con Rage 2 ha sido bastante bien hilada y ha despertado el interés de los jugadores, todo ello a pesar de que el primer juego no gozara de la popularidad que si está generando ahora su secuela.
En esta segunda entrega no encarnaremos a Nicholas Raine, protagonista del original, si no a Walker, del cual se conoce poco o nada. Tampoco se han dado detalles de lo que le ocurrió a Raine en el pasado como para no estar de alguna manera en esta entrega. Según reza la descripción oficial del juego, en Rage 2 podremos conducir cualquier tipo de vehículo, y lo hacen con el lema: “Si puedes verlo, puedes conducirlo“, esto se traduce en que no solo podremos montarnos y guiar camiones monstruo o buggies, también los giroscópios estarán ahí para que hagamos cualquier tipo de locura que se nos ponga en la mente.
Roam the wasteland with unique vehicles like buggies, monster trucks, and even gyrocopters. If you see it, you can drive it. #RAGE2 pic.twitter.com/wAQ5cNtuB6
— RAGE (@RAGEgame) 25 de mayo de 2018
En pocos días saldremos de dudas sobre lo que nos prepara el juego, de momento estos datos junto a que el estudio responsable es Avalanche, que no abogarán por las cajas de botín y que usarán el motor de Just Cause III son excusas más que suficientes para imaginar que vamos a asistir a un espectáculo pirotécnico bastante apetecible para las masas.