Análisis de Gears Of War: Ultimate Edition

Gears Of War: Ultimate Edition es la remasterización del primer Gears Of War, la aclamada saga de videojuegos de acción en tercera persona.

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Pese a que el primer Gears Of War revolucionó el mundo de los videojuegos en 2006, yo ni me enteré, mi última experiencia con las consolas había tenido lugar en la quinta generación y me había desconectado totalmente de la comunidad. Estaba muy lejos de conocer a Marcus Fénix y a sus valientes compañeros del Pelotón Delta. Por suerte, un par de años después me regalaron una Xbox 360 y, a las pocas semanas, por las recomendaciones de varios amigos, compré el Gears Of War.

No sabía qué esperar. No llevaba una idea predeterminada de lo que me ofrecería el juego. Aún así me enamoré de él antes de salir de La Losa. Aquella cárcel destruida y asquerosa adelantaba un mundo devastado por una guerra entre especies y debía tener grabada en sus paredes épicas e interesantes historias. Aquellas bestias llamadas infames que alargaban sus garras hacia Marcus Fénix con la esperanza de colmar sus hambrientos estómagos alimentaban una sofocante tensión. La sensación de ser Marcus y Dom contra la horda Locust persiguiendo el objetivo más loable posible, la salvación de la humanidad por pura supervivencia, solo puede ser descrita con la palabra placer. La apariencia de los locust, unos seres fuertes, crueles y terroríficos que un día emergieron del subsuelo y comenzaron a matar humanos sin motivo aparente fue un argumento que me atrapó.

Desde el principio quise saber más de la historia. El sistema de coberturas me ofreció una experiencia jugable divertida y adictiva. ¡Podía usar una ametralladora con moto-sierra integrada! Y la sangre de las larvas manchaba momentáneamente la pantalla con cada acto de justicia que suponía rajarles el pecho por la mitad.

El Gears Of War supuso mi reencuentro con los videojuegos y no podría haber sido mejor. Me marcó. En ese momento yo era un novato en esto de las consolas y no entendía muy bien lo que ofrecía Xbox Live, así que me limitaba a pasarme la historia una y otra vez. Y no me aburría. Meses después, me suscribí al Live y comprobé que jugar en cooperativo lo hacía todo más divertido, aunque si me hubiesen preguntado unos momentos antes de probarlo, hubiera asegurado que era imposible mejorar la experiencia. Casi ni toqué el multijugador ya que el Gears Of War 2 me estaba esperando, pero esa historia la dejaremos para otro momento.

Apartado Técnico

Habiendo dejado claro lo que significa para mi el Gears Of War, es hora de pasar a hablar de su versión ultra mejorada, conocida como Gears Of War: Ultimate Edition. Antes de jugar temía que esta remasterización no estuviera a la altura de lo que Víctor Hoffman y su bomba de masa ligera se merecen. Sin embargo, después de haberme pasado la campaña de principio a fin creo que es responsable y ajustado a la realidad expresar que esta Ultimate Edition es el mejor homenaje que se le podría haber hecho a Gears Of War en su décimo aniversario.

Salta a la vista que The Coalition lo forman auténticos fans de la saga. Hay que amar el universo creado por Epic Games para poner tanto mimo en este nuevo título. Confieso que me quedo muy tranquilo sabiendo que estas mismas personas se encargan de Gears Of War 4, no podría estar en mejores manos.

Al contrario que en otras remasterizaciones, en Gears Of War: Ultimate Edition, las cinemáticas también han sido revisadas, dando un resultado espectacular. Algo que ha llamado mi atención han sido las caras de los personajes, ¡menudo cambio! Además de verse espectaculares – ahora Dom parece más caribeño, Minh Young Kim más asiático y a Marcus se le notan los estragos sufridos durante sus cuatro años de reclusión- son mucho más expresivas.

Por ejemplo, cuando Marcus se reencuentra con Hoffman y Anya, ésta le sonríe. Detalle importante ya que ambos se conocían de antes y los unía un vínculo que iba más allá de la amistad. En el Gears Of War original se podía intuir pero no quedaba claro, lo que a mi me extrañaba ya que cuando dos personas enamoradas, separadas contra su voluntad por una condena que muchos gears tildarían como injusta, se reencuentran, no actúan como si fueran dos desconocidos. Ahora, gracias al trabajo de Rod Fergusson y sus muchachos, es como debe ser.

Pero este espléndido nivel de detalle no solo se nota en las caras de los personajes. Se observa de forma muy clara en las armaduras, las armas y los escenarios. Hasta las letras de los paneles de electricidad son perfectamente legibles. El estudio se ha molestado incluso en dejar perfectas esas pequeñas cosas, lo que demuestra el colosal trabajo que han llevado a cabo y su pasión por esta saga.

Las texturas en el primer Gears Of War para Xbox One simplemente han sido llevadas a un nuevo nivel, igual que la iluminación. Un poco más y podríamos ver cómo las pupilas de Marcus Fénix empequeñecen cuando el sol ilumina sus ojos. No verás ni un solo borde de sierra en el juego, el antialiasing es sencillamente espectacular, el titánico trabajo del estudio norteamericano me lleva a afirmar que estamos hablando de un remake más que de un remaster. Y para muestra, aquí os dejamos una completa galería de imágenes direct feed del juego.

Cuenta con un modo campaña de cinco actos que puede jugarse en modo cooperativo y además con modos en línea que describiremos más adelante. La campaña esconde algún que otro secreto con respecto al original que por supuesto no desvelaré y además ha mejorado con respecto a la inteligencia artificial, no es un cambio exagerado pero sí  se nota en la fase final contra Raam, el resto permanece intacto.

Por supuesto la mejora de las texturas y la iluminación también se nota de forma muy clara en el apartado jugable, no solo en los vídeos cinemáticos. La sensación que se produce ahora es como si un halo de claridad hubiera invadido la pantalla en todo momento. Los objetos más alejados son perfectamente distinguibles, el nivel de detalle de las armaduras y sus movimientos son espectaculares, los dientes de sierra ya no pueden morder a nadie porque han sido alisados completamente y todo ello con 30 fps más duros que el carácter de Marcus Michael Fénix. Ver arder el fuego, o caer el agua de esa manera tan realista es una auténtica delicia.

Algo que me ha sorprendido de manera positiva es que han variado muy moderadamente algunos escenarios de la campaña para favorecer la jugabilidad. Por ejemplo, en el tercer acto, llamado “El vientre de la bestia”, cuando Marcus y Dom deben activar el resonador en una refinería de imulsión bajo tierra, y en un momento dado caen abajo porque las rocas no soportan el peso cuando las pisan e inmediatamente son atacados por unos infames luminosos. En el Gears Of War original el espacio disponible para moverse era insuficiente al estar lleno de rocas. Ahora no están, lo que permite saltar y evitar las explosiones de los infames al morir. La cantidad de estas modificaciones es pequeña, ya que se han elaborado solo cuando ha sido necesario, por lo que la inmensa mayoría de los escenarios siguen exactamente igual, con las coberturas donde estaban hace 10 años.

Ahora el control del personaje es mucho más suave y ajustado. Una de las mayores quejas del primer Gears Of War era que al pulsar el botón “A” para hacer un salto, nos pegábamos a la cobertura más cercana, algo que solía provocar la muerte al convertirnos en un blanco perfecto para los disparos de los enemigos. Esto es algo que ha mejorado bastante en el Gears Of War: Ultimate Edition. Sigue pasando, pero mucho menos. Ahora debemos estar realmente cerca de una pared o una cobertura para que nos cubramos en ella si pulsamos el botón verde de nuestros flamantes mandos.

Cambiar de una cobertura a otra o salir hacia adelante de una de ellas sucede de una manera más fluida en esta Ultimate Edition, en la que podremos fijar el blanco para avisar a nuestro compañero de la posición de los enemigos, una novedad del Gears Of War 3 que ha sido inteligentemente aplicada en la remasterización. Coger un arma del suelo o munición se hace como en los viejos tiempos, dando un solo toque al botón en vez de mantenerlo presionado como en la tercera parte de la saga. Los controles no han cambiado, seleccionar un arma y reventar Locust con ella se hace como siempre, cruceta y gatillos.

Multijugador

Las cifras mágicas 1080p y 60fps son las que podremos disfrutar en el multijugador de Gears Of War: Ultimate Edition, que por lo comprobado en la beta abierta que pudimos disfrutar durante el pasado E3 son una realidad. He estado intentando echar unas partidas para escribir mis impresiones de la manera más ajustada posible a la realidad pero al no haber salido a la venta el título, no hay jugadores con los que intercambiar unas cuantas balas disparadas con la furia de un soldado de la URI cuando tiene en la mira a otro de la CGO.

* Nota: En cuanto haya más gente con la que cruzar unos cuantos tiros de gnasher y los servidores tengan más estrés, probaremos el multijugador a fondo y haremos un segundo análisis para comentaros nuestra opinión con mejores bases de su funcionamiento.

Lo que sí sabemos es que hay tres modalidades de juego online diferentes, social, competitiva y privada que podremos disfrutar en los 19 mapas incluidos de salida. En la social podremos jugar de manera más tranquila a Duelo por Equipos con las mismas reglas que en Gears Of War 3, también estará Rey de la Colina y el histórico modo en la saga llamado Zona de Guerra.

En la competitiva ganaremos más experiencia pero nos sancionarán si nos salimos antes de que termine la partida, así que habrá que controlar los enfados si nos matan demasiado o si creemos haber sido víctimas de una injusticia  ya que se nos sancionará con la pérdida de miles de Puntos de Experiencia (PE). Los modos de juego disponibles en esta categoría son Ejecución, Rey de la Colina, Ataque relámpago (una modificación de Rey de la Colina), Duelo por Equipos, Asesinato (un modo de juego que agradecerán los fans de Guardia de Gears Of War 2) y Ejecución Gnasher 2 vs 2.

Por último podemos jugar en la modalidad privada solo con nuestros amigos a todos los modos de Gear Of War: Ultimate Edition con los parámetros que elijamos, desde el número de rondas y la duración del sangrado, hasta la posibilidad de auto-reanimarse y decidir la forma en la que las armas se regeneran. Esto se ha pensado así para que el juego pudiera entrar en los eSports.

No olvidéis hacer recargas activas y tener presente que los wallbounce son un poco más difíciles aquí que en  Gears Of War 3, ya que el control es un poco más tosco y la velocidad de la jugabilidad no es mucho más rápida de la que existía en el título original.

Duración

Pese a que la duración de la campaña se ha visto ligeramente aumentada a causa de las nuevas y algo más extensas cinemáticas y la inclusión del capítulo del Brumak anteriormente solo disponible en la versión de PC, la media seguirá siendo de unas 6 – 8 horas en vuestra primera partida en dificultad elevada. Sin embargo quienes hayáis jugado al original sabréis de sobra lo rejugable que es este juego en cooperativo y en varias dificultades. Prohibido no honrar a los caídos que dieron su vida por salvar a la humanidad frente a la horda locust, todas las placas de identificación deben ser recogidas para que la memoria colectiva no olvide nunca a esos héroes. Este ejercicio de humanidad seguro que aportará algunas horas extra que dedicar a la campaña.

Además ahora cuenta con más y mejores opciones de personalización de partidas por lo que el modo online puede dar incontables horas hasta la llegada de su cuarta entrega. Hablamos de un remasterizado con todas las de la ley por lo que incluso en el multijugador se ha incorporado ahora la subida de niveles, no hay mejor excusa para jugar que alcanzar mayores rangos.

Además los cazadores de logros estarán de enhorabuena, siguen siendo los mismos y solo es cuestión de tirar de nostalgia y el recuerdo para volver a completar estos retos de jugones que tanto nos gustan ¿verdad?

Curiosidades y detalles

Mientras estaba disfrutando del nuevo acto -para los que nunca hemos jugado al Gears Of War en PC- tuve que pasar por unas edificaciones muy semejantes a los pasillos subterráneos del transporte público y me fijé en unos carteles. El nivel de detalle y sus texturas es impresionante. Pero lo que llamó mi atención es el contenido de ellos. En uno ponía “No blood for imulsion”, lo que significa que en el corazón de la CGO, la potencia militar que dominó el mundo, existía un movimiento pacifista en contra de la guerra. Curioso.

En otro cartel, un vestigio de las Guerras del Péndulo e inspirado en la propaganda de los aliados en la Guerra Fría se podía leer “Pueden estar en cualquier parte”, haciendo referencia a que los espías de la URI podrían haberse infiltrado en la población civil. Por un último hay otro cartel en el que se llama a los civiles a integrar el ejército de la CGO para salvar vidas frente a los locust.

La voz del soldado Damon Baird es diferente en el capítulo del brumak que en el resto del juego en su versión en castellano. Esto puede deberse a que el doblaje de este capítulo se hiciera en otro momento, probablemente después del original.

Algunas escenas de vídeo han sido modificadas. Son pequeños detalles como un codazo amistoso de Dom a Marcus para rebajar la tensión cuando el protagonista se entera que el helicóptero va a directo a la posición de Hoffman. En el Gears Of War original Dom no hace ningún movimiento. Una escena de Baird disparando una ametralladora a bordo de un raven en cámara lenta mientras vemos caer los casquillos, ha sido añadida teniendo como resultado un aumento de la epicidad del juego.

También, al final del juego, nos encontramos con un insignificante cambio que no es importante argumentalmente hablando pero supone un guiño para los fans de la saga. Como odio los spoilers, dejaré que lo descubráis después de que vuestros lancers hayan rugido por última vez estremeciendo hasta el último locust que se encuentre en lo más profundo de la hondonada.

Conclusión

Gears of War: Ultimate Edition es el mejor homenaje posible al título original en su décimo aniversario. Por los nuevos modelados, los detalles técnicos, los gráficos incluidos y por supuesto lo es por que The Coalition y Splash Damage han potenciado más aún si cabe el multijugador. No podría ser de otra manera porque tras tantos años esperando, Gears of War: Ultimate Edition es el primer juego de la franquicia que regresa a nuestras manos en la actual generación de consolas.

Pese a que es la propia Microsoft la que debería hacerlo y no lo hace, nosotros sí vamos a llamar a las cosas por su nombre, y este remake del juego original ha sentado las bases y precedentes para el resto de estudios. Actualmente no hay ningún juego reeditado en esta generación que llegue al nivel de Gears of War: Ultimate Edition, y no hablamos de gráficos, hablamos de coger un juego con 10 años a sus espaldas y hacer uno prácticamente nuevo.

El precio de esta sangrienta maravilla es bastante asequible y os recordamos que hacerse con él nos abrirá las puertas de la beta del Gears Of War 4, además si lo jugamos antes del 31 de diciembre de este año tendremos acceso a todas las entregas anteriores mediante la retrocompatibilidad de Xbox. Es por ello que Gears of War Ultimate Edition vale cada céntimo que se invierta en él, lo verás en los detalles, en las nuevas escenas, en las texturas, modelados y en la jugabilidad.

The Coalition ha dado con este juego una lección que muchos deberán aprender. Tenemos una cita en Sera, hoy llevaremos la batalla al corazón del enemigo. ¡Hagamos que las larvas se caguen en sus malolientes pantalones solo con pensar que vamos a ir a por ellas!

Nunca olvidéis que somos hermanos hasta el fin.