The Chinese Room despide a gran parte de la plantilla y se toma un descanso mientras piensa en su futuro en el mundo de los videojuegos.
Más historias en la categoría Noticias
- The Witcher 4 se desarrolla con la misma pasión que tuvo TW3: CD Projekt quiere repetir historia
- La beta de Gears of War: Reloaded comienza este viernes: consulta aquí todos los horarios mundiales, Xbox, PC, PS5
- Nuevos lanzamientos en físico (First): Xbox se queda sin disco, PS5 sí los incluirá
| No te pierdas nada y ¡Síguenos en Google News! |
No es la primera vez que se escuchan declaraciones de estudios indie que se ven sobrepasados por el ritmo y la intensidad de la producción de videojuegos. Con estudios pequeños, sacar adelante proyectos es cada vez más costoso, no solo económicamente, también a nivel de salud mental y física. Este es uno de los motivos que han llevado a The Chinese Room, responsables de Everybody’s Gone to the Rapture y Dear Esther a tomarse un descanso momentáneo y volver a las sombras, al menos durante un tiempo.
Tras lanzar su último videojuego para Realidad Virtual, So Let Us Melt, Dan Pinchbeck, co-director de The Chinese Room, ha anunciado que se tomarían un descanso a partir de ahora, por lo que han despedido a gran parte de la plantilla. Esta decisión responde tanto a cuestiones financieras como de salud personal, hechos derivados de ser un estudio pequeño. En una entrevista con Eurogamer, Pinchbeck ha explicado con sus propias palabras lo que hay tras esta decisión:
«A veces estás en una posición donde tienes que hacer cosas que son bastante horribles a corto plazo para poder mantenerte lo máximo posible en a largo plazo. Una vez has caído y estás fuera, desapareces para siempre. Eso es todo. Es muy difícil volver tras eso».
Tras llevar un ritmo insostenible desde 2012, tanto Pinchbeck como Jessica Curry, co-directora y también su pareja, dicen que están totalmente «quemados» llegados a este punto. Una de las razones es también que no han conseguido asegurar financiación para sus futuros videojuegos a través de un publisher potente, ya que Pinchbeck se niega a hacer otro título englobado dentro del género Walking Simulator, que había sido su emblema hasta ahora. Según sus impresiones, los walking simulator son un campo de minas de la mecánica y lo que le gustaría explorar a partir de ahora son los FPS o juegos con elementos de RPG.
«El mayor problema del género es que no tienes mecánicas que sepas que son correctos. El 90% del juego se basa en la atmósfera o inmersión, y necesitas todos esos aspectos para que funcione. Muchas veces estás dejándolo todo a la suerte».
A pesar de todo esto, tanto Jessica Curry como Pinchbeck continuarán trabajando en 13th Interior, su próximo proyecto, hasta que esté listo para que todo un equipo pueda empezar a trabajar con él. Y si estabáis sufriendo por los trabajadores que han dejado atrás, no lo hagáis, pues todos han conseguido puestos en otros estudios.
Síguenos en redes
No te pierdas ninguna noticia sobre Xbox y videojuegos, y síguenos en nuestros canales sociales.
